Como cada temporada, el imponente glaciar de Rettenbach, en la austriaca estación de Sölden, dará el pistoletazo de salida a la Copa del Mundo FIS de esquí alpino 2015-2016. Una temporada que llega cargada de grandes ausencias, y con algunas de las viejas glorias del esquí dispuestas a pasar al olimpo blanco sumando, si cabe, más globos de cristal.
“Las mujeres primero”, dice el slogan que se puede ver por toda la estación tirolesa, preparada desde hace semanas para la prueba. Apenas unos días antes de que el mismísimo James Bond demuestre su destreza en las pistas de Sölden, las primeras en afrontar las puertas del gigante serán precisamente ellas, las damas del esquí.
Adiós a Anna Fenninger
Y lo harán con una sonadísima ausencia de última hora. Su estrella local, Anna Fenninger, ganadora de las dos últimas Copas del Mundo, no podrá defender el título. Esta semana, entrenando en estas mismas pistas, una mala caída le ha costado una rotura de ligamentos que le han hecho pasar por quirófano inmediatamente. “La temporada para Anna probablemente ya se ha terminado”, decía compungido su entrenador desde el hospital. Antes incluso de empezar.
Tampoco empezó bien la temporada para otra de las grandes favoritas, la estadounidense Lindsey Vonn, que hace dos meses, en unos entrenamientos en las pistas de Nueva Zelanda donde los tops pasan el verano, se fracturó un tobillo. Vonn, acostumbrada a recuperaciones exprés, entrena ya en Sölden, aunque no decidirá hasta el ultimo segundo si toma la salida o espera a la siguiente prueba.
Ésta es la única temporada, de los cuatro años de ciclo olímpico, en la que no se disputan ni Juegos ni Campeonatos del Mundo, con lo que las retiradas han sido numerosas, y las esperanzas de las jóvenes crecen día a día. La ganadora del oro olímpico en descenso en Sochi, la suiza Dominique Gisin, ha colgado las botas, al igual que la tres veces medallista olímpica Nicole Hosp. Tina Maze, que consiguió sendos metales en Sochi y el Campeonato del Mundo de 2015, ha decidido no competir esta temporada, y Julia Mancuso sigue recuperándose de varias lesiones.
¿Y quién queda en la lucha? Además de Vonn, si se recupera a tiempo, su compatriota Mikaela Shiffrin está dispuesta a luchar por el título no sólo en las pruebas de velocidad, sino también en las más técnicas. Se lo tendrá que disputar a reconocidos nombres, como el de la austríaca Eva-Maria Brem, la suiza Lara Gut o la alemana Viktoria Rebensburg, pero este año, el globo de cristal está más abierto que nunca.
Hirscher vs Ligety
Algo similar a lo que ocurre en el caso de los hombres, que arrancarán la temporada el domingo también con un gigante, en la misma pista. Una prueba que llega con sonadísimas ausencias, y con dos claros favoritos: Marcel Hirscher, que corre en casa, y el estadounidense Ted Ligety, que con cinco globos de cristal en su estantería, ya sabe lo que es ganar esta prueba.
Entre las ausencias, la de uno de los más grandes nombres propios del esquí alpino, el austriaco Benjamin Raich, que a sus 37 años acaba de anunciar su retirada de la competición porque ya no encuentra "la motivación para seguir corriendo”. Lo mismo que el seis veces medallista olímpico Bode Miller, que ha anunciado –una vez más- que se pierde la temporada “para pasar más tiempo con la familia y entrenar unos caballos que he comprado”. Así que esta temporada, Ligety y Hirscher tendrán menos rivales que de costumbre, pero los nombres a seguir serán los de los franceses Alexis Pinturault y Thomas Fanara, junto con el austríaco Fritz Dopfer o el alemán Felix Neureuther.
El primer año post Carolina
Junto a ellos, debutará en las pistas de Sölden un español, Juan del Campo, que a sus 21 años empezará a medirse con los mejores del mundo. “Mi objetivo es probarme en Copa del Mundo y Copa de Europa, saber en qué nivel estamos, cómo estamos en referencia a los mejores del mundo y, una vez probados, ir a por ellos con constancia y sabiendo que aún queda mucho camino por recorrer”, explica el jovencísimo corredor vasco. Suya será la responsabilidad de arrancar la primera temporada en que España no tiene ningún corredor de élite y experiencia en Copa del Mundo, retirada definitivamente Carolina Ruiz.
“Tenemos un equipo muy joven, con poca experiencia, y el objetivo del año es precisamente ése, que cojan experiencia y podamos reestructurar todos los equipos, explica May Peus, presidente de la Federación Española de Deportes de Invierno, que ha optado este verano por toda una novedad de cara a la formación de los corredores: establecer la casa del esquí español en Saas Fee.
En la emblemática localidad suiza se han instalado, desde el 15 de julio, todos los deportistas de la Federación, no sólo de esquí alpino sino también de snow y freestyle, junto con sus técnicos. “La intención es coordinarnos y conseguir unas metas más sólidas”, explica Lluís Breitfuss, responsable del área deportiva de la RFEDI. “No nos sirve tener un deportista puntual, sino que es importante tener unos equipos estructurados con una línea de trabajo des de la base para que, cuando lleguen arriba, haya ya unas estructuras montadas y con criterios establecidos que le ayuden avanzar rápido dentro del sistema”.
“Sólo así podremos conseguir tener un equipo consolidado en Copa de Europa, progresar en la Copa del Mundo y mirar con descaro a los Juegos de Peongchang 2018. Nos queda mucho camino por recorrer, pero trabajamos sin descanso para estar allí en las mejores condiciones posibles”, termina Peus.
El último español en correr pruebas de la Copa del Mundo fue Paul de la Cuesta, la temporada pasada, pero aún no está recuperado de una lesión de tibia y peroné. El futuro del esquí español, ahora, pasa por las piernas de Juan del Campo.