El éxito, a menudo, tiende a ser breve, efímero y escurridizo. Se va a la cama con unas generaciones y se levanta con otras sin avisar ni pedir permiso. Sin embargo, en este caso concreto, no es así. Porque, como ‘El Dinosaurio’ de Augusto Monterroso, el fútbol sala siempre estuvo allí: en las finales y en los podios. Desde el año 2000, cuando la selección se proclamó campeona del mundo por primera vez, jamás ha bajado su nivel: repitió título mundial en 2004 y se ha colgado seis oros continentales en los últimos 20 años. Y este sábado, contra Rusia, tiene la posibilidad de conseguir el séptimo (21:00 horas, Eurosport).
El fútbol sala no ha notado el paso del tiempo. Las generaciones pasan, los jugadores se dan el relevo y el podio sigue reservando un hueco para ‘La Roja’. Ellos inauguraron la ‘edad de oro’ del deporte español en ese año 2000 –sin perder de vista la Euro conseguida en 1996– y después el resto se fueron sumando al carro: el balonmano en 2005, el baloncesto en 2006, el fútbol en 2010... Y, sin embargo, su repercusión sigue siendo escasa. “Ya hemos ganado otras veces y no hemos tenido un gran impulso como deporte. Nos pasa un poco como al balonmano; necesitamos más cobertura de las televisiones. Pero intentamos poner todo de nuestra parte”, asume Raúl Campos, autor del quinto gol contra Kazajistán, en conversación con EL ESPAÑOL.
Pero aparcando a un lado la cobertura mediática, toca hablar de deporte. O mejor dicho, de la final del Europeo, que no es cualquier cosa. En ella, España se volverá a ver las caras contra Rusia, a la que se ha enfrentado en 20 ocasiones (16 victorias para ‘La Roja’, tres empates y una derrota). “Son un equipo sólido, fuerte físicamente y que tiene jugadores desequilibrantes con mucha pegada. Y ante eso no nos queda otra que defender bien. Al final, estos partidos se deciden por pequeños detalles”, analiza Raúl Campos.
Asimismo, España se enfrentará por quinta vez a Rusia en una final –sólo perdió la de 1999–, pero con el recuerdo fresco de la derrota en las semifinales de 2014. Ese precedente, y los pequeños errores cometidos hasta ahora en momentos puntuales, sirven a ‘La Roja’ de aviso de cara al partido de este sábado. Porque lo cierto es que el conjunto dirigido por José Venancio ha alternado buenos ratos de juego con pequeños déficits de concentración. Así sucedió contra Portugal y, en última instancia, ante Kazajistán –se llegaron a poner 4-3 a dos minutos del final–.
Ante este reto, ya casi rutinario, se encuentra España, que siempre ha estado en la lucha por las medallas desde que existe el Europeo. Ha hecho de algo excepcional una costumbre y de su ‘dictadura’ continental una leyenda. Esta vez, incluso, con la posibilidad de que Álex acabe como Bota de Oro del torneo –lleva cinco goles y está a uno de Ricardinho (6)–. Y además, como reconoce Raúl Campos, con “una generación que tiene cuerda para rato y quiere seguir haciendo historia”. Porque, como sentencia el internacional español: “Lo mejor está por llegar”. Y esperan, obviamente, que sea contra Rusia. Al fin y al cabo, el fútbol sala siempre estuvo allí...