Miguel Sayago, ‘Miguelín’ (Palma de Mallorca, 1985), no quiere ser Cristiano Ronaldo ni Lionel Messi. Ni siquiera Andrés Iniesta. Se conforma con ser él mismo. Es decir, uno de los principales responsables de que la selección española de fútbol sala se haya metido en las semifinales del Europeo de Serbia de 2016, donde jugará contra Kazajstán (21:00 horas). Pero antes se para a hablar con EL ESPAÑOL, con tres goles y dos asistencias en su cuenta personal.
¿Qué tal os está tratando Belgrado?
Bien. La temperatura es agradable y cerquita del hotel tenemos un centro comercial, pero no nos ha dado tiempo a visitar demasiadas cosas. La comida todavía no la hemos probado, porque ha venido con nosotros el cocinero de la selección, y nos está tratando muy bien. Y cuando estamos libres escuchamos música... Esta vez no estamos jugando demasiado a la pocha o al póker. A veces nos quedamos en la habitación y ya está, que a saber qué hace cada uno… [Risas].
Hablando de lo urgente. ¿Cómo se encuentran antes de las semifinales?
En el torneo hemos ido de menos a más, pero creo vamos en la buena dirección. Contra Kazajstán va a ser un partido difícil. Queremos ganar y estamos trabajando para cumplir ese objetivo. Hemos venido aquí a por el oro y vamos a luchar por él.
¿Qué es lo que más temen de Kazajstán?
Lo más peligroso es su cinco para cuatro, tanto en la salida del balón como cuando lo utilizan para tener la posesión. Son un equipo peligroso en ese sentido y si vamos precipitados, podemos tener problemas. Pero estamos concienciados para contrarrestar esa fortaleza lo mejor posible. Al final, son unas semifinales de un Europeo y tenemos que jugar bien para pasar.
Por lo menos Kazajstán no tiene a ningún Ricardinho…
Es verdad que si hablamos de Ricardinho, individualmente, es el número uno. Pero nosotros como colectivo tenemos mucho potencial, sabemos cuál es nuestro rol y nuestra filosofía. Y eso es lo importante.
Por cierto, ¿tenía preparada la celebración a lo Super Bowl del otro día?
[Risas] Tuve la suerte de meter el penalti y es verdad que en esos momentos te salen cosas que ni siquiera tú te imaginas.
Personalmente, la Bota de Oro está en seis goles. Usted lleva tres y dos asistencias. ¿Llega a tiempo?
Cambiaría mil Botas de Oro por ser campeón de Europa con España. Al final, lo que me preocupa es divertirme dentro de la pista. Estoy jugando como hace tiempo no lo hacía y para mí lo importante es que el equipo gane.
Para los que no le conozcan. ¿Cómo es 'Miguelín'?
Bueno, soy una persona normal. Intento ser sincero, me llevo bien con todo el mundo, no discuto con nadie y trato a las personas con respeto. Tendré cosas malas, obviamente, seguro, como todo el mundo. Pero busco ser cercano, ayudar a la gente y ser honrado conmigo mismo y con quien tenga delante.
Para usted sería la tercera medalla y para España, el séptimo oro europeo. ¿Qué supondría?
Sería el mejor regalo posible. Hemos tenido contratiempos y nadie se ha excusado. Hay gente importante que se ha quedado fuera por lesiones y nos gustaría dedicárselo a ellos. Porque estamos haciendo un trabajo excepcional y somos un grupo que merece un título.
¿Se sienten un poco olvidados?
Ya estamos acostumbrados. Hay gente que está esperando nuestro fracaso para alegrarse, gente que no daba un duro por nosotros. Pero nosotros hacemos oídos sordos. Estamos trabajando y confiamos en nuestro trabajo, eso hace que vayamos poco a poco sin pensar en los objetivos.
¿A quién se refiere cuando dice que “hay gente que está esperando su fracaso”?
No sabría decirte, pero se hablan muchas cosas… Hace dos años nos tragamos cosas, parecía que España no había conseguido lo que iba buscando y estaba por debajo de otras generaciones. Son cosas que se comentan. Pero estamos al margen de eso. Estamos trabajando para cambiar la historia.
Y los medios, ¿les tienen olvidados?
En ese caso, la atención ha subido en comparación con otros años. Los medios están más cerca de nosotros y nos arropan en la medida de lo posible, aunque no generemos lo que otros deportes. Hay que estar agradecidos a los que se acercan desde el respeto. Es importante para el fútbol sala y para los que queremos levantar este deporte.
¿No os da rabia que a veces para un periódico sea más importante que Cristiano Ronaldo se ha cambiado el peinado que vuestra clasificación para semifinales?
Eso es ley de vida. Al final, no generamos lo mismo que el fútbol. Para ese tipo de gente estamos un poco más apartados, en general. Yo lo único que puedo pedir es que la gente se vuelque más con el fútbol sala, que es un deporte maravilloso.
¿Ha sentido alguna vez envida de Cristiano Ronaldo?
No, estoy agradecido por lo que Dios me ha dado. Soy un privilegiado.
Pero quizás fuera de España se vive más el fútbol sala…
Yo pienso que en España se vive de maravilla, tanto en lo relativo al fútbol sala como a otras cosas. Y también la afición es estupenda. Evidentemente, nos gustaría salir en más lugares, pero no depende de nosotros. Yo creo que en los últimos años hay más gente que acude a los estadios. Eso es lo importante.
¿Se consideran una generación única?
No lo sé, eso lo dirá el tiempo. Vamos a trabajar para ganar títulos, seguir creciendo y progresando. En España hemos tenido generaciones excepcionales, y nosotros vamos intentar mantener su nivel y superarlos.
¿Le gustaría ser el Iniesta del fútbol sala en la final?
No, eso no me importa. Si al final ganamos, me sentiré igual de feliz tanto si soy el Iniesta del fútbol sala como si estoy en el banquillo.