La Agencia Mundial Antidopaje y la Unión Ciclista Internacional disponen desde el pasado jueves de las muestras de sangre, plasma y concentrados de hematíes intervenidas en mayo de 2006 al médico deportivo Eufemiano Fuentes y detrás de las cuales se encuentran las identidades de los deportistas que se sometieron a transfusiones clandestinas para mejorar su rendimiento. Se trata mayoritariamente de ciclistas, pero también "tenistas, atletas y futbolistas", según admitió el propio Fuentes poco después de que estallara la denominada 'Operación Puerto'.
La mayor operación antidopaje realizada en el mundo, que dio lugar a un proceso judicial que se ha prolongado a lo largo de diez años, concluyó el pasado 10 de junio con un fallo de la Audiencia Provincial de Madrid que ordenó entregar a cuatro entidades muestras de las 99 bolsas de plasma y 74 bolsas de sangre descubiertas por la Guardia Civil en dos domicilios de Madrid utilizados por el doctor Fuentes.
Las cuatro organizaciones que tienen derecho a disponer de las muestras son la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC), el Comitato Olimpico Nazionale Italiano (CONI), la Unión Ciclista Internacional (UCI) y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). Todas ellas han ejercido la acusación en el proceso judicial, que al cabo de dos lustros ha terminado con la absolución de todos los implicados, incluido Eufemiano Fuentes. La Audiencia de Madrid estimó un recurso interpuesto por el médico y anuló la condena a un año de prisión y cuatro años de inhabilitación para ejercer la medicina deportiva que le había impuesto el Juzgado de lo Penal número 21 de Madrid, la primera instancia judicial que juzgó la Operación Puerto, en abril de 2013.
Por qué se entregan las muestras
La Audiencia de Madrid corrigió en otro extremo relevante la sentencia del Juzgado de lo Penal, que había rechazado la petición de las acusaciones particulares de que les fueran entregadas las bolsas de sangre incautadas a Fuentes para poder sancionar disciplinariamente a los deportistas que se hubieran dopado.
El Juzgado de lo Penal argumentó que, de acuerdo con el Derecho español, nunca habría podido autorizarse registros domiciliarios en el ámbito de un expediente disciplinario deportivo porque esos registros afectan a la intimidad y a la inviolabilidad del domicilio y la injerencia en estos derechos fundamentales sólo está justificada para la investigación de delitos graves, no de infracciones administrativas. Para el Juzgado, por tanto, las bolsas de sangre encontradas gracias a los registros no podían ser utilizadas como prueba en un procedimiento disciplinario.
La Audiencia de Madrid corrigió ese criterio y estableció en su sentencia del 10 de junio que las entradas domiciliarias que tuvieron como resultado el decomiso de las muestras de sangre se encontraban contempladas como una medida que pueden recabar las Administraciones Públicas a la autoridad judicial en supuestos como el de actuaciones necesarias para la salud pública.
Consideró, en este sentido, que la cesión de las muestras a las acusaciones era "proporcional" en atención a que "el fin perseguido es luchar contra el dopaje, el cual atenta contra el valor ético esencial del deporte".
La decisión de que las muestras de sangre se entreguen a las cuatro acusaciones ha sido cumplimentada de forma vertiginosa por el Juzgado de lo Penal número 21 de Madrid, al que corresponde ejecutar la sentencia del tribunal de apelación.
Fuentes judiciales han informado a EL ESPAÑOL de que el pasado 28 de junio, sólo dos semanas después de la notificación de la sentencia de la Audiencia, el Juzgado remitió un oficio al laboratorio de control de dopaje IMIM de Barcelona ordenándole la "entrega de muestra suficiente que permita su análisis de los contenidos de todas las bolsas" al RFEC, CONI, AMA y UCI.
La cadena de custodia
Dos días después, el pasado jueves, representantes legales de los dos últimos organismos citados se desplazaron a Barcelona para recibir sus muestras. Los responsables del laboratorio desprecintaron los contenedores y descongelaron las bolsas que se encontraban guardadas allí desde 2006.
El contenido de cada bolsa fue dividido en cuatro partes y, tras su identificación, cada muestra fue introducida en tubos. Finalmente, los tubos fueron distribuidos en cuatro maletines que se precintaron para preservar la cadena de custodia. Los que correspondían a la UCI y a la AMA viajaron de inmediato en un transporte refrigerado hasta un laboratorio homologado por la AMA situado en otro país europeo.
Las fuentes consultadas no han querido precisar dónde se encuentra ese laboratorio pero han asegurado que es un centro acreditado por la Agencia Mundial Antidopaje, organismo que, a diferencia de la UCI, dispone desde hace años de los pasaportes biológicos de deportistas de variadas disciplinas. Por ello, desde la semana pasada la AMA está en disposición de cotejar las muestras de los clientes de Eufemiano Fuentes con las identificaciones que guarda en sus bases de datos.
El último intento de Eufemiano
El doctor Fuentes ha intentado hasta el último minuto que las muestras no salgan del laboratorio de Barcelona.
En un escrito dirigido por su defensa a la Audiencia de Madrid, el médico canario ha solicitado una "aclaración" de la sentencia dictada el 10 de junio al considerar que la orden de entregar las bolsas de sangre a las acusaciones "debe ser un error de transcripción".
Fuentes considera que esas bolsas son de su propiedad y que, al haber sido absuelto, le deben ser devueltas.
"Las bolsas de sangre fueron obtenidas dentro de una relación médico/cliente y es dentro de ese estricto ámbito de intimidad donde deben permanecer", sostiene la defensa de Eufemiano.
A su parecer, "la entrega de las bolsas [a las entidades señaladas] supone una vulneración de los más elementales principios de privacidad, de intimidad y de confidencialidad en la relación médico/cliente por cuanto, habiéndose decretado la absolución libre de Eufemiano Fuentes, lo lícito es la devolución de la totalidad de los efectos intervenidos".
"La entrega de las bolsas a las entidades deportivas no tiene otro fin que el que
éstas procedan a publicar el nombre de los donantes, para su pública y mediática lapidación", se queja el médico, que brama contra la "lapidación mediática de los donantes con el único fin de satisfacer la escabrosidad que esa identificación puede producir a las capas más esperpénticas de la sociedad".
La petición de aclaración presentada por Eufemiano Fuentes no ha sido contestada aún por la Audiencia de Madrid, que muy probablemente la rechazará. En todo caso, Fuentes llega tarde, porque las muestras de sangre de sus clientes ya están en poder de las entidades antidopaje.