Por primera vez en la historia, un atleta español ha sido protagonista en las finales de las pruebas de velocidad de un campeonato de Europa. Como si se tratara de un relámpago, la estela de Bruno Hortelano deslumbró a todo el Estadio Olímpico de Ámsterdam. Su título en el doble hectómetro y el 4º puesto en los 100 metros, son una inyección de adrenalina y energía para el atletismo nacional. Los brotes verdes ofrecidos desde hace tiempo empiezan a dar los primeros frutos.
A sus 24 años, Bruno Hortelano vive entre los dos lados del charco. Nacido en Australia, pero de padres españoles, creció en Canadá hasta la infancia, cuando se mudó definitivamente a Estados Unidos. Allí pasa gran parte del año, donde combina sus entrenamientos a las órdenes de Adrian Durant con la universidad (es licenciado en Ingeniería Biológica por la Universidad Cornell de Ithaca en Nueva York y se dispone a estudiar una segunda carrera, Medicina, a la que ha accedido con una nota de 9,5 en las pruebas de selección).
Hasta esta temporada, el velocista afincado en Norteamérica ya ostentaba la plusmarca nacional de 200 metros (20,47 segundos). Pero su nombre saltó al estrellato de forma estrepitosa hace un par de semanas, cuando se convirtió en el atleta español más rápido de la historia en correr los 100 metros. En la pista azul de Moratalaz, donde se celebra el tradicional meeting de Madrid, Hotelano paró el crono en las semifinales en 10,08 segundos. Rebajó en 6 centésimas el anterior récord de Ángel David Rodríguez, pero una hora más tarde, le volvió a dar un mordisco a ese tiempo.
Con su madre en la grada, Bruno voló en la final para ratificar su excelente estado de forma. Al cruzar la línea de meta, el marcador reflejó 10,06s, dos centésimas más rápido que en la semifinal. En todos los corrillos empezaron a hacerse cábalas sobre cuándo rompería la barrera de los diez segundos, hito que solo un atleta blanco lo ha conseguido en toda la historia: el francés Christope Lemaitre.
Estados Unidos para curtirse
Hortelano se ha forjado como deportista en el competitivo sistema del atletismo universitario estadounidense, una auténtica prueba de fuego para cualquier deportista que quiera llegar a la élite. Durante los inviernos, se prepara en Estados Unidos a las órdenes de Adrian Durant, para volver a España cuando languidece la primavera. En Madrid, reside en la Residencia Blume y su imponente y definida figura flota a diario por las pistas del INEF. Allí comparte pista con Ángel David Rodríguez, el Pájaro, quien tanto le ha ayudado durante su meteórica progresión.
Antes de batir el récord de 100 en el meeting de Madrid, en los planes de Bruno Hortelano solo estaba estipulado correr los 200 metros en Ámsterdam y en los Juegos, pero la cuarta mejor marca con la que se presentaba al Europeo en los 100 le hizo ser ambicioso. Los expertos dicen que el doble hectómetro es su verdadera prueba fuerte. “Uso el 100 y lo entreno para lograr una buena velocidad máxima, un impulso para lanzarme al 200”, explica el atleta.
A Bruno Hortelano no le da miedo ningún reto, ni tampoco ninguno de sus rivales. “No creo en la superioridad atlética de ninguna raza. Ponme uno al lado, del color que sea, y saldré a ganarlo”, confesó a `El País´en una entrevista. Es un competidor nato, predestinado a marcar una época en el atletismo español.
Coronación en Ámsterdam
El Europeo de Ámsterdam ha terminado por coronar a Bruno Hortelano como una gran promesa que ya es real. El jueves hizo historia al ser el primer atleta con la camiseta de España en colarse en una final de los 100 metros lisos. Un español entre los más veloces de Europa. La gesta no pudo ser redondeada con una medalla, pero al joven velocista todavía le quedaba otra bala más.
En las eliminatorias del 200, controló la carrera como quiso. Durante la semifinal, batió su propio récord de España (20,39s), presentando firme candidatura para subir al podio. Cuando caía la noche en el Estadio Olímpico de la ciudad holandesa, tras una carrera de menos a más, recogiendo cadáveres, Hortelano cruzó la línea de meta en segunda posición -Churandy Martina sería descalificado a la postre-. Ya había hecho historia.
El siguiente reto de Hortelano está fechado en Río. Allí se enfrentará a los Usain Bolt, Justin Gatlin y compañía, los deportistas más rápidos del planeta. Pero el nombre de Bruno ya no es un desconocido para el atletismo mundial. Que nadie se sorprenda con lo que pueda conseguir este muchacho de 24 años. El futuro le pertenece.