Minutos después de que Mario Mola se sucediese a Javier Gómez Noya como campeón del mundo de triatlón, la Federación Española exigió que los hermanos Brownlee fuesen descalificados. ¿El motivo? El desfallecimiento de Jonathan a falta de 500 metros para llegar a la meta, que Alistair trató de subsanar agarrándole por el hombro para ayudarle a cruzar la meta.
Aquel épico final de carrera en Cozumel -última prueba del campeonato mundial- acabó con un ganador inesperado de la carrera, el sudafricano Henri Schoeman, y un Jonathan Brownlee exhausto en la meta tras finalizar segundo y tener que conformarse con el subcampeonato. España apeló entonces el resultado de los Brownlee que, de todos modos, no impedía a Mola ser el campeón.
Sin embargo, Fernando Alarza -noveno en la prueba- sí que se jugaba algo: pasar de ser tercero en la general a segundo. Si Jonathan Brownlee hubiese sido descalificado, él habría logrado el segundo cajón del podio, por detrás de Mola. La Federación Española se amparó entonces en el punto 2.2 del apartado A del reglamento, que prohíbe a los triatletas recibir ciertas ayudas de otros atletas.
"La asistencia por parte de personal de la organización y oficiales técnicos está permitida pero limitada a ser una asistencia de bebidas, nutricional, mecánica o médica, sujeta a la aprobación por parte de un delegado técnico o un juez de carrera", afirma el texto, que especifica asimismo los tipos de ayuda -esencialmente mecánica- que se pueden prestar en carrera los triatletas entre sí.
Apelación desestimó la petición española, argumentando que en el artículo 7 del apartado K se especifica que los triatletas entran dentro de quienes pueden prestar ayuda a otros triatletas. Según este punto, está prohibido "aceptar asistencia de cualquiera que no sea un oficial técnico, juez de carrera u otro atleta", dando a entender que en el caso de los Brownlee se produjo una circunstancia amparada por este artículo.
El problema es que en ningún caso se especifica que un triatleta pueda ayudar a otro agarrándolo por el hombro para que pueda caminar... Y tampoco lo prohíbe. En esa indefinición, Apelación decidió mantener el tiempo de Jonathan Brownlee, asegurándole el segundo puesto en la carrera y en la general.
"Nuestro estatuto dice que el triatlón es un deporte individual, y más allá de la épica lo que yo vi no se ajusta a ese espíritu", afirma José Hidalgo, presidente de la Federación Española. Es más, asegura que se presentará otro recurso en el plazo de 30 días establecido para defender el segundo puesto de Alarza en la general. "Jonathan Brownlee no hubiera podido acabar por sí solo", se queja el triatleta.