Carolina Marín ya es campeona de Europa de bádminton por tercera vez. La jugadora onubense conquistó el título continental en Dinamarca derrotando por tercera vez consecutiva a la escocesa Kirsty Gilmour (21-14, 21-12). Así se resarce de su mala suerte en las finales este año (tres perdidas, una no disputada por problemas físicos) y agranda un palmarés que también incluye el oro olímpico en Río 2016 y dos Mundiales (2014 y 2015).
Marín, que no ganaba un título desde la medalla en los Juegos del pasado agosto, no ha dado ni una opción a sus rivales durante el torneo de Kolding. Lo concluye sin haber cedido un solo set. Tras acabar con la galesa Jordan Hart en primera ronda, la turca Ozge Bayrak en octavos y las danesas Natalia Koch Rohde y Mette Poulsen en cuartos y semifinales respectivamente, la española no tuvo piedad de Gilmour. Al igual que en 2014 y 2016, la derrotó en dos sets, sin concesiones.
Con sus ya característicos gritos como mejor aliento posible, la mejor jugadora de bádminton de nuestra historia da un paso de gigante de cara al próximo gran reto marcado en rojo en su calendario: el Mundial de Glasgow, que se disputará entre el 21 y el 27 de agosto en Escocia, precisamente el país natal de su rival este domingo.
Para alzar su tercer título mundial consecutivo, Marín tendrá que mejorar sus prestaciones ante las jugadoras asiáticas, su gran quebradero de cabeza este curso. Sobre todo, la taiwanesa Tai Tzu Ying, actual número uno del mundo y que ya le ha ganado dos finales en 2017 (Malasia y Singapur). También la india Pusarla Venkata Sindhu, que acabó con la española en Nueva Delhi.
Carolina también accedió a la final del Abierto de Alemania, pero no pudo disputarla por lesión. En el All England, uno de los torneos de bádminton más prestigiosos, vivió su peor momento de lo que va de año: cayó eliminada en cuartos de final. Sin embargo, la jugadora natural de Huelva ha vuelto a brillar en una de las grandes citas de su temporada. Gracias a este primer título del año, ya es la única mujer junto a la danesa Camille Martin que cuenta en su haber con tres entorchados europeos. Los gritos de Marín señalan el camino: lo mejor aún puede estar por llegar.