La selección española femenina de balonmano encajó su primera derrota en el Mundial de Alemania, tras caer este martes por 19-17 ante Rumanía, en un encuentro en el que el conjunto español pagó con la derrota su falta de acierto ofensivo.
Un problema especialmente preocupante en la primera mitad, en la que España encadenó casi 18 minutos sin anotar, un dato que pareció convertir en una quimera cualquier posibilidad de alcanzar una victoria que las "guerreras" acariciaron con los dedos en la segunda mitad.
Pero tras hacer lo más difícil y meterse de nuevo en el partido, la falta de acierto ante el gol condenó al conjunto español a una derrota (19-17) que, sin embargo, no puede ocultar el carácter competitivo que mostró el equipo ante uno de los "grandes" del balonmano femenino mundial.
Aunque para doblegar a rivales de la talla de Rumanía o Francia (próximo rival del equipo español), las de Carlos Viver deberán mejorar exponencialmente su efectividad en el lanzamiento. Donde no dejaron ninguna duda las "Guerreras" fue en defensa, la tabla de salvación a la que se aferró el conjunto español, que nunca mostró la menor duda de cómo contener al conjunto rumano.
Una tarea en la que volvió a jugar un papel fundamental la guardameta Silvia Navarro, que con sus intervenciones blindó definitivamente un sistema defensivo en el que las jugadoras españolas brillaron tanto por su agresividad como por su inteligencia.
Toda una muralla que sólo lograron agrietar las dos exclusiones casi consecutivas con las fue sancionada Lara González, cuatro minutos de inferioridad numérica que Rumanía no desaprovechó para dar la vuelta al marcador (8-6) con los tremendos latigazos de Neagu.
Pero ni con ventaja en el marcador se sintieron cómodas las balcánicas ante la defensa española, tal y como confirma el único tanto que las del español Ambros Martín, el entrenador rumano, sumaron en los últimos diez minutos del primer, gracias a un lanzamiento de portería a portería de la pivote Crina Pintea.
Una cifra paupérrima, pero incomparablemente mejor que la del equipo español, que desde que firmó a los doce minutos el 4-6, encadenó casi dieciocho minutos sin anotar. Y no por falta de oportunidades, pero unas veces la portera Yuliya Dumanska, que detuvo dos penaltis a Carmen Martín y Nerea Pena, y otras la falta de acierto ante la portería rival condenaron a la selección española a la sequía más absoluta.
Desacierto con el que se encargó de acabar la lateral Mireya González con un gol en el último segundo del primer tiempo (9-7), que pareció devolver de nuevo la inspiración ofensiva a las españolas. Tal y como confirmó el parcial de 0-3 con el que España arrancó el segundo período y que permitió a España situarse, tras muchísimos minutos, de nuevo por delante en el marcador (9-10)
Un tanteador en el que España llegó a gozar de una máxima renta de dos goles (12-14) mediada la segunda mitad, algo impensable tras lo ocurrido en el primer tiempo.
Pero la irrupción de Neagu, a la que España logró contener durante los primeros dieciocho minutos de la segunda mitad, condenó a las "guerreras" a un agónico final de encuentro, en el que el conjunto español volvió a pagar su falta de efectividad.
De hecho, la selección española, que llegó con empate (17-17) en el marcador a los últimos cinco minutos de encuentro, no volvió ya a marcar. El resultado final reflejó como poco las virtudes y carencias de estas "Guerreras", infranqueables en defensa, pero con mucho camino todavía por delante a la hora de atacar.