Anna Tarrés dio a España tres platas y un bronce olímpico en su etapa como seleccionadora y directora técnica. Es decir, llevó a la selección de natación sincronizada a codearse entre las mejores. Sin embargo, nunca sintió nada. Trabajó durante 15 años en la Federación Española de Natación (de 1997 a 2012) y después, tras ser destituida y recibir una indemnización de 383.300 euros por despido improcedente, siguió su camino clasificando a las ucranianas para los Juegos Olímpicos de Río. Ahora, también sigue vinculada al que siempre ha sido su deporte, pero no descarta formar parte de una posible República Catalana.



De primeras, la exseleccionadora española ha aceptado la propuesta de Carles Puigdemont para formar parte de la lista de ‘Junts per Catalunya’ que se presenta a las elecciones del próximo 21 de diciembre. A ellos dos los acompañará también como segundo el presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez, encarcelado desde el pasado 16 de octubre por un presunto delito de sedición.



Con este paso, Anna Tarrés deja patente lo que siempre ha pregonado de una u otra forma: es partidaria de la independencia de Cataluña. “Nosotros nos sentimos cornudos y apaleados. ¿Qué hemos hecho para merecer esto de España? Estamos asfixiados a nivel fiscal y económico. En mi casa siempre hemos visto Cataluña como la nación que perdimos hace 300 años”, ha reconocido en más de una ocasión. Y ha añadido, tras presentarse con 'Junts per Catalunya': "Puigdemont es nuestro líder y maestro; iremos tras él", en declaraciones a LaSexta. 



Pero ha ido más allá en sus palabras. Anna Tarrés, al ser preguntada por su etapa con la selección, siempre ha dejado clara su postura: “Que sonase el himno significaba que habíamos conseguido nuestro objetivo, pero no se me encogía el corazón de ninguna manera. (La natación) forma parte de una estructura muy potente nacida en Cataluña de la que se aprovechó el gobierno español”.



DESPIDO IMPROCEDENTE



Anna Tarrés fue destituida en 2012 por supuestas malas prácticas a raíz de 15 de las nadadoras que habían estado a su cargo. Ellas publicaron una carta titulada ‘Cuando se puede evitar un mal es necedad aceptarlo’ en la que denunciaban que la seleccionadora las había insultado: “¡Fuera del agua, gorda, vete a psicólogo!”, “¡No vengas aquí a hacerte la estrecha si te has follado a todo lo que se mueve!” o “esa medalla no te la mereces, no has hecho nada para conseguirla… Es para mi hija, que le hace mucha ilusión”.



Después, y tras su despido declarado improcedente, la exseleccionadora seguirá vinculada a la natación, pero también podría formar parte del Parlamento Catalán junto a Carles Puigdemont. Aun así, ya ha dicho que no le importaría volver a trabajar para España aunque Cataluña, como ella quiere, se independice.

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