El luchador de wrestling, Shawn Phoenix, ha sido el protagonista de uno de los peores sucesos de esta semana. Phoenix saltó desde lo más alto del ring hacia su adversario, pero calculó mal y cayó directamente chocando su cabeza contra el suelo, provocando "fractura de cráneo, una hemorragia cerebral y perdida auditiva permanente en un oído", como relataba el luchador en sus redes.

Shawn Phoenix ha sido dado de alta después de seis días ingresado. El wrestler tranquilizó a sus seguidores por sus redes sociales con el siguiente mensaje: "Los riesgos en la lucha libre (wrestling) son reales y los accidentes pueden ocurrir. Estoy bien... soy irrompible".

La lucha libre siempre ha sido un deporte lleno de controversia, las mejores empresas de este deporte tienen muchas normas que los luchadores tienen que cumplir para no poner en juego su integridad ni la de su oponente. Sin embargo, las empresas menores, buscan un mayor espectáculo, dando lugar a graves incidentes.

El público siempre busca los movimientos más espectaculares o las peleas que parecen más reales, pero los luchadores también son personas y las empresas de wrestling deberían poner por delante la salud de sus trabajadores que el espectáculo y el beneficio económico. 

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