Hay fechas que quedan para siempre no solo en los libros de historia, sino también en las cabezas de todas las personas. Una de ellas es el 11 de septiembre del año 2001. Echando la vista atrás no es complicado hacer memoria y recordar dónde o qué se estaba haciendo en aquel momento en el que dos aviones se estrellaron contra las Torres Gemelas y otro más impactó contra el Pentágono.
El nuevo mundo ardía al tiempo que las imágenes de terror recorrían todo el planeta a la velocidad de la luz. Pánico y muerte entre una tiniebla de cenizas y oscuridad que solo era el principio de lo que estaba por llegar. El mundo entró en guerra aquel día, en una gran guerra no al estilo de las anteriores, pero que ha traído consigo aún más muertes, más atentados y más miedo.
La vida no volvería a ser igual para nadie. A los atentados en Estados Unidos, le siguieron otros como el de Madrid el 11 de marzo del 2004 o los de París más recientemente. Aquel 11-S cambió la vida de la mayoría. Una página en blanco de un nuevo libro y esto se expande hasta el mundo del deporte. Nombres como los de Michael Jordan, Tom Brady, Ian Thorpe o Lleyton Hewitt son solo algunos de los que aquel día quedaron marcados.
Ian Thorpe
La historia de esta leyenda en la natación pudo cambiar de forma radicarl. Durante su carrera, Ian Thorpe logró ganar cinco medallas de oro en los Juegos Olímpicos, así como once metales dorados en los Mundiales. Además, es el único, junto a Michael Phelps, que ha sido nombrado Nadador del Año en cuatro ocasiones.
El australiano puede decir que volvió a nacer aquel 11 de septiembre. Entonces Thorpe se encontraba en Nueva York y se dirigía a las Torres Gemelas para visitarlas. A la salida de su hotel se dio cuenta que no llevaba la cámara de fotos con él y volvió a su habitación para cogerla. Unos veinte minutos que acabaron por salvarle la vida, ya que en ese tiempo de demora se produjo el atentado.
Tom Brady
Dos días antes de aquella fatídica fecha, la NFL arrancó una nueva temporada. Tan solo unas horas después del Monday Night ocurrieron los atentados que asolaron Estados Unidos. Fue entonces cuando se decidió que la segunda jornada se aplazase. Cuando la competición se reanudó ocurrió un capítulo que cambió la liga de fútbol americano tal y como se conocía.
El quarterback titular de los New England Patriots, Drew Bledsoe, cayó lesionado y en su lugar entró un por entonces desconocido Tom Brady. El '12' no volvió a sentarse en el banquillo nunca más y ya en aquella temporada llevó a los Pats a ganar su primer anillo de la Super Bowl. El resto es historia.
Lleyton Hewitt
El australiano se proclamó campeón del US Open el 9 de septiembre de ese 2001 tras vencer a Pete Sampras en la final. Aunque las míticas fotografías como vencedor del Grand Slam se esperaban hacer el día 11, se decidió que Hewitt realizase la sesión fotográfica el día 10. Así el tenista se convirtió en el último en fotografiarse junto al trofeo del cuarto grande del año en la temporada de tenis en las Torres Gemelas, en Nueva York.
Michael Jordan
La NBA, así como otras grandes ligas estadounidenses, echó el cierre. En aquellos momentos se encontraban en pretemporada, pero todas las actividades fueron suspendidas. Por aquel entonces, Michael Jordan tenía planeado dar una rueda de prensa para anunciar su regreso a las canchas.
El mejor jugador de todos los tiempos de baloncesto hizo oficial su vuelta después, para comenzar una aventura en los Wizards tras su brillante carrera en los Chicago Bulls. Jordan dijo que todo lo que ganase con la franquicia de Washington iría destinado a los afectados por los atentados -cerca de un millón de dólares por temporada-.
Ryder Cup
Una competición histórica que no ha vuelto a ser igual después de lo sucedido en Estados Unidos fue la Ryder Cup. El mítico torneo de golf que enfrenta al equipo de EEUU con el de Europa se disputaba cada dos años, siempre en número impar. A partir de aquel terrible suceso, este evento tuvo que celebrarse en 2002 y desde entonces siempre lo ha hecho en años pares. Antes de esto solo había sido suspendida por la Segunda Guerra Mundial.
Champions League
Aquel martes 11 de septiembre dio inicio una nueva temporada de la Champions League. La máxima competición continental siguió su curso con partidos como el que disputó la Roma contra el Real Madrid en el estadio olímpico de la capital italiana. Antes de cada encuentro se guardó un minuto de silencio, pero muchos lo catalogaron como un gesto insuficiente para el alcance de lo ocurrido al otro lado del Atlántico.
Tras el eco que se produjo por la desacertada decisión tomada por la UEFA, los partidos del miércoles de la Champions fueron suspendidos, así como los que tenían que disputarse el jueves, correspondientes a la entonces conocida como Copa de la UEFA. Esto acabó afectando a otras competiciones nacionales como la Copa del Rey en España.
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