Las internacionales malagueñas Sole y Marta López expresaron este miércoles su alegría y orgullo por la medalla de plata conquistada con la selección española de balonmano en el Mundial de Japón, un hito que aún están asimilando y con el que destacaron que han "hecho historia".
Sole, capitana del Rincón Fertilidad, y Marta, extremo del Ramnicu Valcea rumano, fueron recibidas en el Palacio de Deportes José María Martín Carpena, tras llegar en la noche del martes a Málaga desde Madrid, por distintas autoridades como la concejala de Deportes de la ciudad, Noelia Losada, y el presidente de la Diputación, Juan Carlos Maldonado.
En conferencia de prensa, tras la que ambas jugadoras posaron con sus medallas de plata y la camiseta de las Guerreras, Sole López, de 27 años, afirmó que para ella "ir a la selección ya era un sueño, así que imaginad jugar la final de un Mundial: es lo más grande que he hecho en mi carrera", subrayó.
"Conforme van pasando las horas nos vamos dando cuenta de lo que significa esta plata y cada vez la valoramos más", resaltó la extremo izquierda, en lo que incidió su compañera Marta.
La también extremo malagueña indicó que han tenido poco tiempo para saborear la plata conseguida, aunque, una vez que aterrizaron en Madrid y ahora con el regreso a Málaga, "con los recibimientos, te das cuenta de que lo que has hecho no es cualquier cosa".
Marta López reconoció que aún están "asimilando" que han "hecho historia" y que son "las primeras en alcanzar algo así", con lo que resaltó que ha sido su "mejor Mundial" con la selección.
Medalla histórica
Su paisana Sole López le dedicó la medalla a su familia y a su equipo, el Rincón Fertilidad Málaga, aunque también "va para una persona que todos saben", ya que "este año fue especial", dijo en recuerdo del malogrado Diego Carrasco, fallecido hace unos meses y que fue su entrenador en el equipo malagueño.
Sole admitió que no esperaba disputar el Mundial, porque "hace año y medio" ni se "imaginaba llegar a la selección" y su primera competición fue el Europeo de 2018, un torneo en el que no estuvo su compañera Marta, con una trayectoria más amplia en el equipo nacional, ya que "hubo un cambio generacional brusco, y eso necesita trabajo y tiempo".
Sin embargo, añadió Marta López, al final entró en la convocatoria del seleccionador Carlos Viver y percibió "una madurez" que consideró que "ha sido lo que ha hecho que el equipo haya dado la cara en los momentos difíciles".
[Más información: El camino de España para conseguir su billete a Tokio 2020 tras caer en el Mundial de balonmano]