Tres lesiones graves de rodilla. Pocos deportistas han pasado por el calvario de María Hidalgo, una de las promesas españolas del snowboard. Esta joven de 22 años ha estado varios meses en el dique seco tras romperse el cruzado anterior derecho, lo que le hizo, entre otras cosas, no estar en los Juegos de Pyeongchang.
Con toda una carrera deportiva aún por desarrollar, la catalana es la única representante española en la élite mundial de Slopestyle y Big Air y ya cuenta con importantes podios europeos e internacionales.
Hidalgo ha vivido suficientes experiencias que la han curtido y conoce bien los altibajos que implica una carrera deportiva al más alto nivel. Todos estos duros contratiempos se explican en 'Inside Me', un documental que narra, desde un punto de vista cercano y personal, el proceso de rehabilitación físico y mental por el que María ha pasado a lo largo de los últimos dos años. EL ESPAÑOL ha hablado con ella.
¿Quién es exactamente María Hidalgo?
Soy una chica de 22 años que siempre le han gustado los deportes. Desde pequeña he sido muy activa en cualquiera. Hice también esquí alpino y decidí escoger el snowboard. Poco a poco, fui compitiendo más hasta empezar una trayectoria profesional.
¿A qué más te dedicas a parte de practicar snowboard?
Sí. Estudio una carrera de marketing y comercio internacional. Ahora mismo estamos a mitad de temporada, he grabado un documental llamado 'Inside Me' y empezaré a competir a mediados de febrero
¿Por qué elegiste el snowboard?
Necesitaba algo más del tenis o esquí alpino y lo encontré en el snowboard. Me ha dado una libertad que no tenía en otros deportes y me enganchó. Lo llevo practicando desde los 11 años.
¿Qué es el slopestyle?
Se trata de ejecutar los trucos más técnicos y difíciles posibles alcanzando la mayor altura en los saltos.
¿Y el Big Air?
Consiste en bajar una colina o rampa con una tabla de snow realizando trucos o saltos largos.
¿Qué significa para ti el snowboard?
Lo es todo en mi vida. Es la razón por la que me esfuerzo todos los días y es lo que ha hecho que haya evolucionado en los últimos años.
¿Cuál es tu gran objetivo en tu carrera?
Ganar una medalla importante e ir a unos Juegos.
¿De qué va exactamente el documental?
Es un proyecto que nace de mi última lesión de ligamento cruzado y menisco, la tercera que sufría, en noviembre de 2018. Desde entonces, empezamos a grabar un documental biográfico que explica todo esta transición hasta volver a la nieve.
¿Cómo se recupera alguien de tres lesiones tan graves?
Es muy duro y es una historia de superación tremenda. Uno tiene mucha incertidumbre pensando si la rodilla va a quedar bien y si voy a ser capaz de seguir, pero hay que remar y luchar y eso he hecho.
¿Tu amor por el snowboard te ayudó a superar las lesiones?
Sí. No he sido consciente de cuánta pasión tenía por hacer snow, cuánto me gustaba, hasta que me di cuenta de todos los esfuerzos que he hecho para volver. El amor que tengo por este deporte es muy grande.
¿El snowboard es lo que te sigue ayudando a estar viva y a seguir viviendo?
Sí.
¿Llegaste a tirar alguna vez la toalla con todas las lesiones?
Siempre que me he visto en el momento de romperme la rodilla de nuevo, la primera cosa que te viene a la cabeza es el miedo a que se haya acabado. Pero siempre he encontrado los motivos para recuperarme y volver.
¿Estas lesiones te pueden costar la trayectoria deportiva?
Sí. Otros compañeros se han lesionado y lo han tenido que dejar. Siempre existe incertidumbre cuando entras en el quirófano de no saber si todo va a salir bien.
¿Cómo te encuentras ahora?
Recuperada al cien por cien y en un gran momento de forma
¿Qué te dijeron los médicos cuando te recuperaste?
La primera vez que me rompí la rodilla, me dijo el médico que si volvía a ocurrir se me iba acabar la carrera. Pero al final no ocurrió.
¿Cómo ves el futuro del snowboard en España?
No es un deporte muy famoso, pero cada vez se va viendo más, hay más chicos y chicas que empiezan a practicarlo y quieren llegar a la alta competición.
¿Estáis expuestos a que os pueda pasar algo como lo de Schumacher?
Sí, corremos ese riesgo. Nosotros llevamos casco y protecciones, pero realizamos saltos muy grandes y ya he visto a gente que ha tenido lesiones gordas. A veces se golpean en la cabeza, se quedan unos segundos inconscientes y tienen que ir al hospital a descansar. Golpearte la cabeza es fácil, sabemos que existe este riesgo.
Cuando ocurrió lo de Schumacher, ¿tuviste miedo?
Nosotros tenemos miedo constante, aunque hay mucha gente que se cree que no lo tenemos. Existe mucha tensión y sabemos que las cosas pueden ir mal. Superamos esos miedos a lo largo del día y eso es lo que nos engancha.
¿Se siguen comentando cosas sobre lo ocurrido?
Cuando ocurrió, sí, ahora ya no. Eso sí, tenemos muchas historias cercanas donde hay personas que han acabado en silla de ruedas y no pueden seguir haciendo snowboard por las lesiones y por golpes en la cabeza. Y sé que ha habido compañeros que han muerto.