Los deportes de invierno no son algo que en España acapare a miles o millones de aficionados frente a sus televisores. Pero sí ha habido profesionales dentro de estas disciplinas que se convirtieron por sus éxitos en orgullo nacional. Sin ir más lejos, los ya fallecidos hermanos Fernández Ochoa, Paquito y Blanca. Pero hubo otro esquiador que se convirtió en héroe patrio de la noche a la mañana.
Johann Muehlegg (49 años, Alemania) es el protagonista de esta escandalosa historia. En poco tiempo pasó de ser el gran ídolo nacional a ser repudiado por todos. Con el esquí de fondo como su disciplina favorita, el germano dejó de competir bajo la bandera alemana para hacerlo con la española después de conseguir la nacionalidad. 'Juanito' le comenzaron a llamar entonces.
Antes de eso, Muehlegg se debatió de niño entre el esquí y el atletismo, pero decidió centrarse en el primero con el objetivo de llegar a ser uno de los más grandes de este deporte. Con Alemania disputó los Juegos Olímpicos de invierno de 1992, 1994 y 1998, logrando en esta última edición un diploma. Discrepancias con la Federación germana le hicieron acabar representando a España.
De Johann a 'Juanito'
Su buena relación con el equipo de esquí de fondo español acabó con Muehlegg solicitando la nacionalidad para poder competir bajo la bandera rojigualda. Fue inscrito en la Federación de Murcia y así los trámites se agilizaron para que en el año 1999 tuviese la doble nacionalidad, comenzando así el inicio de un sueño camino a los Juegos de Salt Like City 2002.
En 1999 ganó la Copa del Mundo; en el Campeonato del Mundo de Esquí Nórdico, en el 2001, se llevó el oro en 50 kilómetros y la plata en los 20 km persecución; y así el llamado Johann Muehlegg se convirtió en toda España en 'Juanito'. De ahí a colgarse al cuello tres medallas de Oro en los Juegos Olímpicos del año 2002.
El primer metal dorado le llegó en la prueba de 30 kilómetros libre, la segunda presea en los 20 km persecución y la tercera, y última, en los 50 kilómetros clásicos. Tres medalla que podían haber significado la explosión del interés español en los deportes de invierno, pero 'Juanito' volvió a convertirse en Johann Muelhlegg el mismo día que consiguió ese tercer oro en Salt Lake City.
El dopaje y un fraude nacional
El esquí de fondo pasó de ser una disciplina que no acaparaba ni minutos en los telediarios a ser motivo de orgullo a lo largo y ancho del territorio español. Pero todo ello se truncó cuando la sombra del dopaje comenzó a alargarse con cada minuto que pasaba. El nuevo gran 'Juanito' de España lo había hecho. Un 'Juanito' que incluso se llevó las felicitaciones del por entonces Rey Juan Carlos I y el que fuera presidente del Gobierno José María Aznar.
El deportista que había logrado en pocos días más medallas en unos Juegos Olímpicos de invierno para España que en toda su historia se convirtió en vergüenza nacional. Ya nadie quería ver vinculado el nombre de Johann Muehlegg con el deporte español y todo por un positivo en un control antidopaje, por el que la Federación Internacional de Esquí le sancionó con la retirada de la última de sus medallas y dos años sin poder competir.
Después le quitaron sus otros dos oros en los Juegos de invierno del 2002, pero para entonces ya nadie en España hablaba sobre el que antes era su 'Juanito'. Ni portadas ni minutos ni tertulias con los amigos, su nombre quedó desterrado, pese a que él mantuvo entonces que no había sido consciente de haber ingerido darbeopoetina -una especie de EPO indetectable de la época-.
Un largo olvido
Siempre se dijo durante aquellos años que el equipo de esquí español no veía con buenos ojos a Muehlegg. Que este se preparaba al margen de sus compañeros con sus propios preparados y que aunque era correcto con todos, no era uno más de la piña nacional. Pero sus éxitos pesaron más hasta esos Juegos Olímpicos e incluso años después, en 2006, fue inscrito con España para participar en los Juegos de Turín, pero este acabó dando un paso a un lado por no sentirse apoyado por la Federación.
El esquiador se fue después de todo a vivir a Brasil y allí fundó una empresa que se dedica a la construcción y a la venta de inmuebles. El mismo Muehlegg que en su día dijo que confirmaría su inocencia deslizó años después que sí se dopó en Salvados, pero "como todos" comentó entonces. Lo cierto es que una de las mayores decepciones en la historia del deporte español no quiere saber nada de la vida pública: "No quiero hablar sobre lo que pasó, lo he dejado todo detrás de mí".
Vida tras el escándalo
Ese paso a un lado le llevó hasta Brasil. Durante tiempo fue una incógnita dónde se encontraba el famoso esquiador y fue un medio sueco el que destapó qué hacía después de su polémica carrera. Expressen le localizó en el gigante país sudamericano. Su familia ya se había visto perjudicada por el escándalo de dopaje de Johann, tanto que su madre se cambió el apellido a Eiband para salvar su negocio hotelero.
Este panorama fue el que llevó a Muehlegg hasta el país brasileño. Allí no conocían quién había sido Johann en su pasado, ya que mientras en Alemania y los países del norte de Europa el esquí de fondo es muy popular, en Brasil es prácticamente desconocido. Fue así como el que fuera una vez 'Juanito' creó la empresa Jericons Construçoes.
Sus trabajadores le definen como "un buen hombre", el cual se muestra atento con cada uno de ellos. La empresa se encarga de construir y vender casas, un trabajo que reporta múltiples beneficios. Y no solo casas, sino también hoteles. Fue sobre todo a raíz del Mundial de Brasil en el año 2014 cuando Johann Muehlegg amasó una 'pequeña' fortuna y no solo eso, también formó una familia con su mujer brasileña y su hija. Una nueva vida para un héroe caído.
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