En muchas ocasiones la vida te pide un descanso para poder pensar y dedicarse a uno mismo. Hay personas que optan por parar y otras por seguir. La primera opción fue la que tomó Garazi Sánchez, la mejor surfista española.
Nacida en Getxo en 1992, el surf comenzó como un juego para esta vasca. Fue con 7 años cuando empezó a introducirse en el mar y a esquivar sus primeras olas. Sin apenas presión, uno de sus sueños era viajar a Australia, uno de los mejores países en el mundo para poder hacer surf. Mientras tanto, pasaba los fines de semana en una playa cercana a su casa.
"Tuve la suerte de que a mis padres les encantaba la naturaleza, ya que son escaladores y nos íbamos con la furgoneta por ahí. Me propusieron surfear y acepté, aunque en esa época no era algo habitual y menos siendo una mujer", comenta en una entrevista para EL ESPAÑOL.
Los años fueron pasando por Garazi hasta que cumplió la mayoría de la edad, momento en el que tuvo que parar y dejar de hacer surf, ya que entendió que la vida era eso o todo lo demás.
"Paré durante casi dos años y prácticamente ni iba a la playa. Alguna vez me acercaba con la moto, pero solo para mirar sin parar. Quería alejarme de todo eso. Parece que con esa edad tienes que decidir toda tu vida, y con los años te das cuenta de que hay mucho tiempo por delante para cambiar", dice.
"Tenía otras inquietudes y me parecía muy sacrificado dedicarme a una sola cosa como hacía con el surf. Tenía que saber quién era sin ello. A veces el deporte te hace crecer muy rápido y no saber quién eres. Necesitaba tener vida normal con mis amigas y dejar de lado esas emociones de la competición con las que no podía vivir. El hecho de verme capaz de poder vivir sin el surf hizo que me pudiese liberar", expresa.
Reflexionar y estar alejada de las olas fue un punto de inflexión en su vida y en su futuro hasta que volvió a recuperar ese amor y esa pasión que había tenido años atrás. Pero un accidente inesperado le acabó cambiando la vida, pero para bien. Esta es su historia.
¿Ha cambiado mucho el surf con el paso de los años?
Cuando empecé, para una mujer era muy complicado todo. Pero hoy en día el papel de la mujer en todos los deportes ha cambiado mucho. Estamos en una revolución gigante y tengo mucha suerte de vivirla. Esta revolución es gracias sobre todo a las que empezaron antes que nosotros.
¿Qué recuerdas de tu accidente en Francia?
Fue un accidente que me dejó casi sin mover las piernas, por lo que me pude quedar paralítica. He tenido que volver aprender a andar. Pasó en un momento en que mi carrera estaba despegando y todo había alcanzando mucha velocidad, por lo que la lesión me vino incluso hasta bien, ya que estaba en una época parecida a cuando lo dejé con 18 años. Conocerme a mí misma sin el surf ha sido todo un descubrimiento. Fue totalmente un aprendizaje y vi también que me quería sin el surf.
¿Cómo consigue salir alguien de algo como lo tuyo?
El tener gente que te quiere y te aporta cosas positivas y constructivas para mí ha sido algo primordial. Eso sí, también tiene que querer uno mismo.
¿Cómo fue el momento de volver a surfear tras recuperarte de la lesión?
Tenía cierto miedo y echaba mucho de menos estar sentada esperando una ola. Empecé a darme cuenta de la suerte que tenemos los surfistas y a apreciar cosas que nunca me había parado a pensar.
Cuando compites, ¿tienes algo de miedo por todo lo sucedido?
No. Porque si me vuelve a pasar, saldría de una manera u otra. Soy una persona más feliz de lo que era antes. Tengo más miedo de que mi vida coja otra vez esa velocidad antes del accidente y que no sepa pararla. El accidente fue una señal de que estaba empezando a tener prisa por todo y a pensar en el futuro. La lesión fue un punto de inflexión en mi vida y me ayudó para bien.
¿Qué significa poder ir a los JJOO de Tokio?
Fue una noticia increíble y nos ha dado una oportunidad alucinante. Es el sueño de cualquier deportista, aunque aún tengo que esperar a mayo para saber si voy o no.
El 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer, ¿has sentido alguna vez que el surf era un deporte de chicos y que estabais discriminadas?
El surf siempre ha estado muy sexualizado por el tema del bikini. Antes, si te gustaba el surf, no podías ser una chica femenina, te miraban incluso hasta mal porque había otro pensamiento. Era raro ver a una chica haciendo surf.
Si eres mujer, a lo largo de la vida habrás sufrido insultos o actitudes machistas. Nuestra obligación y responsabilidad es tratar de unirnos y quejarnos de alguna manera. Hay que hacer hincapié en las cosas que están mal y educar. Deberíamos fomentar que las niñas no dejen el deporte y que tengan referentes femeninos.
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