El deporte femenino sigue creciendo día tras día. Cada vez son más las mujeres que se abren hueco entre muchos hombres demostrando que están capacitadas para competir a su altura e incluso contra ellos.
Eva Moral, triatleta paralímpica desde hace unos años y abogada de profesión, tuvo un accidente el 29 de septiembre de 2013 que le acabaría cambiando la vida. "Me apunté a una ruta cicloturista por la sierra de Madrid. Era un día normal, lo que pasa es que empezó a llover y bajando el puerto de la Morcuera se me fue un poco la bici. Me di contra un quitamiedos, salté por un barranco y paré el golpe con la espalda", relata en una entrevista a EL ESPAÑOL.
Siete metros de caída le dejaron como secuela una lesión medular. "Fui plenamente consciente de la gravedad porque cuando me toqué las piernas no las sentía", explica. De allí fue evacuada al Hospital 12 de Octubre de Madrid donde le informaron nada más llegar que se iba a quedar en silla de ruedas.
Estuvo 20 días en la UVI y 15 más ingresada y tras recibir el alta fue trasladada al Hospital de Parapléjicos de Toledo, donde permaneció seis meses. Tras recuperarse, empezó a competir profesionalmente en triatlón paralímpico y ahora espera acudir a sus primeros Juegos Paralímpicos que tendrán lugar, si el coronavirus lo permite, este año en Tokio. Esta es su historia.
¿Cómo entra el deporte en tu vida?
Lo he practicado siempre. Me ha gustado montar en bici y hacer especialmente triatlón. Además, soy abogada, por lo que lo compagino con el ser triatleta.
¿Qué recuerdas del accidente?
Vivir con mucha incertidumbre ya que no conocía nada del mundo paralímpico. Tenía también un poco de miedo en cómo se lo iba a tomar mi familia, ya que ellos también sufren. Finalmente todo salió bien y ha sido el deporte, especialmente el triatlón, lo que me ha hecho salir adelante.
¿Cómo fueron los primeros meses de recuperación?
Fueron duros. Cuando dije que quería seguir haciendo deporte, nadie me puso trabas. Durante los primeros meses estás como en una burbuja y con gente incluso peor que tú. Mi familia siempre fue un pilar fundamental en mi vida y no me quedó otra que salir adelante.
¿Qué es para ti el triatlón?
Es mi forma de vida y es un deporte que me encanta.
¿Te ha salvado el deporte?
Sí. Sin el deporte y el triatlón no hubiese salido adelante, me ha salvado la vida. Me ha ayudado física y psicológicamente.
¿Cómo consigue alguien salir adelante de un accidente como el tuyo?
Hay dos opciones: quedarme en mi casa llorando o salir para adelante. Hice lo segundo. Es un sentimiento de supervivencia. Me gusta mucho la vida y no me planteé otra cosa ya que no existía otra opción.
Cuando te recuperas y viste que pudiste hacer triatlón, ¿qué sentiste?
Mucha felicidad. Muchas veces me preguntan cuál es la medalla que más recuerdo o más importancia tiene, y siempre contesto que es el primer triatlón en silla de ruedas que hice. Verme capaz de nuevo de hacer eso fue un sentimiento increíble.
¿Qué te falta para clasificarte para los Juegos?
Poco, pero lo normal es que vaya. Aunque hasta junio no sale la prueba definitiva
¿Qué puede ser para ti estar en Tokio?
Sería la primera vez que voy. Es un sueño, especialmente porque los primeros se recordarán siempre con mucho cariño. Llegar ahí y darlo todo sería ya un logro. Y puestos a soñar, ganar una medalla sería algo increíble
Este domingo se ha celebrado el Día de la Mujer, ¿queda mucho por recorrer? ¿En tu deporte existen muchas diferencias entre mujeres y hombres?
En el triatlón paralímpico no se notan nada las diferencias, ya que nos tratan a todos por igual y, por ejemplo, tenemos el mismo espacio televisivo que los chicos. Nunca me he sentido discriminada. Pero sí que hay mucha diferencia a nivel de otros deportes y a nivel de la sociedad.
¿Queda aún mucho por recorrer en el deporte femenino respecto al masculino?
Sí. Existen diferencias. Hay que darle más visibilidad al deporte femenino y dejar a un lado el pensamiento de que el deporte femenino es como menos deporte. Hay que crear referentes femeninos para las niñas y el hábito de consumir deporte femenino, pero te tienen que dar la oportunidad, porque si no te lo echan, nadie lo consume.
¿Es un orgullo que una niña te diga que quiere ser como tú?
Desde luego. El hecho de que tengan la oportunidad de verse reflejadas en otras chicas es increíble. Yo cuando era más pequeña tenía referentes masculinos.
Por ejemplo, antes no había niñas que querían dedicarse profesionalmente al deporte y se les enseñaba que tenían que ser princesas y que era su máxima aspiración. Ahora no y se ha dejado de estigmatizar que una chica que hace deporte es un marimacho.
Nosotros antes no teníamos la opción de dedicarnos a vivir del deporte sin tener otro empleo. Eso ahora está cambiando poco a poco.
¿Habéis roto el techo de cristal a las futuras generaciones de las niñas deportistas?
Sí. Sigue un poco, pero les estamos poniendo el camino más fácil. Somos el camino a seguir de las futuras generaciones. Tenemos la responsabilidad también de darnos a conocer a través de entrevistas como estas. Muchas niñas se fijan en nosotras.
[Más información: Alfonso Cabello, campeón del mundo de ciclismo adaptado: "He pasado de dar pena a ser admirado"]