Taku Hiraoka, en la ruina: el medallista olímpico que ha roto su carrera tras atropellar a seis personas

Taku Hiraoka es un prestigioso snowboarder japonés que ha conseguido importantes éxitos a lo largo de su carrera profesional. Sin embargo, podría estar muy cerca de perderlo todo debido a una decisión de esas que no se deben tomar nunca. Una condena que arrastrará de por vida por una temeridad gravísima que a punto ha estado de costar graves daños a muchas personas y que a él le ha marcado de por vida.

La historia de Taku es la de un icono en su país. Un profesional respetado y admirado que ha conseguido poner de moda el mundo del snowboard en Japón. Sin embargo, todo estaría muy cerca de terminarse tras un suceso ocurrido el 29 de septiembre de 2019, hace algo más de un año, pero que ha venido al presente para visitarle y para recordarle que debe pagar por lo que hizo aquel día.

El deportista nipón pasó la noche en Osaka bebiendo con unos amigos con los que celebraba una reunión que parecía que no tendría mucha más trascendencia. Así debería haber sido, pero una mala decisión que le perseguirá el resto de su vida le arruinó aquella noche y la mañana posterior. Una ruina que ha alargado su sombra hasta estos días con total merecimiento.

Taku, tras pasar la velada con sus amigos, se marchó a dormir a altas horas de la noche y en unas condiciones que no eran las apropiadas. El snowboarder japonés, a la mañana siguiente y tras haber descansado muy pocas horas, cogió su coche para realizar un desplazamiento sin saber el destrozo que estaba a punto de ocasionar. Otra mala decisión que formaba parte de su cadena de desgracias. Hiraoka cogió su coche y tuvo un importante accidente de tráfico en Katsuragi debido a las malas condiciones en las que todavía se encontraba. Bajo los efectos del alcohol y de la falta de descanso, no pudo esquivar a otro vehículo que se encontraba en la vía, lo que provocó una violenta colisión.

La persona que permanecía dentro del otro coche salió herida y tuvo que ser atendida. Sin embargo, el suceso no se quedó ahí, ya que otras cinco personas que se encontraban cercanas al lugar de los hechos también sufrieron daños provocados por el accidente que había provocado Taku. De esa manera, aquella mañana que ya había comenzado con la mala decisión de coger el coche a pesar de no estar en condiciones terminó con un atropello múltiple en el que se vieron involucradas hasta 6 personas.

Las consecuencias para Taku

Este terrible accidente ha marcado los últimos meses de la vida de Taku y probablemente marque el resto de su vida, ya que podría tratarse del final de su carrera profesional. El snowboarder japonés ha sido condenado a 30 meses de prisión tras los graves hechos sucedidos, aunque, finalmente, el juez le concedió una condena sucedida por el arrepentimiento mostrado por el deportista, que se mostraba destrozado por lo que había hecho y que agradecía no haber causado ningún perjuicio grave a las personas implicadas.

Sin embargo, Taku va a tener que pagar un precio muy alto por lo que ha cometido. A pesar no ir a prisión, la reputación y la imagen pública de un personaje y de un deportista de su talla ha quedado completamente manchada y destrozada, algo que en la sociedad japonesa tiene un valor altísimo. El juez que ha llevado el caso se ha encargado de descalificarle públicamente y de que pierda la consideración de toda la sociedad nipona, dejándole marcado de por vida. Todo el peso de la opinión pública ha caído sobre él.

Las acusaciones del juez han sido muy duras, ya que le ha señalado públicamente como una persona "extremadamente egoísta", de una gran "bajeza moral", además de decirle que ha provocado la decepción en todo el país.

La gravedad del asunto era muy grande, porque tras el accidente en el que habían estado involucradas hasta seis personas, Taku Hiraoka había decidido darse a la fuga para evitar ser pillado, además de no socorrer ni auxiliar a las posibles víctimas de su atropello y de su temeraria conducción.

El fin de una carrera

Taku Hiraoka era considerado como una institución en su país, un deportista respetado y admirado, especialmente por los amantes del snowboard, ya que había conseguido llevar el nombre de Japón hasta las competiciones más importantes del mundo del deporte. Sin embargo, eso estaría muy cerca de cambiar tras lo sucedido en el desastre de Katsugari y provocado por la temeridad y la poca conciencia de Taku.

Hiraoka no solo estaba considerado como una institución por los aficionados japoneses por sus habilidades con la tabla, sino también por sus grandes resultados, ya que había conseguido ser medallista en competiciones muy importantes. En Sochi, en los Juegos Olímpicos de invierno de 2014, había conseguido llevarse la medalla de bronce, mientras que en Stoneham, Cánada, había conseguido la medalla de plata en los Campeonatos del Mundo un año antes. Las dos conquistas se habían producido en la prueba de halfpipe. Además, a estos resultados, sumaba varios podios en diferentes pruebas de gran importancia y había participado también en los Juegos Olímpicos de invierno de 2018, celebrados en Pieonchang, donde terminó en el Top15.

Sin embargo, la carrera de Taku Hiraoka podría haber llegado a un punto muerto tras la condena impuesta por el juez al ser declarado culpable de causar aquel grave accidente y de haberse dado a la fuga. A pesar de no haber entrado en prisión por la decisión del juez de ofrecerle una condena suspendida, ha perdido todos sus contratos publicitarios, los cuales sostenían económicamente su carrera, lo que ha provocado que se haya quedado completamente en tierra de nadie, sin un amparo económico y completamente perdido desde el punto de vista deportivo.

Así es como se ha producido la caída a los infiernos de Taku Hiraoka tras una concatenación de malas decisiones desde aquel encuentro con sus amigos en la prefectura de Osaka hace algo más de un año, las cuales han terminado provocando el final de una carrera, la pérdida de un ídolo y el juicio de toda una sociedad, la japonesa, que perdona menos que ninguna este tipo de conductas que afean la imagen de todo el país.

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