El oscuro adiós de Anderson Silva: el mito de las MMA se retira con derrota, sanción y críticas
El luchador fue derrotado por KO técnico ante Uriah Hall en su último combate y pone así fin a una trayectoria histórica y no exenta de muchas polémicas.
6 noviembre, 2020 01:00Noticias relacionadas
Anderson Silva ha dicho adiós a la UFC y probablemente a las artes marciales mixtas. El considerado por muchos como el mejor luchador de todos los tiempos por su características tan completas y por su gran variedad de finalizaciones, ha salido del octógono para siempre y nunca más se le podrá ver disputando una pelea, salvo que decida dar marcha atrás a su decisión.
El último combate de Anderson Silva fue contra Uriah Hall y el luchador brasileño cayo derrotado en una clara demostración de que su adiós estaba cerca, demasiado para algunos que ya le habían recomendado su retirada tras varios combates en las que las sensaciones no habían sido buenas.
Sin embargo, Silva ha querido seguir alargando una carrera que ya es historia del deporte y de las artes marciales mixtas. Desde ahora, el brasileño ha pasado a ser una leyenda viva después de haber sido durante muchos años el mejor luchador del mundo. Solo quedará saber si una última parte bastante oscura ha podido hacer sombra, aunque sea mínimamente, a una trayectoria tan brillante y plagada de éxitos y victorias.
Se marcha, como todo hace indicar, un mito viviente, un héroe del octógono y uno de los mayores personajes que ha tenido la UFC siempre. Anderson Silva es y será por siempre uno de los mayores talentos que ha pisado un ring en la historia. Para el recuerdo quedará su recuperación tras su terrible lesión y sus estadísticas y defensas del título como su mejor legado, un legado ya imborrable.
Se despide una leyenda
Anderson Silva de despidió del ring en un combate frente Uriah Hall donde tuvo la oportunidad de intentar regalar una victoria a sus aficionados y seguidores, los cuales llevan mucho tiempo sufriendo por su ídolo. La intención de todos ellos es que tuviera una despedida digna a pesar de no estar ni mucho menos en su mejor momento.
Y el luchador brasileño lo dio todo e intentó ganar un combate en el que tuvo varios momentos de lucidez, pero que no terminó con un final soñado para una estrella de su calibre. Tras conseguir realizar dos asaltos de gran valor, su último regalo a los aficionados de la lucha y a todos sus seguidores, terminó sucumbiendo ante el poderío de su rival, el jamaicano de 36 años repleto de fortaleza y fuerza física.
La pegada de Hall fue demasiado para un Silva bastante lento, sin la frescura y la chispa de sus mejores años y que, tal y como critican algunos, ha estirado su carrera hasta el punto de deslucirla completamente. Hall se llevó la victoria por un KO técnico y puso fin al historial de una de las mayores leyendas de la UFC en toda su historia.
El final fue tan emotivo que el propio Hall, después de superar la excitación de su victoria, cayó en la cuenta de lo que significaba ese resultad, un borrón inquebrantable para siempre en la carrera de Silva, que se marcharía con el amargor de haber caído en su última lucha. Por ello, Uriah decidió hacer un reverencia ante el campeón en señal de respeto y admiración y dedicarle unas bonitas palabras: "Gracias por todo lo que has hecho. No tengo palabras para describir el momento. Le tengo que dar todo el crédito al campeón".
Por su parte, Silva también aseguró que se marcha apenado por la derrota, pero agradecido por todo lo que ha conseguido en la lucha durante más de dos décadas de carrera profesional. Sin embargo, lo que no sabía el brasileño es que la derrota no iba a ser lo peor de todo en su despedida. El borrón ha sido tan grande que ha tenido que aguantar muchas críticas y como grandes expertos de la lucha, entre ellos el presidente de la UFC, Dana White, le reciminaban que no se hubiera ido antes.
El propio White reconoció que nunca se perdonará haber dejado subir a ese ring a Silva para medirse a Hall, ya que no estaba en situación de medirse de igual a igual ante un luchador de la potencia de Uriah.
Por si esto fuera poco, Anderson Silva podría cerrar su carrera con una sanción de seis meses tras las lesiones sufridas en su combate frente a Hall. El brasileño terminó con una fractura de nariz y con un profundo corte en la ceja y su sanción será de seis meses si finalmente decide reaparecer en un evento y decide luchar. De esta forma, hasta el mes de marzo no tiene permitido volver a entrenarse.
Un paso difícil
La retirada nunca es un paso fáci de dar y menos si se trata de una leyenda de la talla de Anderson Silva, considerado por muchos como el mejor luchador de todos los tiempos. Ante Uriah Hall, el brasileño consolidó algo que venía meditando desde hace mucho tiempo y que muchos le habían pedido encarecidamente, tanto por su seguridad como por el de su carrera, la cual se ha emborronado en los últimos tiempos.
El propio Silva ha admitido que le ha costado dar este paso, pero que finalmente se vio con la fuerza de tomar la decisión y de decir públicamente que el combate frente a Hall sería el último de su carrera. Tras él, no pudo evitar romperse, especialmente después del gran homenaje del jamaicano.
"He hecho esto toda la vida y lo he hecho con mi corazón. Eso es lo que lo hace tan difícil dejarlo". Así resumía el propio Anderson su sentir tras tanto tiempo siendo el mejor sobre el octógono, destrozando rivales y acumulando récords, unos récords que se han visto dañado por sus últimas aventuras.
El dolor de marcharse con una derrota es aun mayor porque Silva ha perdido los últimos tres combates que ha realizado, un final sin duda nada merecido y que pretendía revertir ante el mexicano, algo que no ha sido posible. Sin embargo, estos resultados son aun peores si se amplía mucho más la mira.
De sus últimas 9 peleas, Silva solo había conseguido ganar una, y salvo otra que no había tenido resultado, el resto habían sido derrotas. Una racha que comenzó en 2013 y que se ha extendido hasta hoy. De esta forma, Silva ha acumulado en los últimos años el doble de derrotas que en los primeros 16 años de su carrera profesional, considerado como lo mejor que se ha visto a un luchador. A pesar de que se rumorea Silva podría tener hasta dos peleas más firmadas con la compañía, el final para él habría llegado ya con esa espina final que nunca se podrá sacar.
Uno de los grandes
Su carrera ha estado siempre plagada de éxitos, especialmente en esos primeros 15 años en los que parecía un luchador prácticamente imbatible. Fue un dominador absoluto, un referente, un innovador, un deportista que entraba al octógono y era capaz de dibujar arte con su cuerpo y a la vez destrozar rivales sin piedad.
Ha sido alguien especial, capaz de ejecutar y crear movimientos que nadie más era capaz de realizar por su elasticidad, su ligereza y su versatilidad, pero todo sin perder su poder destructor y devastador para el resto de rivales. Muchos consideran que Anderson Silva elevó a otro nivel las artes marciales mixtas además de ser resolutivo y ganador.
Ahora, Silva se retira a sus 45 años tras más de 23 en activo. Una carrera que comenzó en el año 1997 y que ha prolongado, quizás en exceso, sobre todo a tenor de sus últimos resultados. Desde aquel 25 de junio de 1997 en Campo Grande, Brasil, donde venció Raimundo Pinheiro, no ha dejado nunca de crecer. Su debut fue tan especial que aquel mismo día sumó también su segunda victoria frente a Fabrício Camoes.
Desde entonces, la leyenda de Silva ha ido construyendo su camino hasta concluir con un récord de 34 victorias y 11 derrotas, de las cuales siete han llegado en el último tiempo en el que ya no ha podido rendir a su mejor nivel. Durante su trayectoria, Silva ha sido campeón del mundo del peso mediano de la UFC en 11 ocasiones. La primera de ellas llegó el 14 de octubre de 2006 frente a Rich Franklin. Después aquel día, llegaron 10 defensas del título consecutivas y un reinado que se prolongó casi 7 años, hasta que cayó derrotado por Chris Weidman el 6 de julio del 2013.
Gracias a este enorme legado, Silva puede presumir de ser el luchador que más peleas por el título ha ganado con 11, y, además, también ostenta el récord del luchador que más peleas seguidas ha ganado en el octógono con 16, casi la mitad de las conseguidas a lo largo de toda su carrera profesional. Números que demuestran que durante mucho tiempo era absolutamente imparable.
Luces y sombras
Anderson Silva está considerado, en números y en sensaciones, uno de los mejores luchadores de siempre. Incluso, algunos no se cortan a la hora de afirmar que él el verdadero número de uno de las artes marciales mixtas. Estos elogios le han caíd de personajes tan relevantes como Dana White, presidente de la UFC y principal crítico con el momento elegido para su retirada.
Otro ilustre de la lucha que le considera el mejor es Connor McGregor. El irlandés, dentro de su fanfarronería habitual, ha llegado a afirmar en alguna ocasión que el único luchador que puede comparársele e incluso llegar a superarle era él, el mítico Anderson Silva que ahora a sus 45 años dice adiós.
Sin embargo, no todo han sido luces en su carrera, especialmente en una segunda parte que ha estado marcada por grande sombras que le han impedido crear un legado todavía mayor. El 6 de julio de 2013 comenzó el declive de Anderson Silva con la derrota en la que perdió el título por primera vez en su carrera. A partir de ese día, todo se torció en su regreso al éxito.
En su siguiente combate, de nuevo ante Chris Weidman, el 28 de diciembre de ese mismo año, Anderson Silva sufrió la lesión más grave de su carrera y una de las peores que se recuerdan en la historia de la UFC. Tras lanzarle una patada baja a Weidman, la pierna de Silva chocó con la de su rival y tanto su tibia como su peroné no resistieron el brutal y impactó y cedieron de una forma terrorífica. Silva perdió aquella pelea por el campeonato con una gravísima lesión, fractura de tibia y peroné, sumó por primera en su carrera dos derrotas consecutivas y vio como su carrera caía en picado.
Aquella gravísima lesión le tuvo apartado más de un año, hasta que consiguió volver el 31 de enero de 2015 en un combate frente a Nick Díaz que debía medir la recuperación de Silva y la posibilidad de que volveria a ser el que había sido antes de aquella terrible fractura en una imagen que dio la vuelta al mundo. Con esfuerzo, Anderson se llevó la pelea por decisión unánime, pero unos días más tarde le fue retirada tras darse a conocer en unos exámenes que había dado positivo por sustancias prohibidas en un control antidopaje realizado el 9 de enero.
Silva negó haber consumido aquellas sustancias y volvió a pasar una prueba, esta vez de forma satisfactoria. Sin embargo, los dos controles siguientes que le fueron realizados, en ambos volvió a dar positivo y en los dos coincidían la sustancia que había hecho saltar las alarmas el pasado 9 de enero. Se trataba de drostanolona, un esteroide anabólico.
Aquel positivo no solo le supuso una sanción de un año y una gran multa, sino que le provocó perder credibilidad ante muchos fans y firmar el mayor borrón de toda su carrera, una mancha que le ha perseguido por siempre en una carrera con muchas luces, pero también con algunas sombras.
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