La historia de Dmitri Muserskiy es una de las más curiosas del deporte. Su altura lleva marcado su vida casi desde que nació, y es que es difícil encontrar a personas que midan lo que este jugador ruso de voleibol y que juega en Japón, donde es todo un ídolo en un país que no destaca especialmente por la atura de sus ciudadanos.
Muserskiy mide 2,18 metros, es decir, casi lo mismo que el pívot del Real Madrid 'Edy' Tavares, uno de los jugadores más altos de la Liga Endesa de baloncesto y de la Euroliga de baloncesto. Por lo tanto, las dimensiones de este deportista ruso serían llamativas incluso para el basket, conocido tradicionalmente por ser el deporte que da cobijo a las personas más altas.
Sin embargo, Dmitri Muserskiy se decantó por el voleibol donde ha llegado a tocar el cielo, y no solo literalmente, ya que ha conseguido ser con la selección rusa campeón olímpico. Por lo tanto, a pesar de su enorme altura y envergadura, se trata de uno de los mejores jugadores del mundo.
La imponente figura de este gigante ruso es todo un reclamo además de una garantía deportiva, ya que su altura le permite ser un muro casi inexpugnable cuando se encuentra bloqueando en la red y una gran amenaza cuando quien posee la oportunidad de finalizar la jugada con un mate es él.
No obstante, la popularidad de Dmitri Muserskiy ha ido más allá de su rendimiento en la pista, y es que su altura no pasa desapercibida allá donde va. Debe ser muy difícil hacerse 'invisible' cuando le sacas más de 40 o 50 centímetros al común de las personas que te rodean. Sin embargo, Dmitri lo lleva bien y no duda en hacer humor de ello tal y como muestra en sus redes sociales.
Su vida en Japón
El jugador de 2,18 lleva militando en un equipo japonés desde 2018 y conviviendo con una sociedad que es tradicionalmente de poca estatura, por lo que todos los espacios y lugares suelen estar adaptados a personas que miden infinitamente menos que él, lo que da lugar a situaciones muy cómodas. Muserskiy se divierte compartiendo esos curiosos momentos con todos sus seguidores.
A sus 32 años, y después de haber sumado éxitos como el oro ganado en los Juegos Olímpicos de Londres de 2012, milita en el Suntory Sunbirds, a donde llegó procedente de su país, del Belogorie Belgorod. Y allí intenta hacer su vida en país en el que la media de estatura entre los varones apenas llega al 1,70.
Dmitri Muserskiy, que entre otros grandes premios ha sido varias veces elegido como el mejor bloqueador del voleibol europeo y como el jugador más valioso, lleva como puede el tema de su estatura cuando sale de las pistas de juego, lugar donde es una ventaja, todo lo contrario que en su vida diaria.
En las últimas horas, ha compartido un divertido vídeo donde muestra varios momentos de su día a día en los que su altura es especialmente llamativa. Algunos son tan cotidianos como entrar en una habitación de hotel en la que no cabe casi por la puerta, un autobús donde no le entran las piernas entre asiento y asiento, o un centro comercial donde todas las personas a su alrededor parecen casi dibujos animados. Dmitri Muserskiy es, gracias a su altura, toda una estrella dentro y fuera de la cancha.
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