El deporte en edad infantil siempre es recomendable. Cada uno en función de sus propios gustos y de sus propios intereses, pero debería ser parte fundamental de la vida de los niños hacer algún tipo de deporte, ya sea de forma federada o no, para desarrollarse en todos los sentidos, tanto física como socialmente. Además de ser bueno para la salud, permite al niño crecer en sus relaciones personales y superarse a sí mismo, romper barreras y establecer metas, cada uno en la medida de sus posibilidades.
Sin embargo, resulta más peligroso cuando ese deporte se convierte en una competición en la que solo vale ganar y en la que la presión no solo procede de la propia competitividad del niño, sino también de su entorno que le empuja y le obliga cada vez más. Por si esto fuera poco, esta imposición por ser cada vez mejor, a veces se une a la práctica de deportes que nada tienen que ver con el desarrollo infantil y sí con un tipo de ejercicio físico puede suponer importantes problemas de crecimiento y de evolución física. Algo sucede en el famoso caso de Rory van Ulft, de tan solo siete años.
Una campeona de récord
El powerlifting, también conocido como levantamiento de potencia, es un deporte de fuerza, parecido a la halterofilia, pero en el que interviene con mayor protagonismo la fuerza máxima en lugar de la fuerza-velocidad. Se trata de una disciplina que requiere menos técnica que la halterofilia porque sus movimientos y sus trayectorias son mucho más cortas. Sin embargo, requiere de una cantidad de fuerza. Además, está compuesto por tres ejercicios principalmente, la sentadilla, el press de banca y el peso muerto, y tiene sus inicios oficiales, por medio de las primeras competiciones, a comienzos de la década de 1960.
Sin embargo, ha sido ahora, bien entrado el siglo XXI, cuando ha surgido un nuevo talento desde este deporte, seguramente el mayor jamás visto, al menos en personas de tan corta edad. Se trata de Rory van Ulft, conocida ya como la niña más fuerte del mundo, que está logrando registros y marcas absolutamente espectaculares y que ya colecciona importantes trofeos y competiciones ganadas.
Las últimas, por las que ha vuelto a ser noticia y su fama se ha agrandado a nivel global, han sido proclamarse campeona de Estados Unidos sub11 y sub13. Sin embargo, lo realmente impresionante es que lo ha logrado con tan solo 7 años, lo que le ha servido para ser la campeona más joven de la historia en alzarse con el triunfo en estas categorías. Además, no solo se trata de las victorias, sino de los números de infarto que ha dejado en ellas. A sus siete años, Rory van Ulft ya es capaz de levantar 32 kilos de peso, 42 si son con tirones, 61 en sentadillas y hasta 80 en la modalidad de peso muerto. Una auténtica barbaridad para una niña tan pequeña.
Haciendo historia
A pesar de que todavía siete años, Rory ya ha creado un legado detrás de su figura que deberá mantener con los años para no perder esa aura de gran figura del powerlifting que se ha creado gracias a una fuerte nunca antes vista. Con su triunfo en los campeonatos de Estados Unidos, donde ha competido con niños y niñas que eran casi 6 años mayores que ella, ha dejado una serie de registros que incluso han asustado a los expertos en este deporte.
Con su actuación, han reconocido a Rory como la persona, ya sea niño o niña, que es capaz de levantar más peso de todo el mundo a la edad de siete años. Además, su récord va más allá, ya que la mayoría están seguros de que, con los registros alcanzados, seguramente sea la persona de siete años más fuerte que jamás haya existido, porque son tan impresionantes que es difícil que se hayan podido repetir, al menos, de aquellos que se han contabilizado y de los datos que han registrado desde los inicios del powerlifting. De esta forma, Rory van Ulft ya es una niña de récord que está haciendo historia.
Sin embargo, esta joven deportista no está sola en sus hazañas y en sus conquistas, sino que tiene detrás a una persona que siempre está detrás de ella y que también ha ganado su cuota de protagonismo. Se trata de su padre, que es la persona que está siempre con ella, en sus competiciones y en sus entrenamientos, formando parte del juego y del show que se ha creado alrededor de una niña de tan solo siete años con registros asombrosos.
Su padre es el principal promotor de sus logros, quien controla sus entrenamientos y quien más aviva la llama de un fuego que, de momento, parece ser un juego con el que Rory se divierte. No obstante, ya ha conseguido convertirse en la sombra que toda estrella tiene y que termina formando parte de la película más que el protagonista. Además, es el encargado de hacer declaraciones y enaltecer los registros deportivos de su hija, y prácticamente de tener la voz cantante dentro de su entorno.
El secreto de Rory
Rory van Ulft es hoy una estrella del powerlifting infantil y, seguramente, no tan infantil. Sin embargo, detrás de su impresionante fuerza y de sus registros abismales, se esconde un secreto que le ha llevado hasta aquí y que le permitió en su día encontrar el camino del powerlifting y conocer donde estaban sus límites y ese gran talento que tiene y que parece ser único, no solo en el mundo, sino también en la historia.
Cuando Rory era todavía más pequeña, tenía verdadera pasión por la gimnasia. Era su deporte favorito y lo que más practicaba. Sin embargo, le aconsejaron hacer ejercicios de para prevenir las múltiples lesiones que surgen cuando se practica gimnasia. No obstante, lo que para Rory debería haber sido un complemento, una rutina de ejercicios compensatorios para prevenir posibles dolencias, se terminó convirtiendo en su pasión actual y en la disciplina que le ha permitido ganar una fama insospechada y ser todo un icono del powerliftingy, también, de las redes sociales.
Gracias a esas rutinas de entrenamiento para trabajar la fuerza, fue añadiendo cada vez más ejercicios, más peso y más dificultad a hábitos de trabajo hasta descubrir la gran fortaleza física que posee y el gran talento que atesora para convertirse en toda una figura de esta disciplina. Por ello, no dudó en dejar la gimnasia y dar el salto al powerlifting. A pesar lo llamativo y dramático que resulta ver a una niña de su edad hacer todo tipo de ejercicios derrochando fuerza, parece que ha dado con una disciplina en la que realmente destaca y que se ha convertido ya en su modo de vida. Gracias a esos primeros ejercicios encontró lo que ahora es su nueva pasión y el secreto de su éxito actual.
Rory reabre el debate
A pesar de que Rory van Ulft se ha convertido en todo un icono, principalmente por su éxito y por su fuerza, siendo capaz de levantar con tan solo siete años pesos que muchas personas adultas, evidentemente sin preparación, no pueden, detrás de su éxito se encierra un profundo debate. El de si una niña tan pequeña tiene que vivir el deporte de una forma extrema y tan exagerada.
El caso de Rory es muy particular porque la realidad es que ha conseguido logros increíbles, por lo que puede estar realmente preparada para ello a pesar de que aun sea muy pequeña. Existen profesionales y expertos que apuntan a que este tipo de competiciones y entrenamientos no van en contra de su salud, pero lo cierto es que no es normal someter a una niña de solo siete años a entrenamientos tan extremos y a competiciones donde se pone al límite su aguante y su resistencia casi como ser humano.
No solo pueden ir en perjuicio de su salud en la actualidad, con síntomas como el cansancio, el agotamiento extremo, la tensión desmedida o lesiones deportivas fruto de tanto esfuerzo, sino que además puede afectar directamente en su desarrollo y en su crecimiento. Por increíble que parezca, solo es una niña de siete años cuyo cuerpo y cuya mente están en una fase de su proceso evolutivo muy temprana.
Además de todo eso, está el debate sobre la presión que puede llegar a soportar en un determinado momento, ya que no solo entrena para competir, sino que lo hace para ganar, y cuanto más gana, las expectativas que se ponen sobre ella son cada vez mayores. La situación ha llegado hasta un punto en el que su propio padre la cataloga como la persona más fuerte de la historia a su edad. Un calificativo que, aunque sea verdad, es como una nueva losa con la que tiene que cargar.
Por si todo esto fuera poco, la exigencia y las demandas de Rory no solo están en las competiciones y en la vida física, sino que también están en su vida virtual, en la que lleva a través de las redes sociales donde ya se ha convertido en un todo un icono debido a sus rutinas de entrenamientos, su imponente físico y la figura que se ha creado en torno a una niña de siete años que ya cuenta con más de 160.000 seguidores en Instagram. Una auténtica barbaridad que ayudan a que la bola de nieve sobre la que mantiene el equilibrio en una colina cuesta abajo sea cada vez más grande y, por ende, más difícil de controlar.
El caso de Rory está sumido, por méritos propios, en muchos debates sociales. No solo en el uso que deben hacer los niños del deporte y de la competición, o del impacto que pueda suponer lo que practica para su desarrollo físico en el futuro, no deja de ser una niña de siete años levantando una cantidad enorme de peso, sino que también entra en juego el peligro de las redes sociales llevadas como un circo donde exhibir algo inusual. De momento, Rory parece divertirse con lo que hace y disfrutar de sus victorias, aunque será en unos años donde puedan venir los problemas reales que, ojalá, no ocurran.
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