Kenia y su atletismo han sido sacudidos en la última semana por tres sucesos macabros que han dejado conmocionado al país. Las muertes de Agnes Jebet Tirop, Edith Muthoni y Hosea Mwok han dejado una especie de miedo en la sociedad del país al notarse cierto clima de intranquilidad e inseguridad. Han sido tres fallecimientos, en circunstancias realmente extrañas, en muy pocos días que además lanzan al exterior una imagen preocupante.
La más impactante, y que dejó a todo el país en estado de shock, fue la de Agnes, atleta muy famosa en Kenia y que además venía de conseguir grandes éxitos recientemente. Su muerte ha trascendido a nivel mundial como una tragedia realmente fuerte después de morir a manos de su pareja, quien le propinó varias puñaladas en el abdomen hasta dejar su cuerpo sin vida en el domicilio de su casa de Iten.
Agnes era una corredora especialista en las pruebas del 5.000 y los 10.000 metros. De hecho, hacía pocas semanas que se acaba de convertir en plusmarquista mundial de los 10 kilómetros. Tras su fallecimiento se inició una complicada investigación para conocer el paradero de su supuesto asesino, quien fue detenido hace unas horas. Se trata de Ibrahim Rotich, quien mantenía una relación con la deportista y que fue encontrado justo cuando intentaba huir a otro condado para esconderse de las autoridades. La operación se produjo en Changamwe, condado de Mombasa.
La doble medallista en campeonatos del mundo fue hallada en su cama después de haber sido apuñalada, presuntamente por el que era su pareja, quien en su huida tuvo varios problemas. Llegó a embestir a un camión a unos 30 kilómetros de Nairobi mientras escapaba de las fuerzas de seguridad. El siguiente paso es tomar declaración al detenido e intentar sacar más cosas en claro de lo sucedido a través del interrogatorio.
La muerte de Agnes, de solo 25 años y con una gran proyección por delante, ha supuesto un palo tremendo, ya que en Kenia el atletismo es un deporte de masas y Jebet Tirop era considerada como una joya que podía llevar grandes resultados al país. Desde la Federación de Atletismo hasta la policía pasando por el presidente del país han querido rendir homenaje a la víctima tan cruel suceso. Cuarta en los pasados Juegos Olímpicos en los 5.000 metros y también especialista en las pruebas de cross, hacía poco más de un mes que había batido el récord del mundo en Alemania de los 10.000, dejando ya para siempre su nombre en la historia.
Muthoni, la siguiente
Solo unos días después de conocerse la muertes de Agnes Jebet Tirop se conocía también la noticia del fallecimiento de otra gran atleta keniata. Se trataba de Edith Muthoni, una corredora sin tanto nombre y tanto prestigio como Agnes, pero que suponía el segundo hecho macabro en tan solo unos días, lo que empezaba a dejar una sensación de preocupación en el entorno del atletismo. Edith se dedicaba a las pruebas de larga distancia, concretamente a la maratón, donde había cosechado resultados muy importantes en los últimos años.
Además de coincidir en fechas con el fallecimiento de Agnes, la muerte de Muthoni tenía otro paralelismo, que también se cree que fue a manos de su pareja, pero esta vez con un disparo en la cabeza tras una discusión de ambos. Kennedy Nyamu, quien fuera pareja de Edith, fue rápidamente detenido por la policía para ser interrogado y seguir conociendo datos sobre el suceso de la muerte de esta atleta de 27 años.
En esta ocasión, el macabro suceso tuvo lugar en el condado de Kirinyaga, a unos 100 kilómetros de Nairobi. La versión familiar cuenta que ambos se enzarzaron en una discusión después de que Edith cogiera el móvil de su pareja para revisar unos contenidos. Fue en ese momento cuando decidió abrir fuego contra ella siendo visto por varias personas. Intentaron llevar a la atleta herida hasta el hospital más cercano, pero la gravedad de la herida era muy considerable y nada pudieron hacer por salvarle. Estas dos muertes con tan poco tiempo de separación han dejado muy tocado al deporte en Kenia, que se empieza a hacer preguntas sobre la falta de seguridad de sus atletas, además de haberse tratado de dos asesinatos por violencia machista y doméstica.
Sin protección para atletas
Lo más doloroso de todo no han sido las muertes solo de Agnes Jebet Tirop y de Edith Muthoni, sino que ha habido otra más. En las mismas fechas en las que han fallecido las dos corredoras, se ha producido una tercera muerte, esta vez la de un atleta masculino. Se trataba de Hosea Mwok, atleta de 35 años y cuyo cuerpo también fue hallado sin vida en unas circunstancias parecidas a los de sus compañeras.
El cadáver también fue encontrado en su propia casa y la policía de Kenia ha abierto una investigación para intentar conocer qué ha sucedido realmente con la figura de Mwok, el tercer atleta muerto en tan solo unas horas. Este fallecimiento fue el primero que se produjo de los tres aunque ha sido el que menos repercusión mundial ha generado ya que fue rápidamente devorado por la tormenta generada tras la muerte de Agnes. Sin embargo, se produjo en unas circunstancias parecidas a los otros en Murkwijit, en el condado de West Pokot.
Estos tres sucesos situados tan juntos en el espacio tiempo han provocado que se reabra un debate en Kenia sobre la protección que necesitan y no reciben los atletas y deportistas. En algunos países, especialmente aquellos que son conocidos para sus corredores, los atletas se convierten en ídolos de masas por encima de otros deportes más mediáticos a nivel mundial. Por ello, algunas personas intentan acercarse a ellos, ya sea como parejas o simplemente amistades, para intentar sacar algún beneficio de ello, lo que genera una situación de peligro.
Los atletas africanos, especialmente en países como Kenia o Jamaica, son considerados como auténticas referencias porque llevan el nombre del estado a lo más alto por todo el mundo. Por ello, tanto bien como para mal, son un reclamo que puede generar este tipo de tristes sucesos. De esta forma, se ha generado una corriente que exige a las federaciones y a los gobiernos estar pendientes de posibles casos como la violencia contra la pareja para proporcionar protección extra sobre lo que es un patrimonio nacional como lo eran Agnes y sus récords. Un debate a nivel mundial y que ha vivido una semana negra en Kenia con tres muertes en unas pocas horas.
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