Edu Blasco, un medallista para reformar el deporte: "Necesita fusionarse con los Cuerpos de Seguridad"
Edu Blasco cifra en 56 sus medallas nacionales y en 34 sus récords de España. Su apuesta es cambiar el sistema deportivo para evitar la crisis.
8 noviembre, 2021 06:00Noticias relacionadas
Eduardo Blasco Álvarez (San Sebastián, 1994) cuenta en su currículo con numerosos éxitos. A pesar de cifrar en 56 sus medallas nacionales, en 34 los récords de España batidos y en siete los metales conseguidos con las diferentes selecciones en las que ha competido, su nombre no figura entre los más conocidos del mundo de la piscina. Pese a ello, este joven está reconocido como deportista de alto rendimiento por el CSD y se ha convertido en una de las referencias en disciplinas menos mediáticas como el salvamento o la apnea. Su objetivo, más allá de seguir triunfando en el agua, es el de reformar el sistema deportivo que hay en el país.
EL ESPAÑOL habla con Blasco sobre su carrera, que a pesar de las dificultades le ha permitido viajar por toda España, y de cómo se podría replantear el sistema deportivo que hay instaurado en la actualidad. Más allá de campeonatos nacionales u objetivos como el de participar en unos Juegos Olímpicos (bajo su visión algo mitificados), este vasco defiende la necesidad de compaginar deporte con estudios y trabajo. Por ello, e imitando el modelo de países como Italia o Alemania, su solución es una fusión con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Eduardo Blasco, recalca a este periódico, considera la Policía y demás estamentos como fundamentales para la democracia. Un pilar clave en España tras los médicos y los profesores. Él, que ha recorrido todo el país hasta acabar con barreras ideológicas en una España cada vez más crispada en cuanto a política se refiere, sabe de lo que habla. Y es por esa razón por la que al unir deporte y FCSE se conseguiría una simbiosis producente para ambas partes. El camino hasta este supuesto parece largo, pero él lo tiene claro: "Es perfecto y es algo que hay que hacer ya. Estamos tardando en aplicarlo".
Nieto de deportistas y políticos
La historia de Eduardo Blasco llama la atención desde el principio. Su abuelo, Eduardo Álvarez, fue quien le inyectó la pasión por el agua. "Mi abuelo gana todos los títulos habidos y por haber. Me crie con él de niño y en ese momento me meto en el agua. Es el que me inculca el amor por el deporte, por viajar, me cuenta historias. Me enamoro de eso y quiero continuar sus pasos", relata a EL ESPAÑOL. Pero no era su única vía, pues su otro abuelo fue nada más y nada menos que consejero del Gobierno vasco en 1980.
Carlos Blasco de Imaz fue un político ligado al nacionalismo vasco y más concretamente al PNV. Durante ese gobierno se encargó de gestionar Comercio y Turismo después de haberse dedicado a la asesoría de empresas. Esa 'sangre' es la que le dio "interés por la política a nivel técnico y ligada al deporte" a Eduardo. "Puedo compartir impresiones con todo tipo de dirigentes y cada uno me da su visión de cómo lo ve". La política, especialmente la municipal, muchas veces acaba con las estructuras ideológicas fijadas por sus sedes neurálgicas.
"En cada lugar de España las cosas se ven de una manera, ya se sea de un lado o de otro. La derecha de Galicia no ve las cosas igual que la derecha de Andalucía. Es tremendo, pero te hace ver las cosas de manera diferente. Cada lugar tiene sus particularidades. España tiene una cultura tremenda y muy diversa. Yo viajo un montón y no lo veo en otro país. Eso es lo que al final te enriquece", explica a este periódico.
Y es que, frente a la visión que pudiera tener el nacionalismo vasco de 1980, Eduardo Blasco ha hecho de todo el territorio nacional su casa. De nacer en San Sebastián a entrenar en Extremadura o marcharse a Fuerteventura, lugar que considera "el único lugar que combina las ventajas de estar en Europa con un clima imposible para el resto del continente". Incluso ha pasado por Reino Unido o Nueva Zelanda.
Cómo ganarse la vida
"Yo soy campeón de España de apnea, natación, salvamento, buceo... Soy campeón de España de siete modalidades diferentes, he estado en cuatro selecciones nacionales de España. Todo lo que tiene que ver con el agua se me ha dado bien". El currículo es perfecto para cualquiera que tenga como aspiración dedicarse al deporte. Sin embargo, a diferencia de Blasco, muchos se han quedado por el camino por la falta de fondos.
El deporte español tiene aún esa cuenta pendiente de compatibilizar los estudios con el deporte de alto rendimiento más allá de lo que se realiza en los CAR. Pero, además, también está el debate de si sale rentable económicamente prepararse durante años para luego no tener un sustento. "Al hacer más deportes he tenido más rendimientos económicos", indica Blasco, que cuenta con más de 40.000 seguidores en Instagram y cerca de 700.000 en Facebook, a EL ESPAÑOL.
"Da igual el título que consigas. Conocemos deportistas que no son los más importantes, y otros son unos fenómenos y no sabemos quiénes son. Yo que he estado en el CAR y tengo amigos de todos los deportes, hay campeones a los que no conozco. Mi historia ha sido llamativa porque he ganado en diferentes deportes y eso puede haber ayudado a conseguir patrocinadores y tener una historia atractiva. Pero no es solo por eso, al final el perfil es llamativo. Yo he tenido suerte".
Otros, aquellos a los que les ha tocado la otra cara de la moneda, no han conseguido su objetivo. El propio Blasco conoce "amigos con medallas que han dejado el deporte". "Eran unas máquinas, pero no les sacaban ni en su pueblo". Sin visibilidad mediática, "cómo van a tener patrocinadores". "Una empresa privada al final busca maximizar los beneficios, no va a regalar dinero". Y es ahí donde entra el Estado.
"Creo que es insuficiente la financiación pública", reconoce a este periódico. "Muchos deportistas viven de lo que sus CCAA o Ayuntamientos aporten. Yo he recibido la máxima aportación, y me parece insuficiente. Siempre he tenido mis patrocinadores privados. Sin financiación privada habría sido imposible". Un reclamo que vienen haciendo numerosos nombres del deporte, algunos incluso tras acudir a los Juegos Olímpicos, el sueño de casi todo deportista.
Tengo amigos de todos los deportes y hay campeones a los que no conozco
Ese 'casi' es muy importante. Eduardo Blasco no ha acudido a los Juegos, lo que a priori podría haber ayudado a su popularidad. Sin embargo, bien por condiciones o por calendario, no lo ve como algo negativo. "Está un poco mitificado y lo deberíamos conectar con el que se pierde por el camino". Porque, como recuerda, incluso "los de la NBA muchas veces piden no ir a los Juegos".
"Si alguien gana el Campeonato Mundial, ya es el mejor del mundo. Igual en el Mundial había más países que en los Juegos. Los JJOO hay que verlos según en la disciplina. Yo en la Copa del Mundo o Europeo he ganado más que si hubiera ido a los Juegos. Hay que desgranar cada deporte y verlo como es, y no cómo queremos que sea", subraya.
Un nuevo modelo deportivo
Más allá de su carrera deportiva, en la que sigue inmerso preparándose para el Campeonato del Mundo 2022, una de las grandes revoluciones que presenta Eduardo Blasco es la del sistema deportivo de España. Países como Italia o Alemania relacionan el deporte de alto rendimiento con sus Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. De hecho, este ha sido uno de los secretos que ha llevado a Italia a triunfar en los últimos Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Sin embargo, en España parece estar lejos en algo que Blasco considera un error.
"La Policía es esencial en un Estado de derecho por mucho que haya gente que esté en contra. Los profesores y los médicos son lo más importante, pero luego está la Policía. Si no, vives en la anarquía. Todos, cuando les pasa algo, llaman a la Policía, hasta los que la critican", dice entre risas a este periódico antes de explicar lo que debería ser una "simbiosis".
"La Policía es fundamental, el deporte es fundamental. Es deporte-cultura. ¿Cómo podemos ayudar a nuestros deportistas y mejorar nuestros Fuerzas y Cuerpos de seguridad? Haciendo una simbiosis", subraya Eduardo Blasco. "Hay países que ya tienen modelos, nosotros no tenemos nada". A este cambio fundamental se le suma la necesidad de defender el "deporte universitario" y que deja a más de un adolescente sin opciones de dedicarse al deporte por no poder compatibilizarlo con los estudios: "¿Por qué hay que hacer elegir al chaval que es bueno en dos cosas? Es la piedra angular del cambio a mejor del deporte".
La propuesta de vincular a los deportistas de alto rendimiento con las FCSE no sería sencillo. Pese a ello, Blasco da opciones para que cualquiera con esta condición se pudiera incluir "de una manera asertiva" en cuerpos como "Guardia Civil, Ejército, Policía, Salvamento Marítimo o Bomberos". "Esa persona debería tener un puntaje añadido superior al actual para poder acceder" y "una adaptación de las pruebas físicas para que no perjudique a su deporte".
"Las pruebas de resistencia general o que se utilizan para medir otras capacidades que no son la específica, deberían suprimirse porque ya se ha demostrado que tienen esa capacitación. Si vas a entrar en los bomberos, entiendo que tengas que subir la cuerda, ¿pero por qué tienes que correr? Si ya has demostrado que eres capaz", reflexiona en conversación con EL ESPAÑOL.
"Debe haber un examen teórico, la persona debe aprender su oficio y tener la formación, pero debe ser una formación adaptada a su capacidad. Creo que debería haber una adaptación de las horas de trabajo a las horas de entrenamiento. Se debe ver el deporte de alto nivel como trabajo. Se ha renunciado a mil cosas para estar ahí y lo mínimo que podemos hacer es esa simbiosis", apunta. De esta manera, el cuerpo en cuestión ganaría un deportista de élite con condiciones físicas de sobra.
"Luego respetar los campeonatos y exigir que compita para el cuerpo. Un policía que compite a nivel internacional con la selección, si se le apoya luego tiene que competir en campeonatos intermilitar que existen y dan prestigio". Su propuesta, comenta, "abre una vía que no existe y que permite que los deportistas de alto nivel del estado español, que todos los deportistas, puedan tener un empleo fundamental y continuar con su deporte".
"Alargamos la vida deportiva, ganamos un efectivo que es una máquina y con muchas capacidades como soportar situaciones de liderazgo, y estamos prestigiando tanto a la selección española como al cuerpo por el nivel de esa persona y con su presencia". El ejemplo de países como Italia, como se ha podido observar el último verano, ha resultado ser exitoso.
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