Hace tiempo que el freestyle dejó de llegar a un grupo cerrado de gente para empezar a expandirse a pasos agigantados. La realidad es que es ya un fenómeno de masas y este fin de semana el centro de atención de su público estará en Asturias. Allí arranca este sábado la quinta temporada de FMS España, la liga profesional de freestyle en nuestro territorio.
La Freestyle Master Series nació en 2017 y fue un punto de inflexión para esta disciplina. Entonces solo había una liga, la de España, y se han ido sumando más países hasta contar con cinco: las otras son las de Argentina, México, Perú y, la novedad este año, Colombia. La más veterana cumple un lustro y EL ESPAÑOL ha podido hablar en la previa de la primera jornada con algunos de sus integrantes: Tirpa, Sweet Pain y Estrimo.
Tirpa (Arriate, 1998) y Sweet Pain (Mairena del Aljarafe, 1997) son dos de los doce freestylers que participarán en la nueva temporada de FMS España. Tradicionalmente las ligas han estado compuestas por diez participantes, pero para la 2021/2022 se sube a doce en todas ellas con el regreso de dos leyendas como Chuty y Skone a la que arranca mañana.
Tirpa fue una de las revelaciones de la temporada pasada tras alcanzar la final de la FMS Internacional, el evento que junta a los mejores de cada liga nacional, cayendo contra el español Gazir: "No vengo esta temporada pensando en ningún puesto ni nada, pero después de dar el golpe en la Internacional no quiero bajar del top5 para clasificarme. Voy a muerte", dice.
Sweet Pain tiene ganas de seguir siendo otro de los más destacados del panorama español y asaltar definitivamente el anillo tras mantenerse en la pelea casi hasta el último momento del curso pasado: "Voy como el año pasado, con ese hambre de querer ganar, de llevarme el anillo y, sobre todo, disfrutar y hacerlo guay allí arriba. Según se den las sensaciones pues ya se irá mediando. Creo que si no vas ya desde el principio a por el máximo, la cosa va mal. Vamos con ganas de ganar".
Estrimo (Santander, 1990), tras años ligado al mundo del hip-hop y las batallas, es el único juez que se mantiene desde el nacimiento de la liga. Este año tendrá el reto de afrontar el regreso del público tras realizarse toda la temporada pasada en un estudio por la pandemia. Admite que así se le hacía más fácil: "Lo que voy a hacer este sábado es ponerme los cascos a tope. Lo he hecho en algún evento con público, que no quiero oirlo. No quiero ni verlo porque a veces rapean algo que a mí me parece flojo, pero veo al público que lo grita y pienso que igual he puesto poca nota".
Y añade: "Se nota mucho. Es bueno haberlo vivido para los jueces porque no hay que dejarse llevar por el público y, si ves que celebran mucho, lo que yo haría ahora es preguntar a los jueces de al lado. Sin público es más fácil porque no te dejas llevar por nada".
Siendo el freestyle una disciplina que llega, principalmente, a los más jóvenes, los competidores tienen que hacer frente a una presión desmedida cuando hace no tanto solo rapeaban en parques: "Es muy fácil juzgar detrás de la pantalla, pero nuncas vas a conseguir que la gente se comporte como tú quieres. Si que afecta al artista. Son muchas cosas que te 'comes' aquí y si el público intenta destruirte o señalarte por un fallo... Se junta todo y te preguntas si merece la pena. Así pasa que hay peña que se retira o va por otros caminos como la música", dice Tirpa.
Sweet Pain también habla sobre la propia presión que, a veces, se añaden entre competidores: "Hay que tener respeto. A mí no me gusta sacar cosas personales. El problema no es que se digan ciertas cosas, es una batalla, pero después eso se extrapola, la gente lo pilla y te marca durante toda tu vida. La pena del freestyle es el poderío que ha cogido el público".
En su mejor momento
De lo que ninguno de los tres duda es que el freestyle sigue creciendo. Durante años han ido rapeando con el pensamiento de que esta podría ser una moda pasajera, pero en un punto en el que los pabellos se llenan para presenciar eventos y los freestylers acumulan millones de seguidores en redes, todos coinciden en que esto ha llegado para quedarse como una de las alternativas de entretenimiento con un público fiel y creciente.
"El año que de FMS España se fueron Chuty y Skone la gente decía que se iba a ver menos la competición y tal e hicimos récord sin ellos. Ahora que vuelven pues haremos otra vez récord, seguramente", predice Estrimo que lleva muchos años en esto.
Tirpa empezó en lo profesional hace menos, en 2018: "No llevo tantos años en la élite del freestyle, pero siempre he escuchado el mismo cuento de que esto se va a acabar. Lo que he visto, al final, es que hemos ido siempre para arriba. Parece que ultimamente han bajado algo las visitas, pero luego en el día a día, en el cara a cara con la gente, me estoy quedando flipado".
Sweet Pain va más allá y habla del gran momento del freestyle: "Está en toda su cúspide. Antes no se ganaba dinero y si eso te podías mantener porque tenías trece batallas al mes. Ibas de una a otra y si ganabas te llevabas el premio que igual eran 1.000 euros. Ese estilo de vida era una matanza, pero hemos acabado pudiendo vivir de esto".
"Llevanos tanto tiempo diciendo que esto se va a acabar en algún momento que ya estoy convencido de que esto no se va a acabar hasta que nosotros queramos. Esto está en la cúspide. Es que hostia, ya son cinco años de FMS. Cada vez te paran más por la calle, te llega más reconocimiento de artistas... Esto no tiene techo ya. Creo que vamos a llegar incluso más alto, te diría nivel internacional tipo fútbol. Habrá un momento en el que no se pueda llegar a más porque la organización no dé para más. Estamos en la cúspide y de aquí el freestyle no va a bajar", culmina. Arranca otra temporada.