En Estados Unidos todavía no han podido recuperarse del increíble fin de semana de rondas divisionales en los playoffs de la NFL. La epopeya comenzó con el MVP de la temporada, Aaron Rodgers, eliminado por un Jimmy Garoppolo ante una ocasión única y con el joven Joe Burrow poniendo en su sitio al mejor equipo de la temporada regular. Pero la historia tuvo un cierre aún mejor con la remontada histórica de Tom Brady que se quedó en nada ante los Rams y un choque de poder a poder entre Patrick Mahomes y Josh Allen.
Pero el país tiene que superarlo ya porque sin respiro llegan las rondas definitivas por las conferencias Americana y Nacional. La eliminación de los Tampa Bay Buccaners supone que la NFL tendrá nuevo rey y son cuatro equipos los que aspiran al trono. Los Cincinnati Bengals dieron la sorpresa y se enfrentarán a los Kansas City Chiefs por un puesto en la Super Bowl, mientras que el otro contendiente saldrá del choque entre Los Ángeles Rams y los San Francisco 49ers.
Las viejas glorias han dejado paso a los jóvenes, aunque también dieron un buen espectáculo. Rodgers y Brady dejan paso a Mahomes y Allen, aunque no los dos estarán en estas finales de conferencia. Tom dejó su futuro en el aire después de caer este domingo, aunque su reto es llegar a los 45 años siendo profesional. Matthew Stafford fue el encargado de dejarle fuera, aunque el jugador diferencial fue Cooper Kupp. Burrow y Garoppolo quieren poner su nombre encima de la mesa.
Los playoffs de la NFL se han reducido a cuatro equipos y los cuatro quarterbacks de las franquicias llevan cada uno una narrativa con sí mismos. Estos no son solo pasadores, corredores o ambas cosas. Son carne de debate. Algunos son etiquetados como ganadores y otros como perdedores, como si cada juego revelara no solo un conjunto de habilidades sino también un alma. La narrativa casi siempre es exagerada y, a menudo, no se alinea con la realidad. Pero todos quieren ser ganadores en febrero.
Burrow, el nuevo
Al quarterback de los Bengals le pesa su nombre, no su apellido. Hay dos Joe que han sido capaces de llevar a su equipo universitario a un campeonato nacional y ganar el MVP del Super Bowl: Namath y Montana. Él puede ser el tercero. El hecho de jugar contra los favoritos le quita presión. De hecho, enfrente tendrá un espejo en el que mirarse con Mahomes. Si alguien ha sido capaz de cambiar una entidad ha sido él y Burrow podría hacerlo con la franquicia de Cincinnati.
El joven quarterback de 25 años es un talento generacional. No fue drafteado en la primera posición de 2020 por casualidad. El ex de LSU brilla tanto por sus capacidades físicas como por su inteligencia, lo que le ha valido para ser comparado con toda una leyenda como Aaron Rodgers. Se valora su facilidad de zafarse de los blitz rivales, procesar la información en segundos, tomar la decisión correcta y lanzar el balón allá donde quiera.
Mahomes, fuera de duda
En Estados Unidos no tienen duda. Mahomes tiene 26 años, pero si se retirara el próximo mes, sería miembro del Salón de la Fama. Ha ganado un Super Bowl y jugado otra. Tiene un MVP en su haber también y, aunque no ha tenido su mejor temporada, todo el mundo le elegiría para su equipo.
El de los Chiefs llega a la final de conferencia después de disputar uno de los mejores partidos jamás vistos, el quarterback de 26 años superó a nombre ilustres como Drew Brees o Aaron Rodgers al conseguir su vigesimoquinto pase de touchdown en sus primeros 10 partidos de playoff.
Sabe que si gana dos partidos más, solo tendrá cuatro quarterbacks por delante en la lista de los más exitosos de la historia: Tom Brady, Joe Montana, Terry Bradshaw y Troy Aikman. Si se mantiene libre de lesiones y los Chiefs siguen siendo una organización bien administrada, tendrá argumentos para ser el mejor jugador de la historia aunque los siete anillos del de los Buccaners parezcan inalcanzables.
Stafford, más que números
Los Rams lo apostaron todo para llegar a esta Super Bowl. El quarterback llegó a Los Angeles mediante un traspaso donde los californianos enviaron 2 primeras rondas, una tercera ronda y a Jared Goff. Un par de incorporaciones más han hecho de esta plantilla un contendiente. El papel de Matthew Stafford en estos Rams no es otro que hacer brillar a una nómina de receptores del máximo nivel, con Cooper Kupp a su mayor nivel y con otros grandes receptores como Odell Beckham Jr.
El equipo jugaría en casa si llega a la Super Bowl y eso le añade un punto más de presión a Stafford. El domingo demostró no tenerla. Mientras sus compañeros de equipo se derretían, Matthew jugó un partido de eficiencia despiadada. Cuando los Bucs empataron el juego en el último cuarto, lanzó tranquilamente pases completos consecutivos a Cooper Kupp para preparar el field goal definitivo. Ese es el gran argumento de este quarterback de 33 años para llegar a la gran final.
Garoppolo y su oportunidad
Después de 2021 hubo rumores que decían que saldría de San Francisco, pero el entrenador Kyle Shanahan cerró filas: "Jimmy es nuestro chico. Nos llevó a un Super Bowl. Gana más del 70 por ciento de sus juegos. Es un líder fantástico. Sus compañeros lo aman. Creemos en él". Ahora están a un paso de volver a jugar la gran final. En 2020 le dio a su equipo una ventaja de 10 puntos contra los Chiefs que después remontó Mahomes.
Trey Lance, el llamado a ser su sustituto, puede esperar y Garoppolo tendrá una nueva oportunidad para ganar la Super Bowl antes de decidir su futuro ya que finaliza su contrato. Es una motivación extra poder llevar a San Francisco al éxito. Después de recibir una infinidad de críticas y de aceptar que el juego basado en la carrera no le ayuda, puede terminar levantando el título que a sus 30 años se le ha ido atragantando en diferentes momentos de su carrera.
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