Lia Thomas se ha convertido en el centro de la polémica en la natación estadounidense. La joven de 22 años no ha cometido ningún delito. El único problema que le echa en cara parte del sector es que gane siendo una atleta transgénero. La universitaria llegó a competir en categoría masculina, pero en 2019 inició su transición hasta ser quien es hoy. Los números en el agua la avalan, pero sus compañeras y rivales no lo aceptan.
El debate sobre si los requisitos para las atletas transgénero son justas para le resto de deportistas se viene extendiendo en los últimos años. Lo peor es que no parece que a corto plazo ese conflicto se vaya a solucionar. Las organizaciones no han tomado un camino claro y el libre albedrío que dictaminó el Comité Olímpico Internacional sentó un precedente.
Esta falta de reglamentación es la que, a su vez, lleva a Lia Thomas a sufrir un hostigamiento. El más reciente, después de convertirse en un rostro conocido mundialmente por su caso, llega por medio de filtraciones. La prensa conservadora no ha dudado en hacerse eco de su situación. Y medios como Fox News, en las últimas semanas, han intensificado el flujo informativo sobre Lia Thomas.
Las informaciones más recientes publicadas por dicho medio corresponden a las críticas del padre de una estudiante. Esta compite con y contra Lia Thomas. Y, según recoge Fox, la deportista cisgénero "odia" a Lia Thomas por todo lo que está sucediendo. "No cree que sea justo", llegan a reconocer en dicha pieza.
Este padre, además, alerta de un temor a represalias. Según él, criticar públicamente con nombre y apellidos a Lia Thomas hace que teman hasta por su integridad física. Su filtración es un acto de valentía. El resto se mantiene en silencio porque "no hay nada que hacer al respecto" y porque "están atrapados".
"Lo más probable es que te represente a ti, a mí y a todos los demás estadounidenses en los Juegos Olímpicos", dice dicha fuente a Fox. "¿Cómo le digo a mi hija que podrías ser tú algún día? No puedes. Nunca puedes ser ella", achacan sobre la diferencia competitiva entre Lia Thomas y el resto de nadadoras.
Los ataques en el seno de la NCAA no han sido los únicos recogidos por la prensa conservadora. Y es que portales especializados como SwimSwam, en conversación con Fox, habla de una gran "presión interna" por las decisiones que se tienen que tomar. Todo el poder está ahora en la federación estadounidense e internacional. Sin embargo, salvo sorpresa, la polémica proseguirá.
Los últimos cambios elaborados por la misma NCAA son mínimos, según se reconoce en la prensa del país. Y, además, sigue la norma común de estar aproximádamente un año de tratamiento para rebajar sus niveles de testosterona. Pero será la fdderación internacional la que deba involucrarse en este conflicto.
Una polémica sin fin
El caso de Lia Thomas se ha repetido en otras ocasiones con atletas transgénero. Eso sí, únicamente en aquellas que compiten en categoría femenina. Son estas las que hasta el momento tenían más requisitos que cumplir. Sin embargo, la guía que se utilizaba en gran parte del deporte estaba elaborada por el COI en 2015. Entre otras cosas, se hablaba de controles periódicos y de un máximo de 10 nanomoles de testosterona por litro de sangre.
Esas mediciones son las que permitieron a Laurel Hubbard a competir en la prueba de halterofilia en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Pese a que cumplía con todos los requisitos, se habló de una forma de romper la igualdad competitiva. Todas las expectativas apuntaban a un triunfo claro de la atleta transgénero. Por el contrario, la neozelandesa no llegó a pelear ni por las medallas.
La presión para actualizar las normas era cada vez mayor. Y por ello, el COI anunció la medida aparentemente más simple: el fin de esa guía de 2015 y la libre elección de cada federación. El Comité se quitó del medio en una decisión histórica y su única petición es que se permita competir a todo atleta siempre que no suponga una "desventaja desproporcionada".
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