Seis Europeos siendo los mejores o estando en el podio se dicen muy pronto y no se valoran lo suficiente. España se quedó con la miel en los labios de conseguir el tercer oro consecutivo en la cita más complicada del balonmano masculino, ya que es más complicado que el Mundial por el nivel de los equipos de este continente. A pesar de perder contra Suecia, los Hispanos hicieron gala del gran nivel que tiene este deporte, pero no en el país ya que la mayoría están jugando en el extranjero.
20 jugadores han acudido a la llamada de Jordi Ribera. Una generación que ultima su cambio de la anterior, que fue dorada, y que empieza a demostrar que va a seguir por la misma senda del éxito. Los bronces en Mundial y Juegos Olímpicos y esta plata en el Europeo de este domingo demuestran que el trabajo que se hace en el país sacando talentos es más que positivo. La fuente de la que emanan estas estrellas del deporte es inagotable.
El problema es que la mayoría de ellos tienen que emigrar para tener éxito en sus carreras más allá de la selección. España sigue en su particular desierto con una liga semiprofesional, con clubes que bastante tienen con sobrevivir y la tiranía de un FC Barcelona que mantiene el cartel del país a nivel europeo. Aunque en la convocatoria se ven hasta ocho jugadores que sí juegan en territorio nacional, 12 emigraron para crecer en estatus y deportivamente.
Un nuevo éxito de la selección esta plata que supone otro gran momento para reflejar la realidad que se enfrentan estos mismos protagonistas el resto del tiempo. El balonmano lleva dando éxitos al país durante todo este siglo, pero el esfuerzo y la inversión con este deporte sigue siendo bastante escasa. Los tiempos de la gran Liga ASOBAL con varios equipos candidatos a todo, tanto en España como en Europa, se quedaron con la burbuja inmobiliaria y la crisis de 2008.
En el exilio
Francia ha impulsado de forma notable su liga donde el PSG trata de imponer la misma tiranía que aplica en el mundo del fútbol. Este país es el que más internacionales españoles acoge. Ferrán Solé es el único que juega en el conjunto controlado por los cataríes. En el Pays d'Aix están dos de las novedades de este campeonato: Iñaki Pecina e Ian Tarrafeta. Además, Adrià Figueras juega en el Chartres y la incorporación de Ribera por los casos de Covid-19, Dani Sarmiento, lo hace en el Saint Raphael Var.
Entre Hungría y Rumanía se reparten también algunas piezas clave de los Hispanos. La portería ha sido vital para la consecución de esta plata y Rodrigo Corrales es uno de los que captó el gigante húngaro, el Veszprem. Comparte equipo con uno de los estandartes de este equipo, el lateral derecho Jorge Maqueda. En Bucarest también saben reconocer el talento español y allí juega el otro jugador que tiene España en esta posición: Eduardo Gurbindo.
A esta España le faltaban dos hombres clave además. Los hermanos Dujshebaev probablemente sean los dos mejores de esta nueva generación y ambos tuvieron problemas físicos que les apartaron de la gran cita que se ha disputado las últimas dos semanas. Alex y Dani juegan en el Kielce, el mejor equipo de Polonia al que entrena su padre Talant. Sí estuvieron Sergey Hernández, que juega en Portugal, Joan Cañellas, que emigró a Suiza, y Gedeón Guardiola, que lo hace en Alemania.
En el país
La presencia del FC Barcelona en este deporte ayuda a que muchos de los grandes talentos decidan quedarse ante la posibilidad de que asuman fichas similares a las que les pueden ofrecer en el extranjero. Gonzalo Pérez de Vargas, Aleix Gómez, Ángel Fernández y Aitor Ariño son la fortaleza culé dentro de la selección. El equipo que lo ganó todo la última temporada con la Liga de Campeones incluída tiene esta presencia de españoles.
No es que tengan muchos más en su plantilla. Son solo nueve los integrantes del equipo azulgrana que pueden ser seleccionados por el equipo nacional. 14 son extranjeros. Tanto en Granollers como en Irún están haciendo un gran trabajo por llevar a un punto más profesional sus plantillas y eso se nota con la presencia del veterano Antonio García y Chema Márquez, que corresponden al primer equipo, y Kauldi Odriozola, que juega con los segundos. Ojalá puedan mantener este talento joven. Además, el Balonmano Logroño - La Rioja también tiene presencia con Agustín Casado.
El balonmano español tiene el futuro asegurado con esta generación, pero España necesita ver reflejado este gran momento de este deporte en su competición nacional. La profesionalización de esta competición ha quedado en un debate inútil, ya que el fútbol femenino les ha pasado por delante. Mientras tanto, se sigue trabajando desde las principales canteras para seguir nutriendo a esta selección que sigue haciendo historia.
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