Quim Salarich (Vic, enero de 1994) ha firmado un fin de semana para la historia en Garmisch-Partekirchen. El esquiador español participaba en la prueba de la Copa del Mundo de eslalon de esquí alpino y su nombre ha saltado al estrellato más absoluto. A pesar de pertenecer a un deporte y a unas pruebas que no suelen gozar de mucho calor mediático, lo que ha hecho este atleta catalán ha dejado en shock a todos.
Tan importante han sido sus registros que ya se le empieza a comparar de manera directa con la referencia nacional más absoluta, Paquito Fernández Ochoa. Y es que desde los tiempos del esquiador madrileño no se veían unos resultados tan buenos y positivos en la categoría masculina. Ha tenido que llegar Quim para volver a poner las pruebas de eslalon en el mapa.
Joaquim, su nombre completo, ha firmado la mejor posición de un esquiador español en este tipo de pruebas desde el año 1980. El pasado sábado fue octavo, firmando ese puesto en el Top10 que servía para hacer historia. Y este domingo ha vuelto a mejorar su registro y se ha situado un paso más cerca del que ya es su verdadero objetivo a sus 28 años de edad.
La séptima posición de Quim le hace soñar con poder tocar medalla en un futuro no muy lejano. El catalán sabe que tiene potencial para estar entre los mejores, pero estos resultados le han servido para confirmar que el trabajo está respaldando también a su enorme talento. Por ello, soñar con ese ansiado podio ya es una realidad que podría llegar tarde o temprano. En cuanto consiga pulir algunos detalles y tenga una mejor posición de partida, podrá pelear por lo máximo.
Días para la historia
Joaquim Salarich recordará para siempre cómo han sido estos días en Alemania. Ha sido su salto a la fama con sus dos mejores actuaciones en una prueba de la Copa del Mundo de eslalon en esquí alpino. Ese octavo puesto del viernes y ese séptimo del sábado le hacen situarse como el mejor esquiador desde los tiempos de Paquito Fernández Ochoa. Nadie había conseguido situarse dentro del Top10 en los últimos 42 años.
A pesar de la doble victoria del noruego Henrik Kristoffersen, el nombre del fin de semana es el de Quim. Su puesta en escena ha servido para que este deporte recobre un impulso que hacía unos cuantos años que no tenía. Además, gracias a su progresión, es posible soñar ya con éxitos mayores. El objetivo que él mismo se ha puesto es llegar al podio y lo cierto es que no lo tiene lejos.
De hecho, este domingo se ha quedado a solo seis décimas del primer puesto y a solo trece centésimas de haber ocupado una posición en el ansiado cajón. La jornada comenzó de manera brillante ya que tanto Quim como su compatriota Juan del Campo consiguieron clasificarse para la segunda manga. El de Vic brilló al terminar cuarto en la primera bajada y tenía así más vivas que nunca sus aspiraciones de podio. Sin embargo, en la recta final de la competición tuvo que conformarse con esa séptima posición y un crono de 1:53.26.
Supuso un pequeño jarro de agua fría, aunque es normal en este tipo de pruebas que los favoritos, una vez dentro de los 30 primeros, mejoren considerablemente su rendimiento. De hecho, Henrik Kristoffersen, el vencedor, fue octavo en la primera manga y después dio una auténtica exhibición. Aún así, fin de semana histórico para Quim.
Al lado de Paquito
Lo que ha conseguido Quim este fin de semana es necesario ponerlo en valor y en contexto. Venía de ganar una medalla de bronce en la prueba de Almassa de la Copa de Europa, en Suecia. Y las buenas sensaciones se siguen confirmando en la que ya es la mejor temporada de su carrera profesional. Ya había conseguido subirse al podio en un par de ocasiones este curso, pero ahora tiene fijada su mirada y su mente en las pruebas de la Copa del Mundo.
Por ello, su nombre ya se sitúa al lado del de Paquito Fernández Ochoa, quien llegara a ser campeón olímpico en los Juegos de Saporo del año 1972. Nadie había conseguido repetir un puesto tan brillante como los que firmaba el precursor de los Fernández Ochoa hasta que este barcelonés ha llegado para irrumpir con fuerza en los deportes de invierno.
Y todo después de venir de uno de los tragos más amargos, no haber conseguido brillar en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022. Una caída en la primera manga le privó de completar la prueba y por eso ahora se está vengando de esa gran desgracia. De momento, está cumpliendo su plan a la perfección y al milímetro.
Fue también en Alemania, pero en Lenggries, la última vez que un esquiador español firmaba un Top8, que ahora ha sido mejorado después de su última bajada. En aquella ocasión, un 12 de enero de 1980, Paquito deslumbraba con sus habilidades como ahora lo hace el que podría llegar a ser su sucesor, Quim Salarich.
Lejos de estar impresionado por sus resultados, Quim se siente preparado para afrontar grandes retos. Así lo expresaba este sábado en declaraciones recogidas por EFE antes de su mejor actuación: "La verdad es que aún estoy en shock. Soy muy consciente del nivel que tengo y que soy capaz de hacer cosas muy buenas e ir muy rápido".
Los retos del futuro
Después de esta inyección de moral, Quim tiene clara cuál es la ruta a seguir. Esta pasa principalmente por escuchar los consejos de la persona que mayor resultado está sacando de él, su entrenador Corrado Momo. El técnico italiano está guiando los pasos del mejor esquiador español en décadas.
El primer objetivo ahora es seguir sumando puntos que le permitan crecer en el ranking mundial para obtener una posición de salida dentro de los 30 primeros, algo que marca poderosamente la diferencia. En Garmisch-Partekirchen, Quim ha portado un dorsal muy alto, circunstancia que le ha lastrado en su intento de crecer en la tabla.
"Ahora, poco a poco, hay que intentar ir escalando. Pero las sensaciones han sido muy buenas. Estoy muy contento por haber estado muy estable en toda las mangas. Ahora toca seguir remando. Voy a ser realista. Creo que nivel no me falta para poder hacer un podio. Pero ahora aún tenemos el hándicap del dorsal". En esto quiere trabajar en las carreras que quedan de esta temporada.
Quim sabe que va a ser difícil firmar un podio en lo que le resta de curso, pero su verdadero objetivo es poder obtener una posición de privilegio para el año que viene y ahí sí, estar dentro de la pelea de manera constante. Si consigue dar ese paso, podría instalarse en la zona de lucha más absoluta. La ruta hacia ese podio histórico del nuevo Paquito Fernández Ochoa está en marcha.
Más lejos queda ese sueño de poder vencer en una prueba, algo que han conseguido solo unos elegidos en el esquí español. En la categoría masculina, solo cuenta con victoria el propio Fernández Ochoa, mientras que en féminas, su hermana Blanca también atesora este logro junto a Carolina Ruiz. La reina absoluta es María José Rienda, que terminó su carrera deportiva con seis triunfos, dos más que Blanca.
Pero Quim ya sabe lo que es agrandar su importante palmarés. Acumula varios títulos nacionales de eslalon, el último ganado en la categoría combinada el año pasado. También suma varias victorias en las pruebas de la FIS. Se podría decir que su cuenta pendiente está en las citas olímpicas. Por eso quiere continuar con su progresión hacia la cita de Milán y Cortina d'Ampezzo de 2026 para estar entre los mejores del mundo. Y por el camino, completar su reto de alcanzar ese histórico podio.
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