Han pasado algunas semanas desde el escándalo de la joven Kamila Valieva (Kazán, Rusia) que sacudió los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín. Días después se inició la invasión de las tropas rusas en Ucrania. Ambos acontecimientos quedan unidos por la figura de la patinadora de solo 15 años, que en 2022 encadena un problema tras otro.
Kamila Valieva no podrá participar en los Campeonatos Mundiales de patinaje artístico que se celebrarán a finales de marzo en Montpellier (Francia). No lo hará ni ella ni sus compañeras de selección por culpa de los graves estragos causados también a nivel deportivo el conflicto bélico iniciado por Rusia contra Ucrania.
La semana pasada llegó la noticia por parte del órgano rector del partinaje: "El Consejo de la ISU reitera su solidaridad con todos los afectados por el conflicto en Ucrania y nuestros pensamientos están con toda la población y el país ucraniano", decía como acompañamiento a un comunicado en el que se anunciaba la expulsión de los deportistas rusos de las próximas competiciones.
Ni Kamila Valieva, ni Alexandra Trusova, ni la campeona olímpica Anna Shcherbakova. Ninguna de las tres integrantes del equipo ruso en Pekín 2022 podrá pisar el hielo en los inminentes Mundiales. Para la competición significa perder a sus tres grandes favoritas al oro, pero se manda un mensaje contundente al mundo.
Se une el castigo a los problemas por dopaje de Valieva durante la competición por equipos en los JJOO. Su positivo llegó por una sustancia ilegal detectada en unas pruebas en diciembre y en su condición como "persona protegida", al tener menos de 16 años, se armó un enorme revuelo que acabó lastrando a la joven en la prueba individual para la que era favorita al oro.
Otra señalada en este asunto fue la entrenadora rusa, Eteri Tutberidze, conocida por su dura metodología de trabajo y su uso de las jóvenes patinadoras casi de 'usar y tirar'. Pese a ello, Valieva mandaba hace unos días un mensaje de apoyo a esta y su entrenador tras la experiencia de los Juegos.
"Mis primeros JJOO finalmente terminaron y quiero agradecer a quienes me llevaron añ evento más importante en la vida de un atleta: mis entrenadores Eteri Georgievna (Tutberidze), Sergei Viktorovich, Daniil Markovich. ¡Sois maestros absolutos en vuestro campo!", les escribía. Y añadía: "No solo entrenáis, sino que también enseñáis a superarse, lo que ayuda no solo en el deporte sino también en la vida. Con vosotros a mi lado, me siento protegida y capaz de superar cualquier prueba. Gracias por ayudarme a ser fuerte".
El discurso de Valieva choca con la denuncia que hizo el presidente del COI, Thomas Bach, de la reacción del equipo ruso en el momento en el que la quinceañera Valieva se derrumbó tras su actuación en la final de Pekín. La ISU sigue monitoreando la situación y el patinaje artístico se aproxima a una revolución como consecuencia de lo ocurrido en los Juegos de Invierno.
Revolución en el patinaje
Para junio hay programado un encuentro en el que se analizarán los cambios a introducir en la disciplina a nivel internacional. Se miran aspectos para mejorar el deporte y su forma de votar, recortando a tres categorías de puntuación, cambios en los jurados o ayudas para los países donde el desarrollo del patinaje es inferior. Pero la propuesta más interesante es la de aumentar la edad mínima para los eventos senior de 15 a 17 años.
En 2018 ya se desestimó prohibir que patinadores y patinadoras de 15 y 16 años pudieran participar en competencias de máximo nivel. Cuatro años después el debate está más latente que nunca y, tras el escándalo de Valieva, el Consejo de la ISU está dispuesto a llevar a cabo el cambio. El aumento de la edad mínima solo llegaría en el patinaje artístico y se introduciría de forma gradual.
Un aspecto importante de este cambio es que se eliminaría el concepto de "personas protegidas", registrado en el código de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) para los menores de 16 años. Dicho término es el que TAD utilizó para defender que no se impusiera una suspensión a Valieva por su positivo del 25 de diciembre. Gracias a ello, la patinadora rusa pudo competir en la final individual aunque no se subió al podio.
Según el código de la AMA, las "personas protegidas" pueden ser castigadas con una amonestación en lugar de una suspensión, incluso si finalmente se determina que cometieron una infracción por dopaje. Y la "persona protegida" no tiene la carga de establecer cómo la sustancia prohibida entró en su cuerpo. Con el historial de dopaje que ha rodeado tantos años a Rusia, esta regla protegía tanto al deportista como al equipo.
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