España nunca ha dejado el rugby, pero el deporte sí dio la espalda al país varias veces en su historia. Hasta este domingo solo existía un Mundial que contó con la presencia de la selección: Reino Unido e Irlanda 1999. Pero el mal fario se cebó con el XV del León especialmente en los últimos tres años. En 2019, un arbitraje más que parcial dejó fuera de la cita de Japón. La pandemia dejó tocado a un deporte que no cuenta con muchos apoyos. Además, nos dejó Kawa Leauma.
Este 13 de marzo de 2022, el sol volvió a lucir en el Central de la Complutense y apaciguó el frío del invierno para caldear la histórica clasificación de la selección española de rugby para Francia 2023. Los de Santi Santos no ha dejado escapar la oportunidad que le brindó Georgia con su triunfo en Bucarest sobre Rumanía. Selló su pasaporte al Mundial en el primer match ball de los dos que disponía para hacerlo al vencer a Portugal.
El destino ha querido que la víctima propiciatoria de España hayan sido 'Los Lobos' lusitanos, curiosamente el mismo equipo al que hubo de doblegar hace la friolera de 24 años en Murrayfield, la meca del rugby escocés, para obtener por vez primera la clasificación mundialista. De esta manera, el 9 de septiembre de 2023 a las 15:30 horas, en el estadio Matmut-Atlantique de Burdeos, el XV del León se enfrentará a Irlanda en un choque para la historia.
El éxito ya será estar allí, pero la selección no quiere dejar de soñar con victorias y otros momentos con los que enganchar a más gente a este deporte. Sobre todo, será un instante para disfrutar, pero también para honrar a todas las personas que trabajan para mantener vivo a este deporte. Además, este año y medio será fundamental para tratar de esbozar un plan que haga crecer el rugby en España y sea una práctica más profesionalizada.
La pesadilla de Bruselas
El 18 de marzo de 2018, en Bruselas, el rumano Vlad Iordachescu se cruzó para siempre con la historia del rugby español después de robar el sueño a la selección. Jaime Nava, capitán de ese XV del León, y todos sus compañeros acorralaron a este árbitro al término del Bélgica 18-10 España. En el deporte que más respeta a los colegiados, el equipo dio esa mala imagen aunque estaba más que justificado por la actuación del juez.
La Federación Española de Rugby, un día después de que se derrotara en Madrid a Rumanía y pasara a depender de sí mismo para clasificarse de manera directa para el Mundial de Japón, solicitó al responsable arbitral de Rugby Europe que se cambiara a los jueces que estaban designados para el partido de la última jornada contra Bélgica. Sin embargo, desde Rugby Europe, ente que preside el también rumano Octavian Morariu, no hicieron caso a la reclamación.
El resultado fue el descalabro español para conseguir la clasificación matemática. España no jugó bien, pero tampoco es muy normal ver en un partido que se sancionen siete tiros a palos por parte de un equipo. Eso supuso que el seleccionador calificara el arbitraje de "tendencioso". "No quiero pensar que el rugby se ha prostituido para dejarnos fuera. Cuando nos asignaron a los rumanos, nos chocó. Pero esto es rugby, se presuponen unos valores", sentenció Nava.
España también pidió la repetición del encuentro, pero no se concedió. El colegiado que propició "el mayor robo de la historia del rugby" nunca fue sancionado por ningún organismo y continuó arbitrando partidos de relevancia en Rumanía y en Europa. Cinco jugadores españoles fueron sancionados por la reacción contra el colegiado. El XV del León se quedó sin Mundial y la espina ha estado clavada hasta este domingo en el Central.
La pandemia y Kawa
Los problemas de financiación de este deporte en España han tenido maniatado su crecimiento. También los ha habido en la gestión. Cabe recordar que el que fuera presidente, Javier González Cancho, fue condenado a una pena de seis meses de prisión como autor responsable de un delito de administración desleal durante el desempeño de su cargo. La pandemia fue un duro golpe del que tanto la Federación como los clubes han tardado en recuperarse.
Pero nada se puede comparar con lo vivido el pasado 21 de diciembre. Kawa Leauma, jugador que iba a debutar de forma oficial pronto en la selección, cayó desde una gran altura en la zona de Leiden, cerca de Ámsterdam. Eso le produjo un traumatismo craneoencefálico severo del que no se pudo recuperar. El samoano y también neozelandés asentado en el País Vasco donde jugaba en el AMPO Ordizia teñía de luto el rugby español.
Esto marcó a esta generación de españoles y otros jugadores de diferentes nacionalidades que juegan para el país que este domingo han hecho historia. Serán los responsables de defender al país en Francia 2023, el segundo Mundial de la historia de España. El rugby español honrará a Kawa allí. También buscará asentar de forma definitiva un deporte que es practicado de forma amateur y que ha sido denostado en ocasiones. Este es el premio para unos pocos locos que aman el oval.
[Más información: El trágico final de Kawa Leauma, el 'all black' que fue a Ordizia a cumplir su sueño en el rugby]