Mario García Romo (Salamanca, 1999) sigue haciendo historia. El atleta español se ha proclamado este fin de semana campeón universitario de los Estados Unidos en la prueba de la milla indoor, lo que le ha servido para hacer historia. Se trata de su mayor logro desde que decidiera cruzar el charco para vivir una nueva vida, esa que suelen llamar la del sueño americano.
A sus 22 años, Mario está rindiendo a un nivel espectacular y está consiguiendo que su nombre vuelva a sonar en España con fuerza. En Estados Unidos ya le conocen de sobra y saben cómo se las gasta, especialmente en Ole Miss, su centro educativo. Allí le consideran uno de sus representantes más brillantes, y no solo en lo deportivo.
El salmantino consiguió dos éxitos importantes la pasada temporada. Fue plata en el relevo combinado con su universidad y bronce en los 3.000 metros. Ahora, en Alabama, ha vivido su momento más especial en una prueba que se decidió en una emocionante foto finish final debido a la enorme igualdad que reinó durante los últimos metros de la prueba.
El de Villar de Gallimazo llegó a la prueba repleto de confianza y moral y esa fue una de las claves para que se terminara llevando la victoria. Sabía que podía lograrlo y terminó haciéndolo. Una actuación brillante con un crono de 4:07:54 minutos que le permitió tocar el cielo en Birmingham en lo que ya es el mayor éxito de su corta trayectoria.
García Romo hace historia
La victoria de Mario ha sido tan celebrada en España como en Estados Unidos, especialmente en su entorno deportivo más cercano. El salmantino no solo ha hecho historia para el atletismo nacional, si no que lo ha hecho también para su centro, el Ole Miss, que ha registrado gracias a él un triunfo que no había tenido nunca.
Los atletas de Ole Miss llevaban muchos años persiguiendo este prestigioso triunfo en la millar indoor nacional, pero ha sido Mario quien ha completado este éxito para alegría de toda la afición. En Estados Unidos, pocos eventos tienen más repercusión que las competiciones universitarias, las cuales muchas vecen reciben mayor atención incluso que las de categorías profesionales. Además, aquí se encuentran muchas grandes promesas y deportistas que incluso ya compiten en dependencias de primer nivel.
Se trata de la 13ª victoria de una universidad que cuenta con 173 años de historia y que no sumaba triunfos masculinos desde el año 2005, cuando Antwon Hicks defendió el título ganado un curso antes en los 60 metros vallas. Además, nadie había conseguido una victoria en una prueba superior a los 800 metros defendiendo los colores del Ole Miss.
Si Estados Unidos celebra su éxito, también lo hace España, ya que nunca un atleta masculino nacido en nuestro país había ganado un título universitario en territorio norteamericano. Solo Carmela Cardama había conseguido un triunfo similar en 2021 cuando se proclamó campeona en la prueba de 10.000 metros. Ellos dos han sido los únicos en tocar el cielo en territorio hostil. Dos triunfadores, cada uno en su sexo, que marcan el camino de todos los que están por venir.
En el caso de Mario, su triunfo por solo cinco centésimas sobre Morgan Beadlescomb y por 10 centésimas sobre Reed Brown, no solo ha supuesto una victoria sobre los centros de Michigan y Oregón. También ha sido la confirmación de que puede aspirar a retos todavía mayores dentro de su progresión como atleta.
Mario ha experimentado un importante cambio en esta prueba después de una visita muy especial de su entrenador. Tenía en la cabeza lo que debía hacer para ganar, ya fuera en términos de gestión del esfuerzo y de tiempos. Pero necesitaba un empujón por parte de Vanhoy. Una semana antes de la prueba le dijo que nadie podía ganarle. Y se lo creyó hasta conseguirlo como reconoce en unas declaraciones recogidas por el diario AS.
El salmantino tenía varios planes de carrera. O imponer un ritmo muy fuerte desde el principio e incluso terminar en torno a los 03:51, o también llevar un ritmo más sosegado y darlo todo en un final frenético, como finalmente fue. Pero el objetivo era ser campeón nacional como ha terminado siendo. García Romo tiene en su haber la segunda mejor marca nacional de todos los tiempos con 3:53:36 y en su horizonte está llevarse el récord de España de la milla indoor, ahora mismo en posesión de José Manuel Abascal 3:52:56, conseguido en el año 1983.
Los sueños de Mario
Este atleta español ha conseguido hacerse un nombre en Estados Unidos a pesar de que lleva pocos años allí. Aterrizó en el 2018 y a base de esfuerzo ha hecho grande su apodo del 'Cohete'. Sin embargo, sus orígenes en el atletismo son muy anteriores, ya que empezó a despuntar en carreras populares de gran nivel con solo 8 años. Ahora, a los 22, sigue brillando al otro lado del charco.
Triunfos de este nivel le hacen creer en sus verdaderas capacidades para seguir creciendo en el profesionalismo y seguir apuntando alto. Quizás un retorno a España pueda estar cerca, aunque para eso seguramente tenga que tener terminados sus estudios. Mario ama el deporte y el atletismo, pero no descuida su faceta más intelectual y estudiantil.
Precisamente, su viaje a Estados Unidos le permitió vivir en toda su expresión la experiencia de alternar los entrenamientos con los libros. En estos momentos estudia bioquímica y ha mejorado notablemente su nivel de inglés, lo que era otro de sus grandes retos. Sin embargo, a pesar de este tipo de éxitos, no pierde el norte y tiene muy claro cuáles son sus planes para el futuro. El atletismo es una segunda puerta en su porvenir, ya que la primera sigue siendo cambiar el mundo gracias a su 'coco'.
No descuida la ambición de ser atleta profesional, pero solo desea dedicarse a ello durante unos años porque sabe que por desgracia es un deporte que tiene fecha de caducidad con una rentabilidad muy pequeña. Y por eso prefiere ser útil para la sociedad en ámbitos como la medicina. Una diminuta parcela que le puede encaminar a cambiar el mundo con grandes avances, su verdadero sueño para el futuro a largo plazo.
[Más información: David Bustos, de los JJOO a policía por la precariedad: "Eres atleta y es como si no hubieras trabajado nunca"]
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