Lia Thomas no habla. Cuando confirmó el pasado jueves su victoria en el campeonato de la NCAA de las 500 yardas se aisló. Pero sus compañeras sí lo hacen. Las chicas que están viendo como una nadadora trans les priva de victorias se quejan de que compita. Aunque no es la única preocupación que tienen. Varias de ellas han declarado sentirse incómodas al compartir vestuario con la mujer que antes era Will y que está en el centro de la polémica del deporte mundial.
La nadadora transgénero de 22 años ha pasado en los últimos tres de estar en el ránking universitario en el puesto 462 compitiendo contra hombres al número 1 haciéndolo ante mujeres. Esta polémica está presente desde que comenzó a competir tras completar su transición. Pero ha sido a partir de este 2022 cuando las compañeras también han reparado públicamente en lo que supone para ellas compartir el vestuario con alguien que tiene genitales masculinos.
Las primeras quejas llegaron con una carta de 16 nadadoras de la misma Universidad de Pensilvania, la misma a la que pertenece Thomas. En ella se quejaban de que está quitando "oportunidades competitivas" a otros miembros del equipo, es decir, que ocupa el puesto que podría tener otra mujer. Nancy Hogshead-Makar fue la que se encargó de redactar el documento que iba firmado por el resto de compañeras. Pero unas semanas después también se quejaron públicamente de la tensión en los vestuarios.
La tres veces campeona olímpica daba voz a las quejas de las nadadoras sobre lo incómodo que es para ellas compartir taquillas: "No siempre se cubre sus genitales masculinos cuando se cambia, estas preocupaciones son ignoradas por los entrenadores". Esto, además, según explica la exnadadora, supone una violación del "Código 3127 de Pensilvania y el Título IX de Acoso Sexual". La universidad no puede hacer nada porque las personas trans tienen derecho a usar el vestuario con el que se identifican.
Miedo a hablar
En conversación con Daily Mail, estas mismas nadadoras se quejaron de esta situación. "Es incómodo porque Lia todavía tiene partes masculinas y se siente atraída por las mujeres", explicó una de las compañeras de UPenn. También admitieron que la misma Thomas les confesó que tenía relaciones con otras chicas. Cuando trataron de elevar una queja, les obligaron a darse la vuelta "y aceptarlo". La otra solución era que no usaran ese vestuario.
"Es realmente molesto porque a Lia no parece importarle cómo hace sentir a los demás. Se supone que las 35 debemos aceptar sentirnos incómodas en nuestro propio espacio por los sentimientos de una. La escuela estaba tan concentrada en asegurarse de que Lia estuviera bien y en hacer todo lo posible por ella, que ni siquiera pensaron en el resto de nosotras", destacaron en esta conversación con el tabloide británico.
Los sectores que apoyan a la deportista trans han acusado a sus compañeras de no dar la cara. No es que no se lo hayan planteado, es que tienen miedo. "Temo que los entrenadores en el futuro busquen mi nombre en Google y vean comentarios sobre cosas que dije y piensen: Oh, esta persona es transfobas", sentenció una de las nadadoras.
Mientras tanto, piden que Thomas nade en una categoría abierta con otros chicos, como hace Iszac Henig, la universitaria que ha hecho la transición de mujer a hombre y sigue compitiendo en categoría femenina. Este fin de semana precisamente coincidieron en una de las pruebas en Atlanta y Lia quedó por detrás de él.
Dos o tres la apoyan
La nadadora que habló con Daily Mail explicó que en todo el equipo de la Universidad de Pensilvania solo dos o tres miembros realmente apoyan el statu quo que se vive en ese vestuario. "Hay muchos cobardes que no quieren causar ningún tipo de conflicto o preocuparse de que los miren de manera equivocada", explicó. A esto se refiere con que sean etiquetadas como tránsfobas, una cuestión que está dividida. Muchos sectores feministas están siendo acusados de esta forma.
El hecho de pensar que no debería de competir contra mujeres no quiere decir que sus compañeras no la apoyen en el paso que ha dado con la transición. "La valoramos como persona, compañera de equipo y amiga. Los sentimientos presentados por un miembro anónimo de nuestro equipo no son representativos de los sentimientos, valores y opiniones de todo el equipo de Penn, compuesto por 39 mujeres con diversos antecedentes", exponía una de las nadadoras.
Se refiere a los comentarios de varios padres de otras nadadoras con las que ha competido a nivel estatal. Este se muestra molesto porque su hija pierda "contra un hombre". La línea que separa el apoyo a la diversidad y a la injusticia a la hora de competir no se cruza en ningún momento por parte de unas compañeras que están "más afectadas que Lia" por todo este revuelo. Mientras tanto, un nuevo episodio con Thomas se puede vivir en los campeonatos de USA Swimming el próximo mes de julio.
[Más información: Así es 'Salvad el deporte femenino', el movimiento contra Lia Thomas y los deportistas transexuales]