Nueva velada de la Ultimate Fighting Championship (UFC). En Jacksonville (EEUU), se celebró este domingo el UFC 273. Aunque no era la pelea estelar, el Gilbert Burns - Khamzat Chimaev atrajo todas las miradas. 'Borz' es uno de esos luchadores más mediáticos del momento, que apunta a llegar, más tarde o más temprano, hasta el cinturón de campeón del mundo.
El luchador sueco, aunque nacido en Chechenia, no lo tenía fácil. Detrás de él, una legión de aficionados, el boom mediático que le persigue, pero también la presión por enfrentarse a uno de los 'tipos duros' del peso wélter. Gilbert Burns, pese a estar por encima de su rival en el ranking, se vio con las quinielas en contra.
En los días previos, parecía que Chimaev ya había ganado. Sin ni siquiera entrar en la jaula. Pero una vez dentro del octágono 'Durinho' le puso las cosas muy complicadas. Tanto es así que por primera vez se vio al sueco en problemas desde que pelea en la UFC. El combate se resolvió por la decisión unánime de los jueces a favor de Khamzat.
Un Chimaev que continúa con su ascenso en la UFC. Quiere ser el nuevo campeón. Y, por el momento, no conoce la derrota. 11-0 es su marca en las artes marciales mixtas (MMA). Una marca que sigue inmaculada y por la que muchos ya le ven como el auténtico heredero de Khabib Nurmagomédov.
El asalto definitivo
Llegaron Khamzat Chimaev y Gilbert Burns desde posiciones muy diferentes en el ranking del wélter. El sueco, inmerso en su escalada. El brasileño compartiendo el podio, en tercera posición, junto a Kamaru Usman y Colby Covington. Y aunque la diferencia en la clasificación es más o menos importante, se daba como favorita a 'Borz'.
Ni siquiera podía esperar el checheno con pasaporte sueco. Esperó inquieto la salida de su rival sentado en lo más alto de la jaula. Una imagen que habla a la perfección de las ganas que tiene Chimaev de hacer historia. Más allá de todos los guiones que se pudieron desarrollar los días previos al combate, el desenlace real fue el de la mejor pelea de la velada y, a buen seguro, una de las mejores de este año 2022.
Chimaev demostró que está para verse las caras con los mejores de su división. Y pese a su victoria, también se demostró que su camino hacia el título de campeón no será un paseo. Eso sí, salió al octágono como suele hacerlo: metiendo presión al rival e intentado el derribo para acabar por la vía rápida.
Sin embargo, Burns tenía mucho que decir. Defendió los derribos y no se puso nervioso. No salió derrotado en el juego mental, sino que se lanzó hacia los intercambios. 'Borz' se mantuvo, no dio un paso atrás y firmó algún que otro golpeo de mucho mérito. También mandó al brasileño a la lona con una implacable, e impecable, izquierda.
'Durinho' enseñó a Chimaev lo que es una verdadera oposición. E incluso le puso contra las cuerdas con varias manos 'de poder' que conectaron. Pero la decisión de los jueces se inclinó en favor de un Khamzat que dejó su marca como profesional tras el UFC 273 en un importante 11-0.
Seguir el camino
Tal vez el triunfo de Chimaev dejó un sabor agridulce entre los aficionados a las MMA. Por el lado positivo, una nueva victoria de uno de los luchadores con el futuro más prometedor por delante dentro de la UFC. Por el lado negativo, no se lució... no enamoró. Y esto siempre es algo que pesa mucho en el efecto mediático.
Aunque el sueco continúa a lo suyo. Pelea a pelea. Victoria a victoria. Y todo ello con el doble objetivo en mente: llegar a hacerse con el cinturón de campeón del mundo y ganar cada nuevo combate para mantener el invicto. Un invicto con el que selló su carrera Khabib. Pero tal vez 'The Eagle' solo va a haber uno y no se volverá a repetir un caso como el suyo, con esa superioridad en la jaula, pese a que nos empeñemos en descubrir al 'nuevo Khabib'.
Khamzat Chimaev es Khamzat Chimaev. 'Borz'. Con sus luces y sus sombras. Un puñado de peleas en la UFC y ningún rival de verdadero renombre hasta ahora. Pero cuando le llegó este adversario de entidad, también ganó. Ahora espera poder verse las caras con Colby Covington.
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