El desafío de Hunt-Broersma: 102 días para 102 maratones tras perder una pierna por un cáncer
La atleta sufrió una amputación tras padecer un sarcoma de Ewing y se ha propuesto un reto titánico para visibilizar su lucha contra la enfermedad.
17 abril, 2022 07:00Noticias relacionadas
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Jacky Hunt-Broersma es una mujer que un buen día decidió cambiarlo todo por correr. No era ni mucho menos su fuerte, pero le pareció una buena manera de intentar visibilizar su causa y la de tantos millones de personas en el mundo: la lucha contra el cáncer. Fue así como se propuso un reto que ahora está dando la vuelta al mundo.
El propósito de esta corredora no profesional es ir completando una carrera tras otra, sin descansar ni un solo día, durante más de tres meses. Es la manera que ha encontrado para promocionar algo que ella misma ha sufrido en sus carnes y que le ha dejado secuelas importantes para su vida.
Hunt-Broersma perdió una pierna por culpa de una grave enfermedad y aun así, nada le para en su objetivo de cumplir su gran hazaña: correr 102 maratones en 102 días. Sin descansar ni uno solo, sin parar, sin pensar en el cansancio físico, el desgaste muscular o las condiciones cambiantes de climatología que se ha ido encontrando desde que arrancó su aventura a principios del año 2022.
El reto de Hunt-Broersma
A Jacky se le ocurrió la feliz idea de que corriendo podría dar mayor altavoz mediático a su causa. Quería hacer algo a lo grande para que la sociedad, la investigación, los gobiernos y la medicina trabajen en una misma línea de actuación: avanzar en los estudios sobre todo tipo de cánceres. Así es cómo surgió su reto de correr un total de 102 maratones en tantas jornadas de esfuerzo.
Además, su hazaña también esconde una meta deportiva, y es que ya hubo alguien que fue capaz de correr 101 maratones en 101 días, uno menos de los que ahora se ha propuesto Jacky. Fue Kate Jayden. Todavía le queda parte de ese reto para conseguirlo, pero pocos descartan que no llegue incluso a proponerse seguir elevando esa barrera por encima de las 102 pruebas.
Su aventura arrancó el pasado 17 de enero y todavía se mantiene vigente, ya que el momento de completar el objetivo se produciría el próximo 29 de abril. Sin embargo, su caso tiene una diferencial sustancial con el de Kate Jayden y es que Jacky lo está haciendo con una sola pierna natural, ya que en la otra lleva una prótesis después de que tuvieran que amputarle su extremidad por debajo de la rodilla tras sufrir un sarcoma de Ewing, un tipo de cáncer que suele afectar a niños pequeños.
De momento, ya ha superado las 90 pruebas y este lunes disputará la que será su primera y única maratón oficial entre las mayores estrellas del mundo. Será en la icónica maratón de Boston. Al llegar a la meta habrá alcanzado la nada desdeñable cifra de 92 pruebas completadas y todavía le quedarán otras 10 para poder conseguir su objetivo. Su paso por Boston, calculado al milímetro, ha provocado que su caso haya adquirido una repercusión mundial. Seguramente serán los 42,195 kilómetros recorridos más especiales hasta que llegue esa mítica cifra de los 102.
El espíritu de Jacky
Una vez haya completado su récord, Jacky Hunt-Broersma habrá superado todo tipo de dificultades en esta inmensa aventura en la que se ha embarcado. La corredora ideó el recorrido en el que podía llevar a cabo su gesta a las afueras de su zona residencial, escogiendo al milímetro el trazado que repetiría una y otra vez hasta completar los 42.195 metros que tiene que recorrer cada día llueva, truene o haga calor.
La popularidad de su caso ha crecido considerablemente en los últimos días por su llegada a la maratón de Boston y también por lo avanzado que se encuentra su reto, algo en lo que no confiaban muchas personas de su entorno. En declaraciones recogidas por The Associated Press, Jacky cuenta cómo son sus sensaciones y cómo ha ido superando todos los problemas físicos que se ha ido encontrando.
"Haces las paces con el dolor. Creo que mi umbral del dolor es probablemente bastante alto en este momento. Es un paso a la vez". Su caso es especialmente llamativo ya que ella antes no solía salir a correr. Se podría decir que no estaba entre sus deportes favoritos. Sin embargo, a raíz de perder su pierna, se dio cuenta que la vida obliga a aprovechar lo poco que nos queda. Y si ella todavía seguía teniendo una pierna sana, tendría que utilizarla para correr y, de paso, intentar ayudar a tener un mundo mejor.
Al principio le costó mucho por dos factores. El evidente bajo estado de forma y también las dificultades que tuvo para acceder a una prótesis: "Correr realmente cambió mi vida. Me ayudó a aceptarme como una mujer amputada. Me dio una sensación de libertad. Me enamoré del proceso de empujar mi cuerpo más allá solo para ver qué podía hacer".
Ahora que se encuentra en la fase final de su reto, el cual espera conseguir a finales de este mes, afirma que lo que más le llena no es poder tener un baño de masas en la icónica prueba de Boston, algo que sin duda le hace mucha ilusión, si no convertirse en una inspiración.
Si gracias a su ejemplo, otras personas también comienzan sus propios retos y aprenden a aceptarse y valorarse, todo habrá merecido la pena: "Espero inspirar a muchas personas a salir de su zona de confort y avanzar un poco más". Jacky Hunt-Broersma se encuentra ya en la recta final de su legendaria aventura.
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