La candidatura olímpica de España para los JJOO de Invierno del año 2030 sigue en un punto complicado. Hace unas semanas se retomaron las conversiones entre todas las partes que forman la Comisión Técnica encargada de sacar hacia delante el proyecto. Los gobiernos de España, Cataluña y Aragón junto con el COE siguen trabajando para que el proyecto pueda seguir hacia delante. Sin embargo, la situación es complicada y el tiempo se acaba.
La preocupación en el Comité Olímpico Español es real ante una situación que, aunque ha avanzado algo en los últimos días, sigue estando bastante enquistada. No se han limado las asperezas todavía con Aragón y Javier Lambán sigue mostrándose como la nota discordante de un grupo que ha llegado a estar de acuerdo en su totalidad en el pasado, pero que ahora reconoce diferencias.
El mayor problema que tienen ahora mismo la candidatura del Pirineo es el tiempo. A España se le agota el plazo que tiene para presentar el proyecto antes de que se haga la selección final de candidaturas que van a pelear por albergar los Juegos de Invierno del 2030. Existe un plazo límite para que tanto Cataluña como Aragón puedan concretar la creación de un proyecto conjunto, pero las posturas están todavía demasiado alejadas.
Aunque se mantiene la confianza en que todo pueda llegar a buen puerto, lo cierto es que el tiempo aprieta ahora a los dirigentes políticos y deportivos que están inmersos en las negociaciones. El momento de terminar esas conversaciones tendrá una fecha límite, justo cuando reste un año para la elección de la candidatura ganadora. Esos doce meses se tendrán que emplear en preparar técnicamente todos y cada unos de los proyectos junto con el Comité Olímpico Internacional para poder entrar en el gran debate que realizarán los jueces encargados de elegir la sede que relevará a Milan y Cortina d'Ampezzo.
Preocupación con los plazos
El Comité Olímpico Español lleva mucho tiempo al frente de las negociaciones sobre la candidatura del Pirineo para los JJOO de Invierno del 2030. La institución que preside Alejandro Blanco ha sido la encargada de liderar el trabajo de la Comisión Técnica y quien ha tratado, sin descanso, de acercar las posturas entre Javier Lambán y Pere Aragonès. Tras meses de tira y afloja, ahora se presenta un nuevo problema.
Se trata de la falta de tiempo a la que se enfrentan ahora mismo en la candidatura que deben presentar de manera conjunta entre Aragón y Cataluña. Alejandro Blanco ha confirmado recientemente que la fecha límite para tener cerrado el proyecto se alcanzará el próximo 20 de mayo. Es decir, restan solo dos semanas para saber si el proyecto de país tiene futuro o si termina fracasando después de que hayan reinado los enfrentamientos desde el pasado mes de septiembre.
El presidente del COE sigue considerando que hay margen suficiente como para poder sacar hacia delante un proyecto que se considera ganador. Para ello, es necesario que ambas regiones se entiendan. Pero lo que ha dejado claro es que cada vez queda menos margen de maniobra, por lo que urge dar pasos hacia delante.
Blanco ha participado en unas jornadas del Cercle d'Economia en Barcelona donde ha puesto de manifiesto su preocupación: "Estoy convencido de que al final se llegará a un punto de encuentro, porque no puede ser de otra manera. Es un proyecto muy importante y creo que al final, por muchas dificultades que haya en el camino, encontraremos la solución definitiva. Y además tenemos que encontrarla en un plazo corto de tiempo". Esa la alarma que se ha generado en torno al Comité Olímpico Español, la necesidad de dar con una solución dentro de los plazos de tiempo marcados por el COI.
Así pues, Alejandro Blanco confirma ese día 20 de este mes como el límite ideal para tener todo atado: "No podemos pasar del 20 de mayo sin tener las cosas definitivamente terminadas". Además, el presidente ha reconocido que esta situación se ha producido por la marcha atrás que ha decidido dar Aragón en sus planteamientos iniciales.
"Algo que estaba acordado se ha desfasado un poquito. Lo que hay que intentar es volver a encontrar el punto en el que todo el mundo esté contento, todo el mundo esté cómodo y en que todo el mundo entienda que es bueno para el territorio y para absolutamente todos". Blanco ha aprovechado su última aparición para pedir altura de miras a los agentes negociadores para sacar adelante el proyecto.
La marca de Barcelona
Además de los plazos de tiempo, el Comité Olímpico Español también tiene otra preocupación en su horizonte. Se trata de la posible pérdida de valor que pueda tener el proyecto de cara al exterior por estas dudas que ofrece el hecho de que no haya habido luz verde todavía para un acuerdo.
El bloqueo que existe en la situación, y que se lleva repitiendo durante varios meses, no solo ha generado desconfianza a nivel interno, si no también externo. Aun así, el COI mantiene la esperanza en que su delegación en España pueda conseguir resolver la situación antes de que se consume el desastre. Todos saben que, en caso de salir hacia delante, el Pirineo tiene claramente un proyecto ganador. Sapporo (Japón), Salt Lake City (Estados Unidos) y Vancouver (Canadá) serán los rivales.
Para el Comité Olímpico Internacional, otras candidaturas pueden tener propuestas técnicas superiores. Sin embargo, el relato que ofrece el proyecto español es inigualable. La institución que rige los JJOO tanto de verano como de invierno sentía un orgullo tremendo al ser protagonista en la unión de dos territorios que han dejado tensiones a nivel político en nuestro país. Y vender esa historia al mundo bien podía valer una candidatura para el Pirineo. Sin embargo, estas dudas han provocado que este objetivo se aleje considerablemente.
A pesar de todo, la reunión mantenida el pasado 25 de abril, que suponía la reanudación de las conversaciones entre todas las partes después de que Aragón se ausentara de los últimos encuentros, supuso un pequeño impulso positivo para la candidatura. Otros proyectos también tienen sus propios hándicaps. Así sucede con los programas de Salt Lake City y Sapporo, que se ven algo estancados por la proximidad en el tiempo de los Juegos con sedes ya elegidas como los pasados de Tokio 2020 o los que llegarán a Los Ángeles en 2028.
Un hecho que puede favorecer a la viabilidad del proyecto es el poder que tiene la marca Barcelona en todo esto. Desde Cataluña siempre han defendido que tiene que ser la cabeza del cartel de los JJOO de Invierno de 2030. Alejandro Blanco reconoce además que el poder que tiene la Ciudad Condal y su bagaje olímpico con el éxito de 1992 son indispensables para terminar con éxito este camino.
"Si a mí me preguntas personalmente, sería impensable que no esté Barcelona en el nombre. Si algo tenemos o por lo que empieza esto es por la fuerza de Barcelona. Pero no significa que el nombre sea solo el de Barcelona. Vamos a dejar que las partes se sienten y que, de ese pensamiento conjunto, salga la solución definitiva".
Blanco reivindica el peso de Barcelona en la candidatura, pero reconoce que siguen haciendo falta pactos. Por su parte, desde Cataluña exigen que la Ciudad Condal siga siendo la imagen de la candidatura: "Barcelona tiene la paternidad del proyecto olímpico. La idea surgió del alcalde Jordi Hereu". El presidente del PSC de Barcelona, Jaume Collboni, que también participó en el acto del Cercle d'Economia, consideraba que la Ciudad Condal le daría el impulso final al proyecto.
Javier Lambán no cede
Mientras el COE ha mostrado abiertamente su preocupación por la falta de tiempo que existe para negociar, Javier Lambán ha vuelto a las andadas y ha vuelto a quejarse de la situación que atraviesa el proyecto de los Juegos Olímpicos de Invierno para el año 2030. A pesar de que se acercaron posturas en esa reunión del pasado 25 de abril, la versión pública del gobierno de Aragón no ha variado mucho en los últimos días.
En el Pleno de las Cortes aragonesas, Lambán ha vuelto a responder a las críticas recibidas, especialmente por la oposición del PP regional, para dejar clara cuál es su postura y la de su equipo. "Sólo se puede convivir con Cataluña si se cede a sus exigencias y ni lo va a hacer Aragón ni se lo puede permitir España".
Lambán ha querido defender la dignidad de su región: "Aragón no se va a rebajar aunque eso pueda suponer la ruptura definitiva de las negociaciones. Seguimos exigiendo igualdad de condiciones y un reparto equilibrado. Aunque hay que procurar que Cataluña vuelva al redil constitucional, no se debe hacer a costa de aceptar sus imposiciones con unos Juegos en los que si se aceptara el desequilibrio se estaría haciendo un flaco favor al Estado".
El presidente aragonés ha prometido que Aragón negociará el proyecto hasta el final y que serán los últimos en levantarse de la mesa de conversaciones. Sin embargo, no aceptarán cualquier cosa ni a cualquier precio. Por eso insta tanto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como al del COE, Alejandro Blanco, a no forzar un pacto entre Cataluña y Aragón que no sea en plena igualdad.
[Más información: Cataluña estudia la opción de introducir a Sarajevo en la candidatura para los JJOO de Invierno 2030]