El Reino Unido vive un nuevo episodio de su escándalo de abusos en la gimnasia tras la publicación del informe definitivo que explica todo lo sucedido hasta 2017. British Gymnastics permitió una cultura en la que jóvenes gimnastas sufrieron abusos físicos y mentales, mientras miraba para otro lado y solo se preocupaba de los éxitos deportivos sin preocuparse del bienestar de sus deportistas. 133 profesionales condenan las prácticas en las que había humillaciones y hasta les privaban de comer o beber agua.
Hasta en 400 casos queda evidenciado esta cultura del maltrato al deportista. Más del 40% describió un comportamiento físicamente abusivo hacia las gimnastas por parte de los entrenadores, incluido el castigo físico, entrenamientos inapropiados que provocaban lesiones, estiramientos excesivos hasta la extenuación y la privación de comer, beber o ir al baño. Además, existen 30 situaciones incluyeron denuncias de abusos sexuales por parte de los preparadores.
No se nombraron entrenadores en el Informe Whyte, el dosier que descubre cientos de quejas que no se registraron entre 2008 y 2016 por la "cultura del miedo" que existía. También describe que algunos problemas radican de la llegada de entrenadores de, o de países influenciados por, la Unión Soviética. A partir de ahora, se someterán a revisiones cada seis meses para establecer que los cambios están funcionando y no se revivan las situaciones descritas.
Hay ejemplos diversos. Una exgimnasta explica que fue atada a las barras como castigo por ir al servicio o exceder el tiempo de descanso. Un padre de gimnasta desveló que dos entrenadores a la vez empujaban las piernas de su hijo hacia abajo para dividirlas. Se aclara que los 30 casos de abusos sexuales no eran sistemáticos y sí eran tomados en serio por British Gymnastics. Durante todo este tiempo, la federación ha recibido más de 44 millones de euros del Gobierno.
También hay declaraciones en las que describían comentarios que recibían aludiendo a su físico como "pareces una ballena", "tienes una barriga cervecera" o "tus muslos son asquerosos". Como resultado, un número "significativo" de gimnastas desarrolló relaciones disfuncionales con la comida, el peso y la imagen corporal. Antes de 2008, ninguna gimnasta británica había ganado una medalla olímpica. Desde entonces, el Reino Unido ha ganado 16 en los últimos cuatro JJOO.
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UK Sport y Sport England hicieron una declaración conjunta tras publicarse el informe: "Las experiencias de las gimnastas compartidas son desgarradoras y angustiosas de leer. Nadie en el deporte debería ser objeto de tal abuso. Queremos reconocer públicamente y agradecer a todos aquellos que fueron valientes al presentarse. Sus voces son escuchadas. Han desempeñado un papel vital en el futuro de la gimnasia en Gran Bretaña, para ayudar a que sea segura e inclusiva".
La directora ejecutiva de British Gymnastics, Sarah Powell, en el cargo desde octubre de 2021, explicó que las experiencias de las gimnastas detalladas en la revisión "no eran aceptables" y que la lectura del informe le pareció "emocional". "La gimnasia será diferente por la valentía de las gimnastas que se pusieron de pie", apuntó. En un comunicado, dijo: "British Gymnastics acepta todas las recomendaciones y hallazgos clave. Haremos todo lo que sea necesario".