La historia de los hermanos Messner es una de las más épicas y a la vez polémicas de la historia del montañismo. Los dos escaladores italianos trataron de hacer cima en el Nanga Parbat en 1970, y ambos lo consiguieron, pero Gunther falleció por una avalancha cuando ya descendía.
Es una de las muchas muertes que se cobró el Nanga Parbat, noveno pico más alto del mundo con 8.125 metros y uno de los más peligrosos. Pero la historia no se quedó allí y durante décadas se culpó a Reinhold, hermano de Gunther, de la muerte de este.
"La semana pasada, los lugareños hallaron la segunda bota de mi hermano Gunther al pie del glaciar Diamir, después de 52 años. La tragedia del Nanga Parbat, así como Gunther, permanecerán para siempre en la memoria", escribió su hermano Reinhold en su cuenta de Instagram hace unos días, junto a la imagen del calzado de Gunther sobre una roca.
Para entender la historia hay que retrotraerse al año 1970, cuando tuvo lugar la muerte de Gunther. Las acusaciones decían que Reinhold había abandonado a su hermano en la montaña para su gloria personal. Pero la realidad es que por una confusión en la comunicación, Reinhold salió antes y trató de hacer una escalada rápida para evitar el mal tiempo que le habían comunicado que iba a hacer. En ese momento su hermano todavía estaba dormido.
Gunther arrancó después y, junto a Reinhold, llegaron a la cumbre a última hora de la tarde del día siguiente. En ese momento los dos acusaban ya el cansancio de haber coronado una cima tan compleja. Según Reinhold, los hermanos se quedaron cerca de la cumbre durante la noche en un vivac de emergencia ya que un descenso nocturno parecía imposible en la cara Rupal de la montaña.
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A la mañana siguiente, Reinhold ha contado en varias ocasiones que Gunther estaba delirando y comenzó a gritar pidiendo ayuda. No fue hasta tres horas después cuando se encontraron con dos compañeros de expedición. Uno de ellos preguntó si estaban los dos bien, y Reinhold dijo que sí. O eso entendieron los compañeros, que siguieron adelante con el objetivo de coronar la montaña.
Ese error, de nuevo en la comunicación, fue uno de los detonantes del desastre. Los hermanos se quedaron sin víveres y se encontraron al límite de sus fuerzas. Entonces un alud acabó enterrando a Gunther para siempre, una avalancha de la que Reinhold se salvó de milagro y de la que definitivamente salió vivo gracias a la ayuda de unos pastores que le encontraron seis después.
"Cuando me encontraron en el valle, no había comido durante seis días y pesaba 56 kilos. Engañé a la muerte". Perdió incluso varios dedos de sus pies, sin embargo, los miembros de la expedición Max von Kienlin y Hans Saler afirmaron que Reinhold rechazó la ayuda de otros cuando su hermano Gunther enfermó. Una contradicción en las versiones que continuó durante décadas y que muchos años después tuvo su resolución.
En julio del año 2000 un escalador encontró un peroné humano en el Nanga Parbat que según la Universidad de Innsbruck había altas probabilidades de que fuera de Gunther. Pero no fue suficiente para acallar los rumores que colocaban a Reinhold como culpable de la muerte de su hermano.
En 2005 tiene lugar un hecho clave para que se limpiara su nombre. Tres guías locales pakistaníes encontraron un astrágalo, una bota de cuero que contenía un pie y ropa de lana, en la zona en la que Reinhold aseguró que había perecido Gunther. Los restos finalmente fueron confirmados, eran de su hermano.
Una prueba irrefutable
"Los restos fueron encontrados en la ladera que yo siempre había dicho que era el lugar donde le vi desaparecer. La montaña nunca miente y, si aún existiera la necesidad, el hallazgo de esta bota establece definitivamente la verdad de la muerte de mi hermano. Esta es una prueba irrefutable de que Gunther desapareció durante el descenso, no durante el ascenso", aseguró Reinhold tras aquel descubrimiento.
Ahora, tras la aparición de la segunda bota, parece que se cierra la que seguramente sea la mayor polémica en la historia de la escalada. "El recuerdo de esa experiencia sigue vivo en mí, también porque me vi obligado durante 50 años a defenderme de quienes intentaban acusarme de dejar morir a mi hermano, por haberlo abandonado para hacerme noticia", señaló Reinhold Messner al periódico italiano Corriere della Sera.