Polémica en el mundo del triatlón con las atletas transgénero. Hace unas semanas, la federación de Reino Unido hacía público que prohibirían a todos los hombres que hayan hecho la transición a mujer después de la pubertad competir en pruebas femeninas. Este miércoles, World Triathlon aprobó una nueva política por la que este sector del deporte podrá seguir participando en dichas competiciones siempre que cumplan con unos requisitos.
Después de que la natación y el rugby hayan tomado el camino del veto para proteger a las mujeres, el triatlón toma el contrario. Eso sí, las mujeres trans enfrentarán mayores restricciones antes de obtener la aprobación para competir internacionalmente. Tendrán que reducir sus niveles de testosterona durante dos años en lugar de uno, como dictaba la normativa hasta ahora. Además, deben esperar al menos cuatro años después de la transición si anteriormente compitieron como hombres.
World Triathlon defiende que su política tiene como objetivo equilibrar la inclusión con la equidad. En cualquier caso, la polémica está servida con grupos que defienden el deporte femenino solo para mujeres por las ventajas significativas que entienden que tienen las transgénero, en el caso del triatlón, en velocidad, fuerza, capacidad pulmonar y resistencia a pesar de reducir sus niveles de testosterona por el simple hecho de haberse desarrollado como varones.
Concretamente, para competir en "la categoría femenina en una competencia de triatlón de élite o de grupos de edad, un atleta transgénero debe demostrar que la concentración de testosterona del atleta ha sido inferior a 2.5 nmol/L continuamente durante un período de al menos 24 meses", explica la nueva directriz. Estas son las cantidades habituales que establecen los deportes tras las últimas recomendaciones de médicos y especialistas.
Aunque hubo mayoría suficiente, la aprobación de esta política contó con las negativas de su vicepresidente, Ian Howard, y el presidente del comité de atletas, Tamas Toth. Marisol Casado, presidenta de World Triathlon y miembro del COI, destaca tras sacar adelante esta nueva forma de entender la presencia de transgéneros en su deporte que son "una federación internacional pequeña, pero que siempre ha tenido la inclusión y el equilibrio de género en nuestro ADN".
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Esta polémica se abrió desde el momento en el que el Comité Olímpico Internacional dejó en manos de cada deporte la decisión sobre la inclusión de las mujeres transgénero en las competiciones deportivas tanto masculinas como femeninas. El máximo organismo del olimpismo alegó que faltaba "consenso científico sobre el papel de la testosterona en el rendimiento en todos los deportes". En cualquier caso, los críticos van más allá de ese factor.
Habrá que ver cómo afronta este desafío el Reino Unido. Entre sus planes estaba crear una nueva "categoría abierta" para integrar a esas triatletas transgénero que no se ajustaban con los criterios establecidos.