El último escándalo de Qatar en el pádel: cambian de sede el Mundial y caen a dedo en el grupo más fácil
Emiratos Árabes Unidos acogerá el Mundial y se celebrará en Doha tras cambiarlo repentinamente. Además, habrá una selección más en los dos cuadros.
1 noviembre, 2022 02:15El mundo del pádel está cambiando a pasos agigantados. Un constante vaivén en el rumbo está azotando a este deporte, especialmente tras la entrada de ciertos actores en el panorama internacional. Una revolución abanderada por la lluvia de millones, que solo está destapando más polémicas que otra cosa.
El desembarco de Qatar como principal actor principal en el pádel está generando más habladurías y sospechas que alabanzas. Hace apenas unos días se daba a conocer la situación de Youssef Hossam. El egipcio había sido acogido en el último torneo disputado en el NewGiza Premier Padel P1.
Una sorprende aparación de un jugador que ha sido sancionado de por vida en el mundo del tenis. Sin embargo, a Qatar, a Al-Khelaifi y QSI no pareció importarles lo más mínimo. Y allí estuvo el susodicho disputando el torneo sin problema alguno, una situación que prácticamente ningún jugador se atrevió a juzgar. Quién sabe si el dinero era el motivo de su silencio.
Dejando atrás este tipo de hechos, que al final no tienen gran relevancia dentro del pádel, si hay otros mucho más graves y que afectan de manera sustancial a su desarrollo. Y este tiene que ver con la celebración del Mundial en 2022. Hace apenas unos meses, se anunció que se disputaba en Qatar.
Todo parecía estar listo para que se celebrase en Doha, capital del país. Allí el lujoso Khalifa International Tennis & Squash Complex iba a acoger a todos los jugadores en unas instalaciones espectaculares. Una vez más, una gran cita parecía destinada a acabar en Qatar, dinero mediante.
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Sin embargo, de la noche a la mañana todo ha cambiado. Sin explicaciones, sin motivos para ello, por gusto. Ante la perplejidad del mundo del pádel, la sede ha pasado de ser Doha a terminar en Dubái. De Qatar a Emiratos Árabes Unidos. De régimen dictatorial a régimen dictatorial.
Sin explicaciones
Un Mundial de cualquier modalidad, ya sea fútbol, baloncesto, natación o pádel, es algo que lleva mucho trabajo detrás. Congregar un evento de estas características supone una gran inversión y un enorme gasto, aunque en el caso de Qatar no es algo que conlleve mucho. Son decisiones tomadas a tiempo vista. En este ejemplo, fue el pasado mes de junio cuando se asigno a Doha como ciudad elegida para acogerla. Un plan que parecía no tener fisura, pues ya había sido sede del mismo la temporada pasada.
Para sorpresa de todos, el pasado septiembre se hizo público el traspaso de poderes de una ciudad a otra. Y apenas hubo explicaciones, solo bastó un comunicado de la Federación Internacional de Pádel para información de todos.
"Debido a unas causas de fuerza mayor que impidieron a la Federación de Catar (QTF) organizar el evento en las fechas previstas, la Junta Directiva de la FIP deliberó que la XVI edición del Mundial Absoluto de Pádel se celebrará en Dubai, Emiratos Árabes, del 31 de octubre al 5 de noviembre, y será la Federación Miembro Asociado UAEPA, será la encargada de la organización del evento junto con la FIP", rezaba parte del comunicado. Y ahí no acabó el show de la organización.
Con tan solo dos días de antelación, se recibió la llamada para acudir a una asamblea extraordinaria. Una situación que comprometía, sin previo aviso, a todas las selecciones que tenían previsto empezar a competir en el Mundial. Una vez allí, todos recibieron otra sorpresa.
Si ya todo iba a contrapie cuando se cambió de manera repentina Doha por Dubái, ya que la gran cita del año sufrió ese cambio de guion a tan solo un mes de dar comienzo. Además, de todo ello, hubo otras desagradables sorpresas con las que no se contaba a la hora de formar los grupos que iban a definir la hoja de ruta del torneo que se disputa entre el 31 de octubre y el 5 de noviembre.
El panorama era claro: cuatro cabezas de serie (España, Argentina, Brasil y Francia) y luego completarían los grupos las distintas selecciones según su ranking, salvo Qatar que ya estaba clasificada directamente al ser anfitriona. Hasta ahí, todo era lo esperado. Sin embargo, el esperpento estaba por llegar durante la realización del sorteo.
La primera de ellas, la decisión de incluir a los qataríes en el grupo D. Allí coincidirá con Francia, la cabeza de serie con peor puntuación. Una decisión tomada de manera premedita, ya que no hubo sorteo y cayó por obra y gracia en el más fácil de todos. Aunque la situación es más flagrante aún, ya que de buenas a primeras se tornó en un único grupo de cinco selecciones cuando los demás solo cuentan con cuatro.
Invitación sorpresa
Las consecuencias del traslado de un país a otro también dejó otro cabo suelto que rápidamente se encargaron de solucionar por la vía. Qatar, al ser anfitriona en un principio, iba a disputar la fase final clasificada directamente. Una manera de evitarse una ardua pelea.
Pero todo cambiaba si no ejercía de ello, es decir, si el país dejaba de celebrar ese torneo, los qataríes no debían de disputarlo. Por obra y en ese momento, apareció una mágica invitación para participar en el torneo haciendo descuadrar los grupos como se mencionaba anteriormente. Toda una maniobra para evitar la exclusión de Nasser Al-Khelaifi y su selección. Un nuevo ejemplo de ayudas y de favoritismos.
Porque eso solo ha ocurrido en el caso de la selección masculina, ya que la femenina fue a parar a manos de Emiratos Árabes Unidos. Un nuevo escándalo que salpica a Qatar en las últimas semanas. Se unen a los de Bahréin con la denuncia a la Fórmula 1 por obviar el cumplimiento de los derechos humanos o al del propio Emiratos Árabes Unidos lavando su imagen a través del golf.