Esta vez España no pudo abonarse a la épica frente a Dinamarca y quedó eliminada del Mundial de balonmano. Los Hispanos sufrieron en exceso en defensa debido al talento ofensivo rival, que vio en Simon Pytlick y el perenne Mikke Hansen sus mejores armas para superar a los de Jordi Ribera. [Narraciones y estadísticas: España 23 - 26 Dinamarca]
La buena actuación de Gonzalo Pérez de Vargas o Álex Dujshebaev no bastó a España para superar a Dinamarca. Pese a recortar hasta cinco goles de desventaja, los Hispanos claudicaron en los minutos finales fruto de la efectividad rival y aunque se llegó a soñar con la remontada, no se pudo hacer efectiva.
Se volvió a repetir la historia de hace dos años en el Mundial de Egipto disputado en 2021. España cae en las semifinales frente a Dinamarca, que luchará por reeditar de nuevo su título intercontinental el próximo domingo. Los Hispanos se conformarán con luchar por el bronce contra el perdedor del Suecia-Francia.
Daniel Dujshebaev lanza a portería.
Desventaja inicial
España y Dinamarca se volvían a ver las caras, algo habitual en estas lides. Un partido de alta tensión entre dos selecciones acostumbradas a estar en los puestos de honor. Arrancó mejor el combinado norteño, que tomó las primeras ventajas en el marcador con el poderío del pivote Magnus Saugstrup.
Respondió rápidamente el equipo de Jordi Ribera, pero la efectividad danesa era demasiado para España. Los desajustes defensivos de los Hispanos penalizaban en exceso ante unos inspirados Pytlick y Saugstrup. La magia de España parecía estar únicamente en la portería, donde Pérez de Vargas exhibía su poderío una y otra vez.
En la recta final de la primera parte, Dinamarca dio un paso adelante y forjó una ventaja que iba a ser decisiva al final del partido. Los jóvenes talentos Pytlick y Gidsel rompieron definitivamnente el encuentro con sus goles y dejaron a España al borde del precipicio con una renta de cinto tanto al descanso (10-15).
Discusión entre los jugadores de España y Dinamarca.
Adiós al sueño
Una vez más, como en el partido frente a Noruega, España se veía obligada a remontar. La épica parecía ser la única receta para poder luchar por el oro de nuevo y así trataron de demostrarlo los Hispanos en Gdansk, porque si algo rezuma en esta selección es el carácter.
Cuando más lo necesitaba España, apareció Alex Dujshebaev, máximo goleador del equipo frente a los daneses. Con su poderío en ataque y las paradas de Gonzalo Pérez de Vargas, los Hispanos iban minando la moral de su rival y recortaban en el marcador cuando el reloj iba acercándose al final del encuentro.
Se pasó del 10-15 al 20-21 y el guion del partido contra Noruega parecía repetirse. Pero enfrente había un gigante que es el actual campeón del mundo y tiene a jugadores que deciden partidos. Niklas Landin se hizo fuerte bajo los palos y desquició a los españoles, que veían de nuevo cómo se escapaban en el marcador.
Una inoportunidad expulsión de Kauldi Odriozola y un lanzamiento de siete metros parado por Landin acabaron con cualquier ilusión en los últimos instantes. Ahora les toca a los Hispanos luchar por ese bronce continental y dejar atrás ese mal sabor de boca de las semifinales.
España 23 - 26 Dinamarca
España: Pérez de Vargas (1); Solé (4, 3p), Maqueda (-), Gedeón Guardiola (-), Peciña (-), Cañellas (2) y Ángel Fernández (3) -equipo inicial- Corrales (ps), Alex Dujshebaev (5), Figueras (1), Serdio (3), Casado (-), Valera (1), Sánchez-Migallón (1), Dani Dujshebaev (1) y Odriozola (1)
Dinamarca: Niklas Landin; Kirkelokke (1), Gidsel (3), Mikkel Hansen (4, 2p), Pytlick (6), Magnus Landin (2) y Saugstrup (5) -equipo inicial- Moller (ps), Jakobsen (3), Lauge (-), Mollgaard (-), Mensah (-), Jorgensen (1), Johan Hansen (-), Holm (-) y Hald (1)
Marcador cada cinco minutos: 3-3, 4-7, 5-9, 7-10, 10-12 y 10-15 (Descanso) 13-17, 15-20, 17-20, 20-21, 20-23 y 23-26 (Final)
Árbitros: Schulze y Tonnies (GER). Excluyeron por dos minutos a Maqueda (2) y Odriozola por España; y a Saugstrup, Magnus Landin y Kirkelokke por Dinamarca.
Incidencias: Encuentro de semifinales del Mundial de Polonia y Suecia disputado en el ERGO Arena de Gdansk (Polonia) ante unos 6.500 espectadores.