El deporte sigue viviendo polémicas y discusiones que tienen que ver con la participación de atletas trans en las diferentes modalidades. El último episodio se ha vivido en una competición de halterofilia de Canadá, en la que un levantador de pesas masculino ha batido un récord femenino sin que los organizadores hayan hecho nada por evitarlo.
Todo sucedió en el torneo 'Heroes Classic'. Avi Silverberg, que fue el entrenador principal del 'Team Canada Powerlifting' durante más de una década, decidió apuntarse en la categoría femenina pese a ser un hombre y ni siquiera identificarse con el género femenino. Recibió luz verde por parte de la organización y terminó batiendo el récord que hasta el momento ostentaba una levantadora trans.
Silverberg se identificó en el torneo como mujer, según él, con el único objetivo de dejar en ridículo las políticas transgénero de su país. El levantador llegó a levantar 167,5 kilos en su mayor intento y de esta manera superó la mejor marca que hasta el momento se registraba en la categoría femenina, unos 125 kilos que llegó a levantar anteriormente la atleta trans Anne Andres. Precisamente, esta levantadora estaba presente en este mismo torneo y vio en primera persona cómo un hombre le arrebataba el récord.
El propio Silverberg alegó después de la prueba que había hecho esto tan sólo para poner en evidencia lo injusto de las leyes trans en su país, ya que él mismo, sin ser mujer ni identificarse ni siquiera con el género femenino, se había podido inscribir en la prueba con el sexo femenino. Otras voces, sin embargo, han criticado duramente al levantador porque ahora pasa a tener el récord en categoría femenina.
Leyes polémicas
La Unión Canadiense de Powerlifting recoge en su reglamento que los competidores pueden inscribirse en las pruebas atendiendo simplemente a su identidad de género sin tener en cuenta su sexo, todo ello por su política trans. Así, los atletas no deben revelar una información personal que vaya más allá de lo que se exige a los competidores cisgénero.
Pese a estas políticas tan abiertas, durante el pesaje sí que hay ciertos requisitos que los levantadores deben cumplir y que, en teoría, evitarían situaciones como la sucedida, pero Silverberg consiguió burlar estas normas y colarse en el cuadro femenino para batir el récord.
En el apartado de críticas, Anne Andres, la levantadora trans que se ha quedado sin récord por la participación de Silverberg, se mostró visiblemente enfadada por lo sucedido en esta competición. Andres llamó al nuevo dueño del récord "cobarde e intolerante".