La guerra que continúa abierta desde hace más de un año entre Rusia y Ucrania se sigue cobrando víctimas colaterales en el mundo del deporte. Pese a que los deportistas rusos y bielorrusos comienzan a poder competir en varias disciplinas internacionales bajo la condición de neutrales, es decir, sin bandera, todavía hay otros muchos a los que les siguen afectando las restricciones.
Es el caso de seis esgrimistas rusas, que han sido vetadas para competir en eventos internacionales por el hecho de tener rango militar. Entre estas sancionadas se encuentran Sofia Velíkaya, Yana Egorián y Sofia Lojanova, la hija del presidente del Comité Olímpico Ruso (COR), Stanislav Pozdniakov, por lo que su presencia en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024 está en el aire.
Esta decisión no sentó nada bien a Rusia, que condenó esta decisión de la Federación Internacional de Esgrima. De hecho, el presidente de la Federación de Esgrima de Rusia, Ilgar Mamédov, se mostró muy disgustado con este hecho: "Los mejores deportistas de otros países también pertenecen a las Fuerzas Armadas", alegó el mandatario.
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Hace tiempo que el Comité Olímpico Internacional comenzó una política aperturista por la que recomendó que los deportistas rusos y bielorrusos pudieran volver a competir en eventos internacionales bajo la condición de neutrales. La Federación Internacional de Esgrima acogió de buen grado esta decisión y le abrió las puertas a los esgrimistas rusos y bielorrusos, aunque la apertura no fue total.
El COI impuso una serie de condiciones para los rusos y bielorrusos, y una de ellas era que los deportistas no podían tener vinculación alguna con las fuerzas militares de su país. Esto es precisamente lo que ocurre con estas seis esgrimistas rusas que han sido apartadas de las competiciones internacionales, que tienen rango militar.
La condena rusa
En Rusia no ha sentado nada bien esta decisión de vetar a sus deportistas, y el presidente del Comité Olímpico Ruso también ha salido al paso de esta decisión para hacer unas declaraciones: "La posición es una. Nuestros esgrimistas sólo participarán en caso de que tengan los mismos derechos que los deportistas de otros países", alegó Stanislav Pozdniakov.
Precisamente, una de las sancionadas por esta decisión es Sofia Lojanova, la hija de Pozdniakov, que también fue campeón olímpico de esgrima. Por su parte, las afectadas también están muy disgustadas por este veto.
Este asunto ha llegado hasta el Kremlin, que rechazó la exclusión de sus esgrimistas y que tachó de "políticos" los criterios que argumentó el Comité Olímpico Internacional. Hace poco, la Federación Ucraniana de Esgrima recurrió ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausana la decisión de la FIE de readmitir a los deportistas rusos y bielorrusos en sus competiciones.