Simone Biles ha vuelto a competir tras dos años de ausencia por problemas de salud mental. Una cita muy esperada por el mundo de la gimnasia artística y del deporte en general, que ve cómo una de sus grandes estrellas ha regresado por todo lo alto con victoria en el US Classic.
Una esperada reaparición que ha causado sensación por la manera de hacerlo. Simone Biles ha vuelto de la mejor manera posible, con la victoria. La estadounidense, una de las leyendas de la gimnasia artística, parece haber dejado atrás los problemas que azotaron a su salud mental en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Una recuperación larga que se ha convertido en una tensa espera para ver cómo brillaba en una de las pruebas más prestigiosas de su país.
732 días después de tomar la drástica decisión de tomarse un respiro en su carrera, Simone Biles ha vuelto a recuperar la sonrisa. Una larga batalla para lograr su bienestar mental, que para ella es "mucho más importante que todas las medallas que pueda ganar". Esto hizo que la estadounidense se erigiese como una de las grandes figuras en dar altavoz a este tipo de problemas.
Ella aseguró que aquel julio de 2021 había sufrido una desconexión entre cuerpo y mente que le hizo decir adiós a varias finales por problemas de ansiedad. Sin embargo, lo cierto es que ha vivido varios episodios muy duros que han marcado su vida y que pudieron marcarla, haciendo que la presión social y deportiva mellasen su rendimiento.
Ahora, completamente recuperada, ha regresado con victoria y con la incógnita de saber si estará en los próximos Juegos Olímpicos de París, para los que todavía tiene opciones de clasificarse. La ganadora de siete medallas olímpicas ha dejado la puerta abierta a regresar a la competición que le hizo tomarse un largo descanso en su carrera.
Su larga ausencia
Simone Biles vivió uno de los episodios más difíciles de su carrera deportiva en los Juegos Olímpicos de Tokio. Allí, la ganadora de siete medallas olímpicas se enfrentó a la más cruda y dura realidad al ver como un episodio de 'twisties', una desconexión entre mente y cuerpo, le afectaba duramente.
Esto le hizo renunciar a los ejercicios de individual, suelo, salto y asimétricas tras sufrir esa desconexión en el ejercicio de salto. Aunque sí es cierto que volvería para alcanzar el bronce en las barras, Simone Biles demostró no ser la misma tras alcanzar su séptima presea. Era el preludio de un largo parón para resetearse.
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El exceso de presión, tanto social como deportivo, para convertirse en la reina de la cita olímpica terminó pasándole mucha factura. Esto hizo que la estadounidense decidiese apartarse por completo de la competición para tratarse y encontrar un remanso de tranquilidad alejada de los focos.
Sus palabras eran claras acerca de lo que necesitaba. "Desde que entro al tapiz, estoy yo sola con mi cabeza, tratando con demonios en mi cabeza. Debo hacer lo que es bueno para mí y concentrarme en mi salud mental y no comprometer mi salud y mi bienestar. Tenemos que proteger nuestra mente y nuestro cuerpo y no limitarnos a hacer lo que el mundo quiere que hagamos", resaltó en aquel triste instante.
Ahora, dos años después, Biles ha vuelto a recuperar la sonrisa. Tras seguir preparándose en un segundo plano, la gimnasta ha encontrado la felicidad deportiva y personal. Y un claro ejemplo de ello ha sido su unión con el jugador de fútbol americano Jonathan Owens, con el que se casó el pasado 6 de mayo.
Un trabajo en la sombra que le ha ayudado a solucionar sus problemas de salud mental, o al menos a saber convivir con ellos. Y como recompensa al trabajo y al esfuerzo llevado a cabo en estos dos años, Simone Biles ha vuelto a sonreír en lo alto del podio en el US Classic.
El NOW Arena de Hoffman Estates, en las afueras de Chicago, fue testigo de la épica de Simone Biles. Allí fue recibida entre vítores y honores, siendo completamente abrazada por el público en un momento tan importante para ella. Y no defraudó a nadie dominando la prueba de principio a fin y con una ventaja de 5.000 puntos sobre la segunda clasificada. Un ejemplo de que hay futuro para la atleta.
La incógnita de los Juegos Olímpicos
Una vez que Simone Biles ha vuelto a la competición, se abre una pregunta: ¿Estará presente en los Juegos Olímpicos de París 2024? Una cuestión que parece tener fácil respuesta, pero que todavía no ha sido desvelada por ella. Todo hace indicar que estará en la gran cita del deporte, pero la incógnita sigue estando presente.
De hecho, una vez alcanzó su victoria en el US Classic, Simone Biles dejó entrever cuál será su hoja de ruta en los próximos meses. Una vez cumplido su primer objetivo, la estadounidense apuntó a los Campeonatos nacionales de EEUU como siguiente cita en su cita en su calendario mientras sigue tratándose de sus problemas de salud mental.
"Estamos trabajando. Mi primer objetivo era este (el US Classic), luego los Campeonatos (nacionales de San José, California a finales de agosto). Y luego veremos. Hasta este momento vamos por el buen camino, pero tengo que seguir centrándome en mí, yendo a terapia y tengo que ponerme a mí primero", esgrimía Simone Biles tras su brillante victoria.
Sin embargo, no mencionaba palabra alguna sobre los próximos Juegos Olímpicos. Sin duda alguna, los Campeonatos nacionales podrían darle una plaza para estar en París, ya que sirven para seleccionar a los mejores deportistas en cada gran cantidad de modalidades.
Un futuro incierto que hace que una de las grandes estrellas olímpicas se replantee su presencia en la capital francesa. En la última edición, la de Tokio 2020, ya vivió un momento muy desagradable y Biles está trabajando para que no se repita. Aún así, la ganadora de siete medallas, cuatro de ellas de oro, tiene una cita ineludible en París, ya sea con o sin billete.