Gloria para el atletismo español. Álvaro Martín y María Pérez han protagonizado un doblete doble en el Mundial que se celebra en Budapest. Ambos se colgaron el oro en los 20k marcha y repitieron este jueves en la prueba de los 35km. Jornada histórica que dio dos metales imborrables para nuestro deporte.
Primero cruzó la meta Álvaro Martín, campeón del mundo con récord de España en la prueba masculina incluido. 2:24:30 fue su tiempo en los 35km. Pasados unos minutos le llegó el turno a María Pérez, que registró una marca de 2:38:40.
Cuatro oros, dos para cada uno. Álvaro y María hicieron historia mundial del atletismo y se erigen como los grandes rostros de la marcha a un año de los Juegos Olímpicos de París 2024.
El hachazo de Álvaro
Álvaro Martín fue siempre en el grupo de cabeza, que se fue desmembrando según pasaron los kilómetros, y que llegó a las últimas vueltas con solo tres aspirantes al triunfo, el español, el japonés Masatora Kawano y el ecuatoriano Brian Daniel Pintado.
El primero en caer de ese grupo, pasado el kilómetro treinta, fue Kawano, y el segundo Pintado, al que le penalizó tener dos avisos, una circunstancia que aprovechó Álvaro Martín para, en el 34, cambiar el ritmo y marcharse en solitario.
Álvaro Martín, de 29 años, se marcha de este Mundial de Budapest con dos oros y amplía un palmarés que incluye también dos victorias en los campeonatos de Europa de Berlín 2018 y 2022.
María, inalcanzable
María Pérez, por su lado, arrebató el trono internacional de la distancia a la peruana Kimberly García, segunda, que ganó el pasado año en Eugene. Refrendó en la Plaza de los Héroes de Budapest su hegemonía como auténtica reina de la marcha internacional al completar un doblete de oro (35 y 20 km) que la convierte en la primera mujer española en ganar dos medallas en un mismo Mundial de atletismo y en la segunda atleta de la historia en conseguirlo junto con Álvaro Martín.
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La atleta granadina, que acabó la carrera de los veinte kilómetros con una contractura que la hicieron ser duda hasta casi la víspera, superó las molestias para tomar la salida en los 35.
Desde el principio María Pérez estuvo en el grupo de cabeza hasta que en el kilómetro diecinueve, con un cambio de ritmo, se marchó en solitario comenzando a abrir una brecha que el resto de rivales fue incapaz de reducir. Esa ventaja llegó a ser de más de dos minutos con sus perseguidoras, un tiempo que la permitió saborear con mayor efusividad su triunfo bajo el sol que lució en la capital húngara, dando la última vuelta con la bandera española entre sus manos.