Los Philadelphia Eagles acabaron con los Kansas City Chiefs en la reedición de la
Superbowl que en febrero vio coronarse a Patrick Mahomes y su equipo con su segundo título de campeón desde 2020.
Los Chiefs controlaron el partido durante más de tres cuartos apoyados en la mejor defensa de la era Mahomes y una unidad que es de las cinco mejores de la NFL, pero volvieron a quedarse a cero puntos en una segunda mitad en la que los Eagles los borraron en ataque, crearon un turnover clave en un fumble de Kelce cuando Kansas City podría haber puesto el partido totalmente a su favor y remataron en el último drive con la explosividad de Davante Smith.
Las claves que nos dejó la victoria de los Eagles y la derrota de los Chiefs fueron las siguientes:
Ni Mahomes puede hacer magia con estos receptores
KC es el vigente campeón y ganó la pasada Superbowl pocos meses después de salir de
Tyreek Hill, probablemente el receptor más desequilibrante de la NFL. Pero este año ya es demasiado. Mahomes lanzó 43 veces para solo 177 yardas (la cuarta peor marca de su carrera en partidos completos) y solo 4.1 yardas por intento (la peor marca de su carrera).
Marquez Valdez-Scantling se dejó caer un touchdown seguro en un pase perfecto de
Mahomes de cincuenta yardas que le hubiera dado la ventaja de nuevo a los Chiefs dentro de los dos últimos minutos, pero más allá de esa bomba, los receptores de KC no tienen la explosividad suficiente, no generan separación y no te obligan a defender todo el campo.
Sin Mahomes, este ataque estaría entre los peores de la NFL. Con Mahomes, probablemente el quarterback más talentoso de la historia, están como la undécima ofensiva, algo inadmisible. Algo coherente con el mal desempeño de su cuerpo de receptores y el poco talento diferencial que se les atisba entrando casi en diciembre.
Los Chiefs dominaron las dos líneas
La buena noticia para los Chiefs es que su línea de defensa y su línea de ataque dominaron a las de los Eagles. Los Eagles han edificado su marca de 9-1 esta temporada y 14-3 la pasada gracias a su tamaño y fuerza en la línea de ataque y estas mismas características añadidas a la profundidad en la de defensa.
Liderada por un Chris Jones espectacular (2 sacks), la defensa de los Chiefs registró cinco sacks en la primera parte y obligó a Nick Siriani a cambiar el paso y hacer que Jalen Hurts soltara el balón tan rápido. En la primera mitad tuvo una media de tiempo antes de lanzar de 3.27 segundos y en la segunda, donde sólo tuvieron una presión en contra, bajó a 2.30.
La defensa de los Chiefs de hecho volvió a ser el sostén del equipo. El trabajo de los cornerbacks sobre AJ Brown (1 recepción para 8 yardas) fue espectacular.
La capacidad de Sneed de jugar hombre a hombre y ser físico en la línea de scrimmage ya ha repartido dividendos contra Brown o Tyreek Hill hace algunas semanas. Y Mcduffie (2 sacks, 1 fumble forzado, 1 pase defendido) es un comodín absoluto para los paquetes de Spagnuolo. Desde el slot es físico en el juego de carrera o pase corto, un kamikaze buscando el balón, buenísimo en cobertura y un blitzeador de los mejores de secundaria de la NFL.
En ataque, los Chiefs solo concedieron un sack y establecieron, especialmente con Isaiah Pacheco, un sostenido juego de carrera que contabilizó 168 yardas contra la mejor defensa de la NFL en este departamento. Con un promedio de 5.6 yardas por carrera, muy por encima de las 4 que conceden los Eagles por acarreo. Nunca en toda la temporada los Eagles han concedido tantas yardas terrestres.
Los Eagles 'solo' saben ganar
Con todo lo expuesto hasta ahora, los Eagles siguen encontrando la manera de ganar. Su defensa blanqueó a los Chiefs en la segunda mitad, provocó ese cambio de posesión crucial en la redzone y en ataque nunca abandonaron el juego de carrera y fueron capaces de encontrar las jugadas suficientes en el último drive para mantener el mejor récord de la NFL, demostrarse que pueden ganar a los Chiefs y seguir liderando la carrera porque los playoff de la NFC vuelvan a pasar por Philadelphia.
Los Eagles perdieron a sus dos coordinadores entrando en esta temporada pero siguen siendo una máquina de ganar. Nick Siriani merece el premio al entrenador del año.