Un terremoto llamado McGregor ha sacudido Marbella. Tanto su zarandeo inicial como las réplicas posteriores. Porque la onda expansiva de 'The Notorius' transciende más allá del octógono. A lo largo de toda su carrera ha sido así. Él es de carácter volcánico y atuendos originales. De puestas en escena exuberantes, como la de este jueves en Marbella, epicentro de la extravagancia.
El irlandés ha presentado en la ciudad andaluza la velada del próximo 12 de octubre en la que Franco Tenaglia y Tony 'Loco' Soto pelearán por el cinturón mundial del peso ligero en 'Bare Knuckle', la compañía de boxeo sin guantes que dirige McGregor junto a su socio David Feeldman.
"Marbella es un lugar maravilloso. El apetito es muy grande. No hay nada más apetecible que ver un combate, pues imaginaos uno sin guantes. Tenemos a Franco, un perro español, enfrentándose a un perro de Brooklyn, Tony Soto. Tenemos en juego la puerta más grande de los deportes de combate. Vamos a ver lo que traen el 12 octubre y aquí, que será dinero, poder y respeto", aseguró durante el acto de presentación de la velada.
Al que arribó como rigen sus propios canones. Impuntual, vociferando y dejando clara su presencia. Aunque ya se había encargado de informar la noche anterior. Una historia en publicada ante sus más de 47 millones de seguidores en instagram propició el primer seísmo. McGregor se había saltado el protocolo y, con intención o sin ella, había convocado a los aficionados a las puertas del Hard Rock de Marbella.
Le acompañaron desde el hotel hasta el Marbella Club, dónde atendió a EL ESPAÑOL junto otros medios nacionales. Una improvisación que desembocó en caminata por las calles de Marbella escoltado por la multitud. Descartó ir en coche. Finalizó la rueda de prensa y echó a andar mientras miembros de la seguridad, prensa y aficionados creaban un anillo humano a su alrededor.
"Me encanta la competición. Es mi vida, la obra de mi vida mejor dicho. Esa es mi motivación para continuar. Lo seguiré haciendo siempre. Espero pelear a finales de este año. Después ya veremos lo que hay en el horizonte. Pelear por el título mundial es algo que me gusta escuchar", reveló durante su conversación con este periódico y más medios nacionales.
A McGregor le restan dos peleas más en UFC por contrato y "posiblemente podrían ser las últimas", detalla antes de atacar al actual campeón de peso pluma, Ilia Topuria. "Lo golpearé y mandaré a Georgia", añadía después de abrirle las puertas de Bare Knuckle.
Su mensaje encontró la réplica inmediata a través de redes sociales, donde se cocinan las rivalidades en las artes marciales mixtas. "¡Dedito! Bienvenido a mi casa. ¡Es genial verte trabajando para nosotros! Ven a Madrid y veremos quién le pega a quién. Topuria Knuckles para cenar!!!", escribió Topuria en su cuenta de X.
McGregor y su Bare Knuckle ya han desembarcado en España. Marbella ya da fe de lo eso significa. Calles cortadas, tráfico detenido y una multitud que aguarda hasta el próximo 12 de octubre para disfruta de Tenaglia, Soto y una pelea de boxeo sin guantes.