Valentina Petrillo, una atleta transgénero de 50 años, participará por primera vez en los Juegos Paralímpicos de París, compitiendo en las categorías de 200 y 400 metros. Aunque ya ha ganado dos medallas de bronce en el Mundial, esta será su primera aparición en unos Juegos Paralímpicos.

En una entrevista con el Quotidiano Nazionale, comparte: "Nací en Nápoles el 2 de octubre de 1973. Tengo el síndrome de Stargardt, lo que me causa discapacidad visual. Llegué a Bolonia en 1994".

Valentina también cuenta: "Nací como Fabrizio, pero en 2017 comencé mi transición y desde 2023 soy legalmente mujer". Está separada de su esposa Elena, con quien tiene un hijo, Lorenzo, de 9 años. "Lorenzo es el único que tiene permiso para llamarme papi", explica. Elena y Lorenzo estarán en París para apoyarla durante la competición.

Además, se ha realizado un documental sobre su vida, titulado '5 Nano Moli - El sueño olímpico de una mujer trans'. Valentina explica que los "cinco nano moles" hacen referencia al límite hormonal de testosterona por litro que debe mantenerse para competir en categorías femeninas. "Sí, me sometí a un tratamiento para lograrlo; es un proceso que dura al menos seis meses y luego hay que mantenerlo", añade.

Sin embargo, Valentina no se considera una heroína: "Soy una persona muy normal. Espero ser un referente para otros deportistas transgénero. Cuando comencé mi transición, no había caminos trazados. Ahora sí los hay, pero quiero dejar claro algo: no hice esto para competir en los Juegos. El deporte siempre ha sido parte de mi vida".

Valentina trabaja para una empresa que le otorgó un permiso especial para competir: "Antes tenía que usar mis días de vacaciones para poder participar en las competiciones, y el año pasado ya había agotado todos mis días de vacaciones, pero mi empresa siempre me ha apoyado".

También reflexiona sobre cómo sus padres afrontaron su transición: "Mi papá Edoardo, un hombre de 82 años de Nápoles, luchó al principio, pero fue el primero en llamarme Valentina. Mi hermano Francesco tardó un poco más en aceptarlo. Mi mamá, Adriana, falleció en 2017, antes de que comenzara mi viaje, pero ella entendió todo".

Controversia con una española

La polémica ha perseguido a Valentina Petrillo desde que empezara a competir entre otras mujeres. En las redes sociales ha sido foco de insultos: "Tengo una ventaja: puedo responder en la pista. Pero, repito, he elegido. La mía es una historia pública. El mundo avanza. No tengo soluciones, pero en el mundo el 9% de la gente no las tiene para identificarse con su género".

La gran controversia de Petrillo afectó a una atleta española. En el Mundial de 2023, la catalana Melani Bergés se quedó a ocho centésimas de segundo de meterse en la final de los 200 metros en categoría T12, reservada a atletas con discapacidad visual con un campo de visión restringido a un grado menor de cinco grados. Bergés fue tercera de su serie con un tiempo de 26,08 segundos, por detrás de los 26 segundos exactos que marcó el tiempo de la italiana.

El paso de Petrillo a la final impidió a Bergés acceder a la final, además de clasificarse para los Juegos de París en la distancia -sí podrá competir en los 100 metros-. La atleta española mostró su indignación, entonces, en declaraciones a Relevo: "No conozco a ninguna mujer que con 49 años tenga esos registros. Yo no soy médico, pero entiendo cómo funciona el cuerpo y la realidad es que al final ella se ha desarrollado como hombre biológicamente durante muchos años y entonces eso puede haberla ayudado", dijo.

"Me sentí bastante frustrada, herida por la injusticia… Porque, sí, si hay que encontrar alguna palabra es 'injusticia' y que lo que ha ocurrido no es equitativo cuando se supone que el movimiento paralímpico aboga siempre por la igualdad e inclusión", añadía Bergés. Ahora, Petrillo ha respondido a la polémica desde Italia: "Me asombra. España es un modelo de civilización. Tiene una legislación transgénero vanguardista. La gané por poco".