"La fatiga se va aguantando, pero evidentemente el cansancio se suma". En la voz y en las piernas de Kilian Jornet se va notando la envergadura de Alpes Connections, el impresionante reto alpino que está llevando a cabo la leyenda mundial del ultra trail. 

Hace poco más de una semana, el corredor catalán se propuso 'perderse' en los Alpes, una cordillera que conoce bien tras haber vivido en ella durante años, para enlazar de manera consecutiva el mayor número de 'Cuatromiles' posibles (cumbres por encima de los 4.000 metros de altitud). 

Después de 13 etapas y de más de 214 horas de ruta infernal, Kilian Jornet ya ha conseguido romper la dura barrera de las 60 cumbres. Un hito sin precedentes en la historia de este deporte y que le está permitiendo escribir la página más brillante de toda su extensa carrera deportiva. 

Sin embargo, lejos de poner freno, Kilian Jornet sigue dando pasos hacia delante en busca de lo imposible. Ya ha consumido una nueva jornada extenuante, la decimotercera, en un esfuerzo agónico que le ha tenido durante más de 17 horas entre las crestas más peligrosas de los Alpes. 

EL ESPAÑOL narra una jornada más de este trepidante viaje dando cuenta de las hazañas de un Kilian Jornet que prosigue en su camino hacia lo desconocido, siempre con el apoyo del equipo de Lymbus y de Nnormal. Esta vez conquistando la región del Mont Blanc, esa que le ha visto hacer historia al de Sabadell en multitud de ocasiones en el UTMB, la prueba de ultra trail más prestigiosa del planeta. 

El Mont Blanc, como en casa

La decimotercera etapa ha sido una jornada sumamente especial para Kilian Jornet. El corredor, esquiador y alpinista español ha culminado una nueva tirada de Alpes Connections, esta vez cubriendo una distancia de 24,3 kilómetros en 17 horas, 26 minutos y 20 segundos.

A pesar de que no ha sido uno de los días más espectaculares en cuanto a números se refiere, teniendo en cuenta que se trata del viaje hacia lo imposible de un superhéroe, sí ha sido una de las etapas más complejas en cuanto a la dificultad técnica. Y es que Kilian Jornet ha iniciado una nueva estación de su aventura en la siempre temida e icónica región del Mont Blanc. 

Kilian Jornet en el Mont Blanc durante su reto Alpes Connections. Lymbus

Tras partir desde el Refuge du Couvercle ha conseguido completar otras cuatro cimas: Aiguille Verte (4.122 m), Grande Rocheuse (4.102 m), Aiguille du Jardin (4.035 m) y Les Droites (4.000 m). Esta vez, Jornet ha firmado sus cumbres en solitario, elevando su cifra total de triunfos hasta los 63 'Cuatromiles'. 

La jornada ha estado marcada por la complejidad de las crestas por las que ha tenido que navegar el español para poder conectar todas estas cumbres. Una cuestión que dificultó algunas labores previstas como que el equipo pudiera seguirle durante la etapa para tener testimonios gráficos, fotos y vídeos, de una nueva hazaña.

Durante esta particular aventura, Kilian ha podido reencontrarse junto a un viejo amigo, el alpinista español Jordi Tosas. Junto a él, Kilian realizó hace ya muchos años su primera expedición en el Himalaya.

El propio Jornet ha querido dejar una prueba gráfica de la dureza de su viaje con una foto de los dos pares de guantes de cuero que ya ha gastado trepando entre los colosos montañosos más duros de los Alpes.

Los guantes de Kilian Jornet usados en su reto Alpes Connections. Lymbus

Además, la jornada ha dejado otra curiosa anécdota. Hace unos días, Kilian se encontraba en la montaña junto a su amigo Jules-Henri Gabioud. Ambos unieron sus caminos durante unas horas, realizando una pequeña ruta en bicicleta.

Hoy, mientras Jornet superaba las crestas más duras del Mont Blanc, Jules-Henri se encontraba en el valle compitiendo en la prueba de 300km de la PTL-UTMB Mont-Blanc en la cual ha conseguido ser el primero de los finishers en la meta de Chamonix junto a su hermano Candide. La pareja de los Gabioud ha completado el recorrido en menos de 100 horas.

Tras su etapa, Kilian Jornet ha dejado una pequeña reflexión a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL sobre cómo está siendo su impresionante reto: "Estoy contento por cómo está yendo hasta el momento", decía el catalán con un tono de voz en el que se empieza a notar la falta de descanso y los kilómetros acumulados.

"Ha habido días con un poco de todo, muchas condiciones cambiantes, alguna tormenta y alguna nevada que nos ha hecho adaptarnos un poco a esas condiciones. Pero todo bastante bien. He tenido días muy variados, unos yendo solo y otros yendo acompañado con amigos, lo que lo hace más ameno. Experiencias distintas".

Por último, y tras 13 días de actividad en los que acumula 877 kilómetros recorridos, 63 cimas, más de 214 horas y 59.707 metros de desnivel, Kilian Jornet reconoce que el desgaste va pasando algo de factura, aunque se ve con fuerzas para seguir remando: "La fatiga aún se va aguantando, aunque evidentemente el cansancio se va sumando. Pero seguimos hacia delante".