La NFL, un 'deporte local' que pulveriza a la NBA o la Premier: su plan de internacionalización sigue en 2025 con gran éxito
- El alcance global del fútbol americano crece con partidos internacionales, acuerdos estratégicos y eventos únicos en múltiples países.
- Más información: Netflix prepara una mini Super Bowl para el día de Navidad: dos partidos de la NFL, despliegue único y la actuación de Beyoncé
La Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) siempre ha sido considerada el símbolo por excelencia del deporte de Estados Unidos, un bastión cultural enraizado en la tradición del país.
Sin embargo, en los últimos años ha dejado de ser un fenómeno estrictamente nacional para convertirse en un producto deportivo en clara expansión internacional.
Este cambio de paradigma responde a una estrategia muy bien planificada por la liga, la cual busca consolidarse como un gigante global, superando a otras competiciones como la NBA —el gran referente del baloncesto mundial— o incluso la todopoderosa Premier League inglesa, estandarte del fútbol europeo.
Expansión mundial
El objetivo es claro: en los próximos años, la NFL quiere ser vista no solo como el máximo espectáculo deportivo en Estados Unidos, sino como un acontecimiento de alcance planetario.
La NFL ha estado organizando partidos de temporada regular fuera de Estados Unidos desde 2007, cuando comenzaron las primeras incursiones en Londres. Aquellas experiencias piloto, que inicialmente parecían meros intentos por tantear nuevos mercados, se han convertido hoy en el pilar de un plan de expansión muy ambicioso.
Durante la temporada 2024 se han disputado hasta cinco partidos internacionales: el primero tuvo lugar en Sao Paulo, marcando la llegada de la NFL a Sudamérica; otros tres se celebraron en la capital británica, y uno más en Múnich, Alemania.
Cada encuentro ha sido concebido como un pequeño 'mini Super Bowl', con espectáculos musicales, actividades promocionales y una experiencia de entretenimiento integral destinada a cautivar al público local.
No obstante, el 2025 promete superar con creces todo lo visto hasta ahora. Se prevén hasta ocho partidos fuera de territorio estadounidense, con nuevas sedes confirmadas, como Berlín y Madrid, además de volver a plazas ya visitadas con éxito, como México o Brasil.
La NFL, con su comisionado Roger Goodell a la cabeza, ha expresado la intención de seguir explorando mercados inéditos, entre ellos Irlanda —con la posibilidad de un partido en Dublín— y Oriente Medio, e incluso baraja la opción de llegar a Australia con futuros encuentros en Melbourne o Sídney.
Más partidos, menos pretemporada
Uno de los movimientos clave que la NFL planea llevar a cabo en los próximos cinco años es la modificación del calendario. Actualmente, la liga está estructurada en 17 partidos de temporada regular y 3 de pretemporada.
Sin embargo, Goodell ha anticipado la intención de dar el salto a 18 partidos de liga y solo dos de pretemporada. Este cambio permitiría, entre otras cosas, generar más contenidos de valor para una audiencia global, ya que cada encuentro tiene un peso mayor cuando hay más partidos 'reales' y menos duelos intrascendentes.
Además, este incremento de partidos abre la puerta a duplicar el número de encuentros internacionales, con el objetivo declarado de alcanzar hasta 16 juegos fuera de Estados Unidos en un lustro.
La lógica es sencilla: más partidos con valor competitivo, más ventanas de retransmisión, mayor exposición internacional y, por ende, más ingresos. Este enfoque choca con el modelo más consolidado de la NBA o la Premier League, que ya cuentan con fuerte presencia global, pero no han mostrado un crecimiento tan acelerado en mercados fuera de sus fronteras tradicionales.
Cifras contundentes
Las cifras respaldan la estrategia. La NFL supera holgadamente a otras grandes ligas del mundo en ingresos globales, generando cerca de 20.000 millones de dólares en 2023, muy por delante de la NBA (alrededor de 13.000 millones) y de la Premier League (unos 7.800 millones de dólares en la última temporada), según datos recogidos por la BBC.
Esta brecha se ensancha gracias a los suculentos contratos de derechos televisivos: la NFL firmó en 2021 un acuerdo por 11 años valuado en 111.000 millones de dólares, un auténtico récord.
La NBA, si bien es un gigante mediático, se quedó en 76.000 millones por el mismo periodo, y la Premier, que se jacta de su enorme popularidad en el fútbol, cuenta con acuerdos mucho más cortos y de menor valor total (unos 13.000 millones por tres temporadas).
La NFL no solo ha apostado por las cadenas tradicionales, sino que ha entendido la importancia del streaming global y las nuevas plataformas. El acuerdo con Dazn permite a la liga llevar la emisión de todos sus partidos a más de 200 países, algo que se suma al reciente pacto con Netflix para emitir juegos en fechas estratégicas como el día de Navidad.
Esta diversificación, pensada con una mentadilad global, contrasta con la distribución más segmentada de la NBA o la Premier, que aún dependen en gran medida de sistemas lineales de televisión por países. La NFL, en cambio, intenta adelantarse a las tendencias y posicionarse como la liga que entiende mejor el ecosistema digital globalizado.
En definitiva, la NFL ha dejado de percibirse como un deporte estrictamente estadounidense para transformarse en un producto que aspira a la universalidad. La comparación con la NBA o la Premier League, referencias indiscutibles en baloncesto y fútbol, deja patente la ambición y la velocidad con la que la NFL se está moviendo.
Mientras otras ligas globales crecen de forma más gradual, la NFL acelera, sumando partidos, reduciendo pretemporada, firmando acuerdos masivos de derechos audiovisuales y llegando a públicos que jamás se habían planteado disfrutar de este deporte.
A las puertas de 2025, el plan de internacionalización de la NFL avanza con paso firme. Más países, más partidos, más plataformas y, sobre todo, más aficionados que se suman a la fiebre del fútbol americano.