En los últimos meses -quizá en el último año- ha sido una constante hablar de la mejoría de Rafa. Sería absurdo no haberlo hecho dadas las evidencias: Nadal va a más, como ha dejado patente en la Copa de Maestros, con tres victorias ante tres top-10 (Wawrinka, Murray y Ferrer). Sin embargo, todavía está a años luz de Novak Djokovic, que también progresa en su ascenso hacia lo más alto del tenis mundial. Tras la victoria ante el español, clasificándose para la final por la vía rápida: dos sets (6-3 y 6-3) y poco menos de hora y media. Sin complicarse un mínimo, con dos breaks.
Djokovic estará en la final, como estaba previsto. Allí se las verá contra Wawrinka o Federer. Pero dará igual. A estas alturas es una evidencia que está a otro nivel. En otra Liga. O quizás en otro planeta. Donde lo quieran colocar, porque la realidad es que el serbio está muy lejos del resto. Ya se hizo con el Master de Londres la pasada temporada y va camino de volver a levantar la Copa de nuevo. Pocas dudas pueden tener los que quieran apostar. Si están a tiempo, no depositen dinero en una posible derrota del serbio, porque parece claro que revalidará su título.
Ante Nadal, su recital fue magnánimo en todos los sentidos. Sin darle ninguna opción. Encadenó directos, servicios y juegos en blanco como el que va a por tabaco. Llegó mejor físicamente, pues tuvo un día más y acabó el jueves con Tomas Berdych en apenas una hora y media. De nuevo, acabó con Nadal tal como ya había hecho este año en el Masters 1.000 de Montecalo, en cuartos de final de Roland Garros y en la final de Pekín-. En cambio, Nadal llegó tras un maratoniano partido contra Ferrer que se fue a las dos horas y 37 minutos.
Capituló las semifinales Djokovic desbocado desde el principio, con un break nada más empezar y gestionando la renta durante todo el primer set (30 minutos). ¿Y en el segundo? Más de lo mismo. En el quinto volvió a romper el serbio y ya ni el arrojo de Nadal pudo cambiar el resultado. El de siempre y el esperado, el del mejor. “Ha sido una gran actuación desde el principio. He intentado en todo momento ser agresivo y dictar el juego. Me las he arreglado para sacar mis mejores golpes cuando los he necesitado”, confesó Novak.
El momento de Nadal tendrá que esperar. Progresó durante todo el año y fue avanzando en el ránking ATP, pero ya lo dijo el español, le falta dar un paso más. O un salto. O subir un escalón. En definitiva, ascender un poquito más. La duda es si por mucho que evolucione en su juego podrá estar al mismo nivel que Djokovic. Eso, en cualquier caso, queda pendiente para la próxima temporada.