El domingo puede ser de vértigo. La victoria 6-3, 6-4, 3-6, 6-7 y 7-5 de Tim Puetz y Jan-Lennard Struff sobre Feliciano López y Marc López en el punto de dobles de la eliminatoria de cuartos de final de Copa Davis entre España y Alemania obliga a la selección a ganar los dos encuentros que quedan, porque ahora mismo los visitantes dominan por 2-1 y están a un solo punto de alcanzar las semifinales de la competición por países más importantes del mundo.
La pareja alemana sorprendió a todos los que se citaron en la plaza de toros de Valencia, pero a los técnicos no les impresionó lo más mínimo lo que Puetz y Struff hicieron en el dobles contra España. Hace tiempo que Alemania ha puesto sus esperanzas en esta dupla, apostando por ella para el futuro. Así, y pese a que los dos no pueden jugar juntos en el circuito ATP porque Puetz necesita mejorar su ranking, los alemanes han demostrado que cuando se juntan tienen muchísimo peligro.
Los López, campeones de dobles en Roland Garros 2016, no se sintieron cómodos en casi ningún momento del cruce, y vieron siempre muy lejos la opción de asaltar la victoria. Amurallados por el saque de Struff, que fabricó golpazos terribles, y atosigados por los reflejos de Puetz, que se hizo dueño de la red, los españoles perdieron los dos primeros parciales del partido rapidísimo y se encontraron jugando el tercero a cara de perro.
Impulsados por el gentío, que soportó sin dudarlo la llegada de la lluvia para animar a los López, la pareja española se enganchó al partido en ese tercer parcial, rompió el saque de sus contrarios tras desaprovechar las primeras 10 pelotas de break, y forzó la cuarta manga, poniendo en pie a todos los aficionados, que posiblemente se imaginaron presenciando una remontada histórica, de las que se recuerdan con el paso de los años.
España, que ganó el cuarto set en un desempate que comenzó perdiendo 0-2, llegó al quinto parcial con una cara totalmente distinta a la del inicio. Con Marc soportando el peso de la pareja, un par de marchas por encima de Feliciano, La Armada tuvo cinco pelotas de rotura con 4-3 para haber dejado sentenciado el partido.
Desgraciadamente para España no fue así. Alemania resistió anulando todas las oportunidades de los López (dos bolas de break aprovechadas de 20) y dejó a la selección contra las cuerdas.